Capitulo 2

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Y actualmente.

—¡Sal!¡Sal de aquí!¡No necesito a ninguno de ellos!

El sonido de algo estrellándose y rompiéndose resonaba constantemente en la espaciosa habitación.

Los sirvientes con la cabeza gacha se endurecieron ante el temperamento destructivo de su amo.

Aunque era un hijo ilegitimo, su existencia era especial ya que era el único heredero del duque.

Además de ser hermoso. (no te puedo negar eso)

Cuando llego por primera vez en la casa, todos quedaron asombrados.

Pero ese asombro no duro mucho.

En ese momento, su maestro actuo como una bestia salvaje.

—¿Qué acaso no puedes oirme? ¡Sal de una vez!

Supusieron que su temperamento se debía al cambio repentino de entorno.

Entonces, mandaron contratan a un sirviente de su edad que se quedara a su lado para poder ser amigos.

Pero incluso eso fue inútil.

Su maestro fue despiadado sin importar de quien se tratara.

Incluso los adultos debian tener talento para resistir el arduo trabajo de cuidar al niño.

Cuando fueron asignados como asistentes del maestro, todos, sin excepción alguna, se quejaban con el mayordomo sobre su trabajo.

Todos renunciaban.

No había mas remedio que contratar nuevos sirvientes del exterior.

Hoy fue lo mismo.

—¿Dijiste Robert...?

Los demás sirvientes miraron con lastima al vigésimo noveno sirviente que lucia con un rostro joven.

Es comprensible que me miren así. si acepte el trabajo a pesar del temperamento del maestro, es obvio aunque no me lo digan...

Seguramente le dolerá el corazón en cuanto lo escuche gritar.(Eso piensan los sirvientes)

Cada persona estaba pensando en alguna palabra de consuelo en cuanto eso suceda.

Fue entonces cuando:

—¡Sal!¡Sal ahora mismo!... estoy realmente cansado de todo... espera ¿Qué demonios haces de rodillas ahora mismo?

Ante las palabras de su amo, los sirvientes levantaron la cabeza.

Un increíble escenario se presentó ante sus ojos.

Incluso el maestro que estaba parado en la cabecera de la cama, a punto de tirar un frasco de medicina, quedo asombrado.

—Maestro, si vas a tirarlo, por favor tíralo en mi boca (que jugada fue esa XD)

Robert, el nuevo sirviente que llego hoy, estaba arrodillado frente al maestro con la boca abierta.

...No es una expresión que debería usar ahora, pero era como un pajarillo esperando interminablemente que su madre le de alimento.

Robert quedo desconcertado ante el silencio incomodo que rodeaba la atmosfera, pero aun así no cerro la boca.

Era la primera vez que sucedía, por lo que el maestro parecía avergonzado, se puso rígido y bajo el brazo.

Luego, con cara de pesar, Robert cerro la boca.

—No me importa si me lo derramas en la cara

Al unísono, todos en la sala menos Robert pensaron lo mismo.

Me declaro Simp Where stories live. Discover now