Trabajando para Matt Bomer (Selena Gomez & Matt Bomer)// TERMINADO// 1er LIBRO

Capítulo 15.-Hazlo por mí.

-----Selena-----

     Me levanté con un GRAN dolor de espalda.

"Selena eres estúpida, ¿cómo te pudiste quedar dormida en el sofá? ¡Pues ahora te aguantas!"

Lloriqueé cuando tuve que agacharme para recoger la caja de cereales.

Basta que no puedas moverte mucho como para que todo se te caiga al suelo...

Me di una corta ducha y me vestí con una camiseta de media manga blanca, unos vaqueros y unos tacones de color intermedio entre rosa y carne. •••Foto multimedia 1)•••

Llegué al edificio de la empresa 20 minutos después.

Subí al despacho después de saludar a todos los conocidos, que cada vez eran más.

-Buenos días Matt.-Me di cuenta de que hablaba con un hombre mayor a quién no llegaba a ver.-Perdón por la interrupción.

-No importa. Ven, te presento a uno de nuestros mayores inversores, Richard Gomez.

Cuando el hombre se dio la vuelta, se me cayó el alma al suelo, y con ello los cafés que llevaba.

Matt se levantó y vino rápidamente a ayudarme.-¿Te has quemado Sel.-

.-Ma.-Terminé. El levantó una ceja sin comprender.-Ahora limpio lo del suelo.

Miré seria al hombre.-Encantada, soy Selma Jones, un placer.

-El placer es mío.

-Siento lo ocurrido hace unos instantes, no dormí bien.

Al parecer mientras me "presentaba", Matt llamó a limpieza quienes limpiaron el café derramado en prácticamente segundos.

-Matthew... Voy a ausentarme unos momentos, si no te importa.

Él asintió y salí rápidamente de la sala.

Choqué con una chica en el pasillo.

-Perdón, no vi por dónde iba.

-La culpa también es mía, no importa.

Me levanté y la miré. Su cabello era oscuro, al igual que sus ojos.

-Soy Nuria Gomez, hija de Richard Gomez.

Me quedé boquiabierta. No podía ser, esto no podía estar realmente ocurriendo.
Mis padres me habían abandonado y después habían tenido otra hija.

-Tengo que irme.

Corrí hasta la sala de estar de la empresa más cercana y me senté en un sofá.

Me abracé a mi misma y dejé mi cabeza caer sobre mis rodillas ignorando mi dolor de espalda, pues lo que más me dolía ahora mismo, era mi corazón.

¿De verdad habían hecho aquello?
La rabia me consumía y las lágrimas mojaron por completo mi cara.

¿Por qué me tenía que pasar esto ahora que estaba bien?
¿No podían dejarme ser feliz?
¿Estaba destinada a sufrir?

-¿Selena?-Era la voz de Sandra.-¿Qué te ocurre cariño?

-No es nada...

-Sí claro. Anda cuéntamelo, será mejor para ti.

-¿Recuerdas que te dije que mis padres me abandonaron en un orfanato?

Ella asintió.

-Pues los he encontrado, y han tenido otra hija ¡Otra hija!