Trabajando para Matt Bomer (Selena Gomez & Matt Bomer)// TERMINADO// 1er LIBRO

Capítulo 12.-Nadie ha dicho que quiera un cuento de hadas.

-----Selena-----

Desperté debido al dulce olor de ¿lasaña? No estaba totalmente segura, pues hacía mucho tiempo que no la preparaba.

Mis párpados se abrieron lentamente. Estos dolían un poco, debían estar enrojecidos de tanto llorar.

Oh mami.

Había quedado como una real llorona delante de Matt.
Estaba avergonzada, pero mi única opción para no tener que volver a verlo, era huir del país , cambiarme de identidad y teñirme de rubia, cosa que no haría.
Era ya una adulta y debía afrontar los problemas como tal.

Me levanté del sofá en el que me había quedado dormida y fui hacia donde el olor de comida me llevó, encontrándome a Matthew con un delantal decorado con un estampado de dibujitos de vacas.

No pude evitar soltar una carcajada que provocó que Matt se diera cuenta de mi presencia.

-Selena, ya has despertado...

Asentí.

-¿Estás... mejor?-Preguntó lentamente.

Me encogí de hombros.

-Si necesitas algo... Deberías descansar. No hace falta que vayas a trabajar, y no te preocupes, yo no se lo diría al supervisor de tu universidad.

Mi cara debió cambiar al instante. Definitivamente lo que acababa de decir no me había sentando bien.

-Ei¿Qué ocurre? ¿He dicho algo malo?

Limpié una lágrima que se acababa de deslizar por mi mejilla.-No, no. Yo... Supuse que esto pasaría... No tienes que fingir, si no quieres que una loca como yo esté en tu empresa, puedes decirlo.
Oh, espera, no lo dices por si voy a cortarme...-Hablé dolida y con cierto enfado.

-¿Qué? Por supuesto que te quiero en mi empresa. Selena no vuelvas a decir esas cosas de ti, yo sé que no estás loca, simplemente pasaste por cosas que el resto no comprende.

-Lo siento. Yo... aún estoy un poco confusa con todo lo ocurrido. Sólo intentas ayudarme y voy yo y te lo agradezco así... Enserio, lo siento.-Suspiré.

-No tienes que pedir disculpas. Sé que esto es debe ser difícil para ti...

Suspiré sentándome en un banquito junto a la mesa.

Delante de mí apareció un plato con un trozo de lasaña.
Matthew se sentó a mi lado con otro y me miró fijamente.-Come.

-Matt...

-Come.-Repitió.

Negué.-No tengo hambre.

-Selena, ya me sé ese truco y no funciona. De aquí no te mueves hasta que no te comas la lasaña.

-Matthew, eres un mandón.

-No sabes cuánto lo siento.-Ironizó.

Bufé y después centré de nuevo mi atención en el plato de lasaña.

Estaba repasando mis opciones. Supongo que tampoco sería tan malo, y él ya me había dejado bastante claro que no me movería hasta comer...

Penoso. Esto me recuerda a cuando era pequeña.

Cogí lentamente el tenedor y atrapé un trozo de comida, el cual llevé después a mi boca.
Mastiqué recordando el sabor de este delicioso plato.

Pude ver la sonrisa de Matthew aparecer en su rostro.

-¿Por qué sonríes?

-Estás comiendo.