1. NoyaHina

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100% Heterosexual

Primer día de clases y ya fui suspendido.
Si no hubiese discutido con Asahi-san y empujado al subdirector, no hubiera pasado.
Una semana sin ir a las práctica, nada se podría esperar, sin Asahi en el equipo, no veo la necesidad de estar o eso es lo que creia.

Siempre supe mi orientación sexual y literalmente me gustan las chicas. No veo la necesidad de que me gusten los chicos, aunque tampoco no soy homofóbico, me da igual los gustos de los demás, por qué de todos modos, todos somos humanos ¿No?.

No había pasado ni un día de que había vuelto a la escuela y los chicos del equipo ya me estaban pidiendo que volviera, obviamente no quise aceptar ¿Qué necesidad hay si no está Asahi?. Estaba sentado tomando mi juguito, cuando un chico pelinaranja, ojos marrones, como de 1.61 metros de alto, venía acompañado con otro chico más alto que el, pelo negro y ojos azules.
Pidiéndome que volviera al equipo, no quería volver pero cuando me llamo "senpai" no pude evitar sentirme halagado, pues ya tenía un kohai.
Cuando lo invite a un helado y vi su sonrisa, por una extraña razón mi corazón se aceleró. "Su sonrisa brilla más que el mismo sol" No pude evitar pensar eso.

Esa misma tarde al terminar las clases, fui a buscarlo a la entrada del gimnasio, pude ver que era verdaderamente sorprendente, cuando saltaba se podía ver como si volará, quede impactado "¿Cómo alguien de tan baja estatura puede saltar tan alto?" Y de nuevo esa sensación extraña dentro de mi volvía.
"Quizás me voy a enfermar", como ví que la práctica iba a demorar un poco más fui por un jugo. En el camino me crucé con unos compañeros de clases, nos pusimos a hablar, que no me di cuenta que había pasado el tiempo. Cuando volví, las prácticas recién habían terminado.
"Menos mal"
Me quedé esperando a Shoyo si no mal recuerdo su nombre, los chicos me saludaron, hablamos un poco y se fueron.

Cuando Shoyo al fin salió, nos fuimos por el helado que le había prometido. En el camino hibamos hablando de distintas cosas, tanto como de voley y videos juegos, había que admitirlo este chico es muy lindo.
Cada sonrisa que me daba hacia que mi corazón se comportará de una forma inexplicable.
Cuando llegamos a la heladería pedimos nuestros helados.
– Me da uno de Fresa y... Chocolate. Sip de ese mismo.– Hablo Shoyo, y de nuevo con esa sonrisa.– Ay no.. lo siento.. noya-san pedí el helado por ti.. espero te guste el chocolate, es que siempre vengo a comprarle helado mi hermanita Natsu.. ay lo siento.– Al terminar hizo un puchero que me pareció tierno.
–Jaja tranquilo, si me gusta el chocolate. Y bueno veré que helado es el favorito de tu hermanita.– Y su sonrisa volvió,

Cuando ya pague los helados nos fuimos a sentar cerca de un pequeño parque, dónde un niño pequeño choco con Shoyo y le derramó el helado por toda la ropa. La madre del niño se disculpo muchas veces diciéndole que le compraría otro helado, insistió tanto que al final Shoyo tuvo que aceptar, luego del incidente nos dirigimos a unos columpio y ahí estuvimos asta cerca de las 8 de la tarde. Pero esa extraña sensación no se iba.

Durante la noche, en lo único que pensaba era en la bonita que era la sonrisa de Shoyo, pues toda lo son ¿verdad?, Pero lo que no lograba entender el por qué al pensar en la sonrisa de este, mi corazón se aceleraba, intente pensar en otras cosas para dormir cosa que fue difícil pero no imposible.

Un mes había pasado desde que volví a jugar, como la Deidad Guardiana, a decir verdad me la pasaba bien, junto a Tanaka y Shoyo, pero a pesar de que pase el tiempo esa sensación extraña no desaparecía, y al ver a Shoyo muy cerca de algún chico o chica, una sensación de querer arrastrarlo junto a mi, aparecía, cuando el me halaga me siento como el chico más afortunado de todos.

Cortos (Hinataharem)Where stories live. Discover now