Lagrimas Negras (Ciel X Lector)

Capitulo 1

@cataellie

Una lagrima se escurrió por mi mejilla derecha aun no podía creer que el ya no estaba, habían pasado ya unas horas, pero que para mi eran mas que eso, eran segundos llenos de dolor, mis lagrimas se tornaron negras y cuando vi, la mascara que llevaba en ellas había desaparecido, entonces había decidido algo, me reuniría con el.

 

todo había empezado en el mismo lugar de hoy, el cementerio la muerte de Madame Red nos había triado al encuentro, una vieja conocida, decía mi tía, pero una "conocida a la que nunca había visto" , todo podría pasar desapercibido si no fuera por el pequeño niño, mas bien conde que entro después, al parecer no estaba dispuesto a que la fallecida llevara un vestido blanco, su porte era mucho mas duro y bello que cualquiera persona que hubiera visto antes, me quede impresionada, es más casi enamorada, una bella joven como yo de 16 años no podría acercarse a una persona así no sin la desaprobación de mi tía esa condesa de cabellos blanco y malhumorada , pero que cuido de mi todo el tiempo, me amaba demasiado sin embargo yo ya estaba prometida y pensar de esa forma en un niño de apenas 13 años de edad, del cual se hablaban pestes no me pareció prudente.

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Pasaron los meses, y no fue hasta que lo volví a ver mientras compraba unas verduras para alimentar a mi tía que había quedado postrada en cama, y prepararía una sopa para ella, estaba caminando al lado de ese alto y muy apuesto mayordomo, del que escuchaba maravillas por  parte de los muchos barones y  condes con los que convivía, al no tener nada mas que hacer pensé en retirarme pero la intensidad en el me atrajo a seguirlo llegando a un pequeño callejón en el que con gran sorpresa lo observe, amenazando con un revolver a un viejo mendigo...

 

_¡¿ Que esta haciendo?!

volteo a mirarme con esos enormes y azules ojos pero con una expresión triste y bastante molesta en todo el rostro

 

-Madam, este no es un lugar para una dama, si me permite

se volteo arrastro al hombre y se alejo de mi vista, los meses pasaron de nuevo y toda la admiración  que tenia hacia el despareció de la misma manera en como había venido, estaba leyendo un libro que hablaba sobre los demonios y tratos con los mismos, quien diría que eso pronto se haría parte de una rutina tan sofocante  pero que me hacia desear por más, ese día mi tía me informo que tendríamos visitas, asi que baje al recibidor llevándome la mirada por parte de esos bellos ojos azules a los cuales les encontraba una belleza tan grande, casi como la del ser que la poseía, en esos momentos parecía estar agradecida de que tuviera mente o esas palabras saldrían, la cena transcurrio bastante normal, después me dedique a rondar de manera disimulada el salón donde mi tía y el conde Phantomhive hablaban sobre lo que ellos adoraba llamar negocios, mi Tía se encontraba débil por su enfermedad, sin embargo el conde no quería que la oportunidad de charlar pasara así que se ofreció a venir , al parecer seguirían hablando por un rato, así que me senté en el diván a leer y percibí que alguien me observaba, era el mayordomo, Sebastian, le había oído decir a el conde.

 

- No debería acercarse mucho a el, nunca se sabe, Boochan posee muchas cosas puras en el, temo que si usted lady se interpone entre sus deseos, ambos pueden terminar lastimados, puedo sentir esa atracción, no puedo asegurar nada acerca de el, pero en usted es demasiado obvio.

- no se preocupe señor, el conde y yo dudo entablemos conversación alguna fuera de lo establecido como correcto, y ademas no tengo idea a lo que se refiere cuando habla de atracción, pues en mi ser nunca a  pasado un  pensamiento así respecto al conde.

la puerta del salón se abrió dejando ver a mi tía con una mirada preocupada y al conde con su misma expresión: Vacia, me miro unos segundos y esbozando una sonrisa mas que forzada, se inclino y abandono el salón acompañado de su mayordomo en el rostro de este se asomaba una sonrisa llena de malicia, mi tía murio una semana después, la herencia era mía pero eso significaba muchas cosas entre ellas, el hecho del ultimo contrato con el conde, que estipulaba mi venta, así es la tía que tanto adoraba me había vendido, y no a un hombre viejo y gordo, a un niño con 13 años de edad, y que al parecer no traía nada bueno consigo, pues en el había algo más, no solo era un ingenuo, había algo, tristeza y dolor.

 

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Resulto que le conde me había contratado estrategicamente para darle algo a mi tía a cambio de mi, me permitió quedarme en su hogar, pues descubriría después que la herencia que me habían dejado no exisitia, descubrí tantos secretos, que solo hubieran sido podido ser descubiertos hasta la muerte, la mansión no era nuestra y pronto fui desalojada, el conde el cual hasta ese entonces supe su nombre, Ciel, era alguien muy joven pero duro respecto a decisiones, descubrí otras cosas más, su historia, todo, no me lo dijo, lo supuse por la forma en que miraba su anillo, las miradas con las que veía a la gente y a las familias felices por las miradas hacia su prometida y prima Lizzy, una mirada que indicaba que tal vez ese compromiso no fuera a ser cumplido, y llena de curiosidad y de un floreciente amor hacia el una noche en la que nos encontrábamos sentados el bebiendo su té pidiendo miles de postres a Sebastian

pregunte de la amera menos curiosa que pude....

 

-Conde, ¿ esta usted enfermo?

- Es un poco más que eso

- ¿Qué es lo que tiene? 

-Sed

-¿Sed?

-Sed, de venganza,  

-¿por lo de sus padres?

-hay más cosas, nunca lo podrás comprender, yo ya no soy humano, no desde ese día

- a mi me parece una persona llena de vida

- hay personas que estan muertas en vida, yo soy una de ellas, deberías irte, dejarme es una buena forma de no salir lastimada

- ¿a donde iría si no es a su lado?

- eres de mi propiedad por si lo olvidas y por lo tanto te puedo decir que haces y que no puedes hacer.

se levanto y se fue, entonces recordé aquel libro que había leído hace varios meses, aun o guardaba así que lo leí , y hubiera desado no haberlo hecho.