déjà vu - jensung / nosung

only part.

nuevamente me encontraba caminando a unos cuantos metros lejos de ti, mezclándome entre la gente que solía ignorar mi presencia en todo sitio.

mientras aceleraba un poco el paso hasta casi pisarte los talones se me vino a la mente como si fuese un recuerdo lejano tu expresión de esta mañana ante tu celular con el brillo al máximo. ese mensaje inesperado de su parte que logró sacarte una sonrisa pero no tan brillante como las que solías esbozar estando a mi lado, cuando sorpresivamente acercaba mi cuchara con helado de fresa a tu rostro y tu lo aceptabas radiante, robándome besos con aquel dulce sabor que amaba.

te observaba jugando con tu anillo, nervioso y probablemente ansioso por el leve atraso que llevabas hacia tu cita. sin poderlo evitar un largo bufido escapó de mis labios mientras me cruzaba de brazos, pasando detrás tuyo cuando abriste la puerta de vidrio de esa conocida heladería y una suave campana nos dio la bienvenida.

tu cabello se agitaba en distintas direcciones cuando buscabas curioso a ese nuevo chico, que en una mesa lejana se le notaba paciente y relajado. no mentiría, tenía un rostro como si fuera esculpido por 7 ángeles y 8 dioses en un día soleado. yo no tenía los ojos así de grandes y brillantes, o esa sonrisa perfecta digna de comercial, y mucho menos los labios así de lindos. comparándome a él acabé bajando ambos hombros, esperando liberar parte de mi tensión muscular y sentándome en una mesa continua a ustedes.

los meseros que veía caminar con prisa daban reverencias y se marchaban a cada segundo, a este punto no sabía si era posible lograr marear de tan sólo verles. todo mi desinterés se esfumó al oír su risa, y frunciendo el ceño levemente fijé mi vista en su mesa.

sentí como si mi corazón parara de golpe. ¿era si quiera eso posible? ¿cómo sabría yo la sensación exacta de un paro cardíaco? bueno, podría describirla de muchas maneras distintas si me pusieran esa escena en repetición unas mil veces más.

- vamos, no seas aguafiestas. es helado de fresa, a todo el mundo le gusta.- te oí decir con alegría, inclinando tu cabeza hacia la derecha y ofreciendo un poco de tu helado al chico frente a ti.

- yah, sabes perfectamente que detesto el sabor artificial de la fresa. ni se te ocurra acercarme eso, tonto.- y él te respondía con fingida molestia, lo sabía por su linda sonrisa y dulce mirada.

no tuve mucho que hacer durante esas 2 horas, sólo mantuve todo el tiempo mi codo sobre la mesa y apoyaba mi cabeza sobre mi mano con algo de lástima, escuchando como le contabas sobre mi programa favorito entre risas mientras cientos de preguntas me perforaban la mente por segundo.

¿acaso esa era una manera nueva para superarme? ¿o quería lograr que el tal "jaemin" se parezca a mi? ¿tu conciencia sentiría paz después de tanto tiempo, hm? ¿y si todo era una especie de broma y querías que viera todo eso a propósito? no serías capaz, ¿verdad, jeno?

si tan sólo las estrellas que empezaban a salir lograran cumplirme un deseo, sería el que me notaras nuevamente porque no creo poder soportar este martirio.

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nueva mañana, nuevo genio decían. cualquiera que se cruzase por tu camino ese día lunes notaría enseguida tu frustración y mal humor, y tampoco ignorarían aquellas ojeras por agotamiento. ¿qué te habrá causado tanta mala suerte al despertar? ¿habrá sido porque pisaste primero con el pie izquierdo, porque derramaste leche en tu polerón recién lavado o cuando te golpeaste la rodilla con la cajonera abierta?

sea cual sea la razón, no pude evitar esbozar una sonrisa por toda la ternura que me causas. ver el puente de tu nariz un poco arrugado y escucharte murmurar cosas inentendibles a mis oídos es algo que estada decidido a jamás olvidar.