⁞#Saturday⁞

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🐿🐇

Era raro, definitivamente todo lo que ocurría era raro.

Luego de tener ese raro sueño despertó de un salto de su cama, con una capa de sudor cubriendo completamente su cuerpo acompañado de aquella sensación de miedo y resentimiento.

Su cuerpo se sentía denso y su respiración era agitada, pero restregó sus ojos para luego abrirlos de manera lenta para poder adaptarse a la luz que entraba por la ventana de la habitación.

A decir verdad, nada había cambiado.

Sus ojos volvieron a picar, tal vez era estúpido, pero en su interior tenía aquella esperanza que decía que podría volver a su universo, pero el mundo parecía darle cualquier señal menos una positiva.

El peli rosa se levantó de su cama para acercarse a su ventana y cerrarla, era invierno, por lo tanto, el frío era bastante presente en la ciudad de Seúl por lo que no era bueno tener la venta abierta mucho tiempo.

El horario en su reloj marcaba las ocho en punto, por lo que tomó un suspiro al recordar que era sábado y por su suerte no tendría prácticas.

Con su mirada recorrió toda la habitación, aquella habitación la cual estuvo viviendo los anteriores dos años con sus compañeros de grupo. Definitivamente no era la habitación más linda del mundo, su pared era totalmente blanca mientras que algunos cuadros —que Chan y Changbin lo obligaron a colgar— decoraban la habitación. Su mirada se centró en aquellos peluches qué estaban encima de la silla la cual generalmente se sentaba a escribir algunas letras de canciones las cuales jamás lograban terminar.

Se sentía extraño, por más raro que sonara, sus compañeros de grupo no tenían peluches, ni siquiera Hyunjin siendo el "maknae" de su "nueva" agrupación le gustaban los peluches, era algo muy extraño a su parecer. O tal vez era el simple hecho de que se acostumbró a que un extranjero con cara de masita tuviera un increíble amor hacía aquellos peluches.

Sonrió algo triste al ver aquellos peluches, por lo que tomó uno que tenía forma de molang y lo acarició de manera suave, para luego sentir el perfume de aquel tierno animal de felpa. Abrió sus ojos al sentir aquel aroma, quizás su olfato no era el más sensible del mundo, pero podría distinguir aquel aroma a vainilla en cualquier parte.

El alto parecía un animal buscando a su dueño en todas partes, no le bastó con recorrer toda la sala en busca del extranjero, sino que también entró en cada habitación de los miembros, llevándose una riña de Chan, el cual dormía plácidamente en su cama. Pero terminó por llevarse una decepción al ver qué no el extranjero ni Changbin y Hyunjin se encontraba en la casa.

—¿Que te pasa? —está vez hablo el mayor, con un tono de somnolencia—

No hubo ninguna respuesta.

El peli rosa regreso a la sala, sentándose en el sofá mientras observaba aquel peluche el cual aseguraba que no se encontraba el día anterior en su habitación.

—¿Me quieres explicar que te ocurre? — Chan entro a la sala con unas pantuflas de pollito y una cara de pocos amigos—

—Yo...—no logró acabar de hablar ya que la puerta principal del departamento fue abierta sin previo aviso—

Changbin y Hyunjin entraron en el departamento, tampoco con caras muy felices que podría describir.

—¿Lo encontraron? — ambos negaron con la cabeza— ¿Dónde mierda se puede ir un niño de quince años? —Chan comenzó a morder sus uñas en forma de desesperación—

Para cualquiera lo que habría dicho Chan hubiera sido trágico, pero para Minho fueron las palabras más felices de toda su existencia.

—Lo buscamos en todos los lugares posibles, pero no lo encontramos, también fuimos a hablar con su madre, pero la señora Han tampoco sabe dónde está...y... Estoy comenzando a preocuparme mucho ¿Y si le pasó algo? ¿Tendrá hambre? ¿Estará con alguien? —esta vez hablo Hyunjin, casi al borde del llanto mientras que Changbin lo abrazaba—

A one week without Jisung #MinSungWhere stories live. Discover now