Extra 1.

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Xel había muerto y se había llevado consigo una gran parte de Gea. No importaba si había más personas a su lado, Xel era irremplazable, seria inolvidable y junto a lo que el había dejado, los sentimientos que provocó, todo lo que su sonrisa ocasiono... lo que sus besos y te amo ocasionaron.

Gea estaba destruida, sus sentimientos estaban hecho nada, su sonrisa estaba desvanecida.

Cuando Xel intentó besarla por última vez, cuando a pesar de estar con Eros ella lo permitiría, cuando... cuando sus ojos se cerraron y su mirada se despidió de ella, cuando en ese momento Eros supo que como el primer amor no había nada. Si, él estaba con Gea, pero sabía perfectamente que el corazón de ella siempre estaría dividido en dos partes. Y, no, no le daba rabia aquello.

Era suficiente con que ella estuviese con él y lo amase; de lo demás se encargaba el, verla sonreír era suficiente para vivir de forma feliz. Una sonrisa de Gea equivalía a una eternidad llena de felicidad.

Analí mantenía el silencio la mayoría del tiempo, guardaba luto a la Isa que fue su hermana, a la que la acompaño mientras su madre moría de cáncer, a quien estuvo con ella en sus momentos mas felices. Gray y Darwin debían retomar su relación, como era antes. Antes de crecer y volverse delta y beta del alfa Eros.

Clarisse estaba cien por ciento segura de que su lugar era al lado de Xel, no al lado de Gea. Su amistad lo fue todo, pero en ese entonces no había conocido el amor. Lo conoció cuando vio que el hombre al cual amaba era feliz al lado de otra persona, se lamentó cada segundo el haberse involucrado con el sin saber cómo era su relación con Gea. Tal vez si hubiese tenido más tiempo para conocerlo y estar segura de que era su mate.

Pero no, ella no tenía la culpa. Amar no es algo por lo cual uno se debe sentir culpable.

Y Xel, el solo pensaba si podría algún día volver, si algún día podría ver los ojos de su Gea una vez más, pero no... no era un libro de fantasía, el no volvería por arte de magia a reclamar el corazón de su amada.

Había pasado una semana, la herida siquiera había empezado a sanar, era como si le hubiesen hecho mil cortes sobre su piel y aun después de terminar seguía teniendo la sensación de que continuaban haciéndolo, de que su piel era violada con un filo de una espada o hasta de una misma flecha.

El frio viendo abrazo su cuerpo haciendo que su pelo se moviese al compás de el, suspiro mirando sus pies descalzos.

—¿Gea? —La voz de Analí a sus espaldas la hizo sonreír levemente, pero su sonrisa mentía, claro que mentía.

—¿Qué sucede? —Pregunto acercándose, pero Analí aún mantenía su distancia, no había sido ella, pero la culpa en su pecho era inevitable, había sido su hermana la asesina de uno de los hombres que amaba y eso no podía resolverse con una disculpa, lastimosamente, una persona no vuelve a la vida con un "Lo siento."

—Vamos a comer... ¿vienes? —Ella asintió para Analí. Ambas emprendieron su corto camino hasta casa, casa cuyo patio delantero fue el escenario donde Xel había muerto, en sus brazos, diciéndole te amo, a ella.

—¿Están todos? —Su pregunta hizo que las manos de Analí se juntaran en señal de nerviosismo.

—No, Eros y Darwin están en el casti... mansión principal. —La mirada de Gea se nublo, suspiro agotada.

—¿De nuevo? ¿Cuándo se fue? —Gea se detuvo, Analí copio su acción —¿Se fue luego de yo salir? —La chica asintió. Aquello se había vuelto habito en lo que iba de semana, no hablaban; simplemente dormían en la misma cama y al posarse el sol cada uno tomaba su camino, pero cuando llegaba la noche era lo doloroso, Eros debía esperar que ella se durmiera para recostarse y sentir el aroma de su mate a su lado.

—Gea, se lo que estás pensando, pero también te corresponde a ti. —La mirada de ambas se encontraron, había interrogación en la mirada de Gea y Analí sabía que podía explotar y matarla muy fácilmente. —Tu mirada no me atemoriza, si crees que evitare mencionar su nombre te estas equivocando. Sé que duele, se lo que estas sintiendo...

—No, tu no lo sabes. No lo sabes —Uno de los dedos de Gea la señalaba, juzgando sus palabras.

—¡Por supuesto que lo sé! —Grito enojada Analí —Yo perdí a mi madre hace menos de dos meses, perdí a mi hermana menor, perdí mi vida completa y ahora... ¡ahora tengo poderes y soy pareja de un lobo! —Suspiro —Deja de creer que eres la única que está sufriendo, todos hemos perdido algo, y Eros siente cada día que pasa que te pierde a ti y tú no haces nada para arreglarlo, ahora dime ¿Quién es que no sabe las cosas aquí? ¿Tu o yo? —Ella tenía razón. Sí, claro que la tenía.

Gea le dio una última mirada y emprendió camino hasta la casa, al entrar vio a Clarisse, Gray y Jake en espera de las dos, vio los platos en la mesa y se fijó en que había tres espacios vacíos. Tres espacios que le recordaron exactamente a las tres personas que hacían falta en ese momento, se sintió flaquear, su pecho se contrajo de sufrimiento y su boca se secó al momento.

—Vamos Gea, desayunemos —Analí podía sentir las emociones de Gea, sus poderes eran mucho más fuerte de lo que Isa había dicho.

Ambas caminaron a la mesa, y todos desayunaron en silencio, los ojos de Clarisse estaban en su cuñada, había furia, había tristeza, ella la culpaba por la muerte de Xel, después de todo si él se hubiese quedado en una relación con ella, si Gea no hubiese confesado que era la mate del alfa, si Gea... si Gea simplemente no existiera todo sería mucho más fácil de sobrellevar, dado que el sufrimiento de ese presente no existiría.

—Ya basta Clarisse —Analí, quien cargaba con los pensamientos, los sentimientos y los problemas de todos espeto furiosa. —Deja de pensar cosas tan estúpidas.

—Esta es mi casa, la que no debería estar aquí eres tú.

—No, esta es mi casa. Y aunque crees que no es así lo es, follo con el dueño, soy su mujer, él es el alfa, el dueño y pues... lo demás no debo decirlo. —Todos guardaron silencio, nadie quería chocar con Gea en aquellos momentos, todos sufrían la muerte de Xel, pero... ella, ella parecía vivirla en carne propia, su lazo y todo lo que contenían sus sentimientos el uno para el otro.

—No entiendo como tienes el coraje de dirigirme la palabra, todo esto es tu culpa. —Gea flecho su cuerpo con sus ojos.

—¿Mi culpa? —Sonrió, pero no había felicidad en ella, sino indignación —¿Es mi culpa que salvara tu cara bonita? ¿Es mi culpa que Isa lo matara? Acaso... ¿Me culpas de que a través de su muerte tomase la valentía para matar a su alma? —Ella se levantó caminando hasta donde se encontraba Clarisse —Realmente no sé cómo te llamaba mi mejor amiga, no haces nada ni siquiera por ti misma.

—No te atrevas a querer verte superior a mí, no lo eres. —Fue el turno de Clarisse levantarse, las tres personas que restaban en la habitación mantuvieron el silencio, a excepción de Jake.

—Claro que lo es, tu solo eres una persona que se convierte en lobo; ella siendo de carne y hueso es capaz de salvar media población sobrenatural, ¿Qué has hecho tú por tú título?

—Basta —La voz del alfa Eros sonó, los lobos bajaron la cabeza en sumisión mientras Gea y Analí lo miraban. —Si solo piensan discutir les pido que se vayan de mi casa, no pienso tolerar más energía negativa, ya tengo suficiente —Aquello último fue un susurro.

—¿Sabes quienes discutían? —El corazón de Eros se aceleró, era ella, quien le hablaba era su mate; pero lo que preguntaba... ¿Era lo único que tenía por decir?

—Lo sé, Gea —Ella sintió el corazón en la boca, parecía haber olvidado la sensación y el sube y baja de emociones que sentía al escuchar su nombre ser nombrado por el.

Las cosas que te hace sentir tu alma gemela nunca se compararan a lo que te puede hacer sentir el hombre que amas y que también te ama.


*

Hola, estos extras serán momentos que pasaron después de la muerte de Xel, serán narrados desde antes del nacimiento de Nael. Ily.🥰🥰

Gracias por leer.

Gea: por siempre el deseo del Alfa Eros. [Aeterna 1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora