—Katy... me llamabas así.

—Katherine, no me cambies el tema y por favor ya no insistas. ¿Sí? Esto ya empieza a ser molesto. —dije.

—Dave... —se le corto la voz.

Oh no.

Va a llorar.

—Colgaré —es esta vez no fue amenaza, realmente lo hice.

¡Qué huevos!

Sacudo la cabeza, se me puso chinita la piel y arrojé el teléfono al sillón.

Ugh

Casi siete meses de relación, fue realmente una tortura. Solo por querer intentar lo que se sentía tener algo estable. Ahora que lo pienso, la culpa la tiene mi madre y su club de bingo por presentármela. Esas señoras son malas, pero más malas que el doblaje de -The powerpuff girls- al castellano.

Enserio no comprendo esto desde que inició con una actitud de niña mimada me ha causado varios problemas, me he sentido hasta incómodo a su lado y se lo dije en varias ocasiones. Su bipolaridad me da miedo, normalmente ella es... como decirlo... un poco más imponente, divertida en ocasiones y bastante madura, así la conocí y puede que tal vez hasta se miraba algo malvada... creo que podría hacer llorar a un niño con solo mirarlo.

Regreso al pateo a enjuagar a Box, el me miraba con mucha atención.

—Si es ella, otra vez —le dije, con él podía platicar, no me sentía loco ya que alguien me escuchaba y me gusta, solo por el simple hecho de que no me una opinión o me dice que es lo que debo hacer. No como Chris, él nunca se calla.

Box se sacudió y me mojó todo. Gracias por eso. Hora de bañarme.

Cuando bajo ya aseado voy a la cocina y abro el refrigerador por una cerveza. Reviso el calendario.

27 de enero.

Después de terminar de ver una película me preparo algo de comer. Me percaté que la contestadora marcaba que tenía 12 mensajes de voz acumulados.

Con una papa frita en la boca, apreté el botón para que se reprodujeran.

—Hola... Dave... —enseguida reconocí la voz de Katherine, corté el mensaje y cambié al siguiente.

—¿Bebé? —hag, enserio me irrita que me diga así. Siguiente.

—¡Dave! —¡siguiente!

No fue una sorpresa que los primeros cinco mensajes fueran de Katherine.

—¿Hola guapo, ¿dónde estás? Tiene tiempo que no me visitas —dijo la seductora voz de Helen.

No gracias, en estos momentos no busco nada... serio...

—¿Dave, estás en tu casa? Si quieres puedo hacerte una visita rápida... Llámame —Nina, prima de Chirs. ¡Ja! si supiera Chris me mata.

No gracias, estoy bien solo, solin, solito en compañía con Box, aunque... No me vendría mal una visita... No.

—Hola ¿Cómo estas Dave? ¿Te acuerdas de mí? Deberías de llamarme...

Okeit, esto ya se me está haciendo extraño...

Estoy casi seguro que tiene que ver algo en esto Chris. Creí que la ruptura de mi relación con Katherine había sido bastante discreta y silenciosa. Será que el viento le susurró a todo el mundo sobre la soltería de este galán. Esto va hacer un caos.

—¡Hermanito! ¿Cómo has estado? Espero que bien, paso a decirte que pronto estaré en casa de mamá, tengo tantas cosas que contarte... California ha sido fantástico, en fin, nos vemos en unas semanas. Te adoro —y terminó el mensaje de mi hermana Rachel.

—Hijo, Rachel regresa de California, por lo cual haré una cena de bienvenida —que rápido corren las noticias en este siglo— Trae a Chris para celebrar y a Katherine —está loca si cree que la llevare— Yo te aviso en cuanto llegue. Te ama mami. Por cierto, no me has venido a ver... —corto el mensaje para evitar escuchar todo el reclamo que va dudar no menos de 5 minutos.

—¿Ho-hola?... —se escuchó una voz que no reconocía— ... —un ruido extraño y se cortó el mensaje.

Revise por curiosidad: -número privado-

—Oye broth. ¿Ya tienes los diseños de las propuestas terminados para mañana? Esta vez llegaré temprano para hacer todo lo ya acordado, lo prometo. —Sonrío — Por cierto, no te desveles viendo porno — idiota— Es broma. Solo juego, nos vemos mañana —estúpido Chris.

Ahora que recuerdo, tengo que guardar todo, no quiero que nada se me olvide.

Fui a mi escritorio y acomodé todo para mañana. Salgo del cuarto y cierro con llave para evitar algún accidente con las travesuras de Box.

—¡Box! —Grito y camino hacia la puerta principal— Vamos muchacho.

Box baja corriendo con su correa en la boca.

—Dámela —la jalé— Dá.me.la —jalé más fuerte hasta que la soltó...

Coloqué la cuerda de la correa a su collar.

—Vámonos, necesito despejar un poco mi mente sobre este día, ya veremos que nos encontramos.

Ya bañados, guapos y perfumados salimos a correr y pasear un rato y chocar un poco de miradas. 



  ♡ 

Vamos poquito a poquito. Saluditos a todos


Inexperto Papá.Where stories live. Discover now