3

16 6 0
                                    

— MiNa —le llamó JiHyo, a su lado. La nombrada hizo un sonido con su garganta como respuesta—. ¿Cómo te ha ido en estas horas? —la muchacha dejó de resolver el taller que les había dejado el profesor antes de acabar su jornada.

— Normal —respondió, tratando de evitar el tema que seguramente quería tocar su mejor amiga.

— Tus mejillas dicen lo contrario... —se burló al ver cómo la japonesa cubría sus sonrojadas mejillas.

— Bueno, fue extraño —confesó—. Estoy acostumbrada a sentarme contigo, a veces con Lisa o Minnie —comenzó a jugar con el lápiz que tenía en mano—. Sentarme con un chico que no conozco... —vaciló con las palabras.

— Que, a parte, es tu crush —añadió su contraria.

— Calla —se apresuró a cubrir la boca de Park, con temor a que fuesen escuchadas. Que estuviesen solas en el salón no significaba que no hubiese gente a sus alrededores y que uno de sus secretos se descubriera.

— ¿Hablaron? —preguntó entusiasmada, una vez fue liberada.

— Me pidió ayuda cuando no entendía la letra del profesor en el tablero.

— Y como la amable y buena compañera que eres, le ayudaste —concluyó, dramatizando la oración. Ambas carcajearon y continuaron con la tarea que les habían dejado.

— ¿Qué hay de ti?, ¿JayB te molesta mucho? —no pudo evitar reír al ver la cara de sufrimiento de la coreana.

— Qué decirte... —suspiró—. Escribir todo dos veces cansa. Todavía me duele la muñeca —masajeó su extremidad nombrada, al mismo tiempo que hacía un tierno puchero. Su compañero no podía escribir, así que su tortuosa conciencia le obligó a pasar todo al cuaderno de él.

— Justo caíste en su brazo derecho —ahora, la que se burlaba era MiNa.

~/\^/\^/\~

— Buenas tardes, Noona —saludó un peliblanco.

— Buenas tardes, Unnie —saludó una castaña.

JiHyo entrecerró los ojos y los contrarios rieron, les encantaba molestarla. Los tres eran del 97, por lo cual quedaron en que no habría formalidad entre ellos -sin contar que la coreana se siente vieja cuando le dicen así-.

— ¿Lo mismo de siempre? —preguntó la mayor.

— Sí —respondieron los tailandeses en coro.

Lisa y BamBam siempre iban los lunes y jueves a la cafetería en la que ella trabajaba, por eso, ya se había acostumbrado a verlos frecuentemente por allá.

Sus amigos pagaron su comida y se ubicaron en la mesa de siempre para "estudiar"; jugaban y hablaban más de lo que estudiaban o hacían tareas. Cuando tenía listo el pedido, fue a su mesa para entregarlo. Antes de regresar, Lisa llamó su atención.

— ¿JiHyo, entendiste los ejercicios que dejó el profesor de física? —hizo puchero, señalando el primer ejercicio -de veinte- que había dejado.

— Sí, no es tan complicado —respondió relajando su postura, se apoyó en el espaldar del mueble de la chica—. Ya te paso mi tarea.

Los extranjeros se alegraron en demasía y le agradecieron con un abrazo en la cintura debido a la diferencia de posiciones. La de cabello rosado sabía que ellos no le copiarían todo el trabajo; Lisa entendía observando el método de su amiga para llegar a la respuesta, luego le explicaba a su mejor amigo, para al final comparar los resultados de los tres cuadernos en la mesa.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Feb 04, 2023 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

La Ayudante [JiHyo×JaeBeom]Where stories live. Discover now