ZY: <Joder, perdí>

CS: <VIEJA CHISMOSA>

LW: <¿Te regañó tu madre?>

<No, aún no ha dicho nada, además de quitarme el celular lo ha ignorado por completo. >

KS: <Vaya mala suerte.>

Dejó que la pantalla se apagara.

Sí... era mala suerte.

Salió de cuarto con confianza, sabía que sus padres ya no estaban ahí a pesar de ser un día festivo, desde ese momento sintió que la noche sería muy larga y aún había mucho que preparar. 

Xiao Zhan sonrió al celular, la luz emitida por la pantalla proyecto interesantes sombras sobre su rostro y su madre, la señor Xiao, entrecerró los ojos desde la cocina al verlo

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Xiao Zhan sonrió al celular, la luz emitida por la pantalla proyecto interesantes sombras sobre su rostro y su madre, la señor Xiao, entrecerró los ojos desde la cocina al verlo.

—A-Zhan, dile a tu novia que debes ayudarme a cocinar, que te espere un tiempo —el nombrado se sonrojo un poco y dejo el celular sobre el sofá.

—Voy mamá —se paró casi tropezando contra una caja de regalo recién decorada por él mismo, la recogió y la puso sobre la mesa.

—Con cuidado, el amor es divertido pero golpear la mesa por distraído no tanto —soltó una pequeña risa, disfrutando la sensación de burlarse de su hijo un poquito.

—Si, si —llegó junto a ella, agarró la cuchara mientras movía la salsa que pondrían sobre el pavo para la cena.

Cocinaron en silencio durante un tiempo hasta que Xiao Zhan se aburrió.

—¿Puedo poner música? —su madre asintió mientras seguía picando las verduras.

—¡Pon mi playlist! —dijo la señora emocionada, Zhan sonrió de lado sin quejarse después de todo, sus gustos musicales eran los mismos producto de su madre dejando que él pusiera las suyas y finalmente cayendo enamorada de los mismos artistas, ella era aún más fan que el propio Zhan.

Agarró el celular de su madre que estaba en la mesa para poder poner la música, pero un mensaje llamó su atención.

—Tienes un mensaje —anunció.

—Léelo por favor.

Tecleó la contraseña con el permiso dado y abrió el chat de una de las amigas de su madre.

—Es la señora Jiao, dice qué... —leyó el mensaje mientras fruncía las cejas, con incomodidad— si puede hablar contigo, al parecer su hija ha salido del clóset y no sabe cómo reaccionar.

Volteó para ver el rostro de su madre, quién no cambió de expresión mientras seguía cocinando.

—Dile que podemos juntarnos la próxima semana, pero que no actúe precipitado por ahora. —aconsejo, su madre no era terapeuta pero sus amigas confiaban en ella para dar buenos consejos debido a que era maestra en un buen instituto con varios adolescentes desastrosos a los cuales lograba ganarse.

Gracias A MamáWhere stories live. Discover now