Capítulo 7- Primera Categoría

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Llegue a casa con respiración agitada, aun eufórica por todos los eventos del día.

-He vuelto!-grito desde la puerta mientras me quito los zapatos.

-Bienvenida Kei! -escucho a mi madre decir desde la cocina.

Me asomo para verla picando algunas verduras. A su lado está mi padre, cocinando algo en el sartén. El delicioso olor a carne se esparce por el aire.

-Llegas un poco tarde, no es así..?-pregunta  mi madre alternando la vista entre las verduras y yo.

Mi madre tiene los mismos ojos que yo, color turquesa, sin embargo su cabello es color negro y colocho... estatura media y piel blanca.  Una peculiar característica de mi madre es que por alguna razón siempre esta sonrojada, lo que le da un aspecto muy amigable (excepto claro cuando está enojada).

Me siento en uno de los banquillos del desayunador, para quedar frente a ella.

-Si tenía club de basketball, recuerdas?- le respondo y ella pone los ojos en blanco, como diciendo "como olvidarlo" debido a que he hablado de ello desde que me inscribí a Teiko.

-Ni siquiera voy a preguntar cómo te fue- dice entonces, mientras yo le robo uno de los palillos de zanahoria y lo muerdo- sé que lo hiciste excelente- agrega con orgullo.

-Por supuesto, sé que aplastaste a esos chicos- agrega mi padre. De él es que saque el pelo color turquesa, aunque él tiene los ojos cafés claros. Es bastante alto, y de piel más oscura que la de mi madre, con nariz afilada y ojos pequeños. Mi padre también es bastante deportista, aunque no se dedica al basketball ya que lo suyo es el ciclismo… pero probablemente de ahí vengas mis piernas rápidas.

-Hay que esperar mañana a los resultados.... estoy algo cansada así que subiré a dormir.

-No vas a comer?-pregunta mi madre.

-Ya comí- respondo, sin poder ocultar la enorme sonrisa que se asoma por mi rostro... Antes de que pregunten algo más, me doy media vuelta y subo las escaleras, hacia mi habitación.

Una vez arriba, me arrojo a mi cama y es en este momento cuando todo el cansancio vuelve a mí. Estiro mi brazo para tomar el bolso que había lanzado al suelo y tomo mi celular, cuando lo busco, me encuentro con las galletas de Riko y las observo, están todas quemadas, pero al menos esto disimulara el sabor.

Saco una y la como, arrugando un poco el rostro ante el extraño y nada agradable sabor. El problema de Riko, es que siempre le agrega proteínas o vitaminas que probablemente en alguna otra comida o en pastillas no deben saber tan mal... pero combinadas y en una galleta saben horrible.

A pesar de saber que esto será una tortura para mi estómago, siempre hago el esfuerzo de comerlo, ya que se lo mucho que se esfuerza ella y las intenciones con las que las prepara.

Le envió entonces a Rikorin un mensaje pidiéndole que se asome por la ventana, ya que nuestras habitaciones son consecutivas.

Abro la ventana y el frio de la noche choca con mi aún caliente rostro, lo que hace que me estremezca.

-Rikoriiiiiin!- llamo a mi amiga.

-Kei!-dice con tono molesto- porque hasta ahorita me llamas!? Sabes lo impaciente que he estado?!

-Lo siento... lo sie...heii! Cuidado!-digo con una risa, mientras esquivo una almohada que Rikorin lanza desde su habitación.

-Y bien?-pregunta entonces.

-Creo que lo hice bien!

-Sé que lo hiciste bien, yo te entrene, recuerdas? Por qué tardaste tanto?- la veo levantar las cejas y cruzar los brazos.

Demonios Akashi-sama tiene razón, soy demasiado transparente...

-Salí a comer... con un sempai. La  sonrisa de Rikorin se extiende completamente- pero no pasó nada!- me apresuro a decir...- Buenas noches Rikorin, estoy cansada- cierro la ventana antes de que pueda preguntar algo más.

Riko al otro lado suspira, y después se despide cerrando la ventana.

***

No hace falta decir que el día se pasó extremadamente largo, como siempre sucede cuando se espera algo importante al final... así que después de las pesadas horas de clases, llego el momento de ir al gimnasio y escuchar los resultados.

Entonces, el supervisor y los entrenadores de cada una de las categorías se pusieron al frente. En la cancha que estaba a nuestras espaldas, se oían las pisadas de los chicos entrenando... claro los que ya tenían su puesto no tienen que preocuparse de nada.

Me distraigo viendo a Akashi-sama jugar con Aomine y Kurorin. En el otro equipo están Nijimura-sempai con Murin y un chico de cabello blanco. Akashi y Kurorin son increíbles, a pesar de no ser tan altos son de primera categoría y extremadamente buenos! Definitivamente ellos son a los que debería pedirle por consejos.

En ese momento comienzan a llamar nombres, y mi corazón se detiene. Los chicos que son llamados se colocan en sus grupos, uno a uno... llaman al último chico, y yo sigo ahí.

El supervisor camina hacia mí con cara seria, y presiento por sus ojos que algo malo esta por pasar... solo se escuchan sus pasos, debido a que incluso los chicos han dejado de entrenar, todos atentos a lo que me dirán.

-Mizui-chan...- comienza a decir y pone su mano en mi hombro.

Doy un paso hacia atrás.

No.

-Si fueras un chico, diría que tu nivel es de la primera categoría. Sin embargo no sé qué tan buena condición tengas para aguantar los entrenamientos.

-POR FAVOR DEJEME ESTAR EN EL EQUIPO! -digo inmediatamente, porque sé que a continuación dirá que no puedo estar. El gimnasio esta en tal silencio, que mis palabras resuenan en un eco.

-Nuestro lema es siempre obtener la victoria... Mizui-chan- mientras lo dice siento todas las miradas de lastima hacia mí... mis ojos están a punto de ponerse cristalazos...por lo que bajo la cabeza,  pero el supervisor sigue hablando- por eso quiero que, aunque no puedas competir con nosotros, trabajes por la victoria. Bienvenida a la primera categoría Mizui-chan- con sus palabras levanto la cabeza, para verlo mirándome con una amable sonrisa- espero que aguantes nuestros entrenamientos- esta vez su sonrisa se vuelve algo sombría, lo que lo hace que me dé un poco de miedo

Mis ojos se abren completamente y por impulso salto hacia el supervisor para abrazarlo                 

-De verdad le agradezco por la oportunidad. Aunque no juegue con el equipo, todo lo que quiero es mejorar.

-No solemos hacer esto- me dice el mientras da unos pequeños golpes en mi cabeza- pero tu talento nos ha convencido. Además tengo planes para ti.

No se puede expresar la felicidad que siento en ese momento, y es que quería estar en la primera categoría no por la gloria o el título que este promete, sino porque sé que jugando y entrenando con jugadores de tal nivel mejoraría mucho.

Y no solo eso, ahora podría jugar basketball con Akashi-sama, Murin, Midorin, Kurorin y Aomine. Sé que solo los conozco hace cuatro días, pero me habían agradado desde que los conocí, y no solo eso, haber jugado con ellos ayer había hecho que quisiera más juegos con ellos, me había hecho desear ser parte de su equipo.

Y en ese momento, al pensar en esos cinco chicos, me volteo a ellos porque sé que me están viendo.

Aorin levanta la el pulgar como signo de aprobación, Murin se viene hacia donde estoy y me aplastAbraza... Kurorin al lado de Murin me felicita.

Midorin, bueno él solo me mira, tan serio como siempre.

Y Akashi-sama me observa fijamente con sus ojos rojos y afilados. Con una mano apoyando su cadera mientras con la otra sostiene el balón, y con una sonrisa torcida en forma de aprobación.

Me había dicho que no lo decepcionara y no lo había hecho... he logrado entrar.

Pero estar en la primera categoría es solo como gatear, ahora debo sobrevivir al entrenamiento.

La Caida del Emperador*Akashi Seijuro*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora