~N.º 2

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9 de agosto de 2021, Barcelona.

Esa misma mañana llegó a la ciudad condal la hermana pequeña de los Alarcón, Arizona. Noah fue a recogerla al aeropuerto para después poner rumbo a la casa de los González donde la malagueña iba a hospedarse durante la próxima semana.

—Te hemos echado mucho de menos por aquí— dijo Arizona tumbándose en la cama de la canaria.

—Y yo a vosotros, pero ya me tenéis de vuelta y esta noche lo vamos a celebrar por todo lo alto.

—Por cierto, ¿Quiénes vamos a ir?

—Mi hermano, tú, Leire, unos compañeros de mi hermano del equipo y también de la selección—recordó Noah.

La mañana y parte de la tarde la pasaron en casa y la gran mayoría del tiempo acompañadas por Fernando hasta que fue a recoger al pequeño de los tres al entrenamiento.

—¿Pantalón corto negro o falda de tubo negra?— preguntó la malagueña sacando ambas prendas de su maleta.

—Falda de tubo, sin duda— dijo tajante Noah— Yo no tengo ni idea de que ponerme, podría ir en pijama.

—Aunque la idea no está mal, igual no te dejan entrar a la discoteca. No entiendo como puedes dudar tanto si tienes ahí— dijo levantándose del suelo y agarrando un precioso vestido granate con la espalda totalmente abierta— esta joya de vestido.

—Tienes razón, el vestido es precioso y una noche como la de hoy lo merece.

Las dos chicas se ducharon por turnos en el baño de la habitación de la canaria para después vestirse, maquillarse y peinarse. Antes de irse de casa las dos iban a cenar algo junto con Pedri que también iba a ir a la fiesta.

—Vale, he hablado con Éric y con Javi y me han dicho que van a ir directamente en taxi, no se la van a jugar a coger el coche— comunicó Pedri dándole un mordisco a su hamburguesa.

—Pues nosotros podríamos hacer lo mismo, ¿no?— sugirió Arizona.

—La verdad es que es una buena idea, si os parece bien voy llamando yo para que vosotros podáis terminar de cenar— respondió Noah levantándose del taburete donde estaba sentada.

Media hora después los tres estaban ya preparados para coger el taxi que les llevara a la discoteca. El trayecto entre la casa que se encontraba a las afueras de Barcelona hasta el centro de la ciudad donde se encuentra la discoteca fue de alrededor de veinte minutos. Pagaron y se apearon del coche, buscando a los compañeros de Pedri.

—Mirad, están allí— señaló el pequeño de los tres.

—¡Leire!— exclamó Arizona corriendo al encuentro de la catalana.

—¡Noah! Te juro que te voy a matar por no avisarme de que volvías, pensaba que éramos amigas— dijo Leire abrazando a la canaria con mucho cariño después de casi un año sin verse.

—Y lo somos, pero amiga, se llama sorpresa. Si te lo digo se va la gracia.

La conversación entre las tres chicas se vio interrumpida por la voz de Pau Torres que estaba ansioso por entrar al reservado de la discoteca. En grupo entraron al interior para dar comienzo a la fiesta. Afortunadamente no estaba llena del todo por lo que el ambiente no era agobiante.

||Lights Down Low-Éric García||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora