Cap.8 - Los Relatos

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Fue como un instante en el que permanecí inconsciente; de repente me desperté con la misma ropa de antes pero un lugar completamente diferente.

No muy lejos se podía distinguir La Sacre Coeur; casi a nuestros pies Les Champs Elysees y L'arc de Triomphe.

- ¡¿Paris?! - Dije soltando un grito; noté la mirada del resto de comensales del restaurante; justo en la Torre Eiffel.

Él simplemente sonreía de una manera sexy y misteriosa; ugh, ¿Por que no podía ser feo?

Finalmente se decidió a hablar.

- ¿Conoces la historia de Medusa? - Preguntó poniendo una voz interesante.

Simplemente negué con la cabeza a pesar de saberla perfectamente.

Entonces déjame que te la cuente...

Medusa era una chica bellísima; tal era su belleza que hombres de todos los países venían a cortejarla, desde granjeros hasta mismísimos reyes.

Pero Medusa a penas se podía decidir hasta que Poseidón, tu papi, apareció, el también se había enamorado de Medusa y quería hacerla suya.

Ante la negación de Medusa Poseidón cayo en cólera...

Medusa huyó hacia el templo de su benevolente diosa Atenea la cuál no quería entrometerse con Poseidón e ignoró las peticiones de Medusa.

De repente, Poseidón apareció, y ante las suplicas, lloros y gritos de Medusa la poseyó en el mismísimo suelo de mármol del templo.

Satisfecho Poseidón se fue dejando a Medusa tirada en el suelo; ante aquello finalmente Atenea apareció y observó con asco a Medusa.

Atenea decidió castigar a Medusa, haciendo que ningún hombre volviese a admirar su perfecta belleza superior a la de la envidiosa Afrodita.

Los largos cabellos dorados de Medusa cayeron y renacieron como serpientes, hambrientas del sufrimiento de los hombres impacientes por su primera víctima.

Medusa abandonó a sus pretendientes, su hogar y su ciudad aquella misma noche con aquel mismo vestido y con un trapo en la cabeza.

Medusa corrió y corrió todo lo que pudo, hasta que llegó a una caverna.

Allí Medusa decidió vivir y pronto los rumores de su existencia y a la vez de su belleza atraían a numerosos hombres.

Los cuáles querían contemplar y matar a la bella criatura; la primera vez lo petrifico sin querer pero al observar con placer su obra, decidió castigar a todos los hombres por la arrogancia y lujuria de Poseidón.

Enjuagué una lagrima de mi ojo izquierdo; aquella historia siempre me había dado pena.

No podía entender como había sido aquello.

- ¿Quieres que te cuente el relato de tu madre? - Preguntó él volviendo a poner su voz interesante.

Aquello si que era interesante...

- ¿Mi madre? El Señor D me dijo que fue una humana que murió al darme a luz... - Yo lo había creído fielmente.

- ¿Y tu le creíste? - Soltó una risita.- Típico.

Te contaré esa historia también (historia 100% mío jajajaj)...

Las sirenas eran una de las míticas criatura de aquellos tiempos, mitad pájaro mitad mujer.

Dado que todo aquel que escuchaba su canto pronto era rasgado por sus dientes.

Pero los dioses podían sobrevivir a aquel canto y jugaban y flirteaban con ellas.

Sobre todo Poseidón ya que eran parte de su dominio.

La sirena más bella de todas las sirenas fue tu madre; tu padre no solo se enamoró de su belleza si no también de su desesperación.

Tu madre jamás había probado a un hombre, era diferente, ella tenía anhelos y sueños.

Uno de los cuáles era cambiar su mitad pájaro por la de un pez y así poder salir de aquel escollo y bucear y poder tener una vida mejor.

Poseidón vio una oportunidad de conquistarla y la transformó.

Tu madre se divertía en el océano con tu padre pero pronto empezó a echar de menos a sus hermanas y las transformó a ellas también.

Pronto sus seis hermanas vieron que con aquella nueva capacidad podían conquistar a más hombres y tener más hijas.

Pronto el océano estaba plagado de sirenas y como castigo Poseidón castigó a todas las sirenas que nunca más volvieran a tener hijas; a todas menos una.

Tu madre al descubrir la verdadera naturaleza de tu padre, huyó.

Decidió que debía huir a algún lugar en el que tu padre no pudiese encontrarla, tierra firme.

Tu madre visitó a una bruja la cual le concedió el deseo de sus piernas humanas pero a cambio de que ella y el bebé que llevaba (y que ella desconocía de su existencia) cayeran ambas en un profundo sueño un mes antes de nacer la niña.

Y del cuál ninguna despertaría hasta dentro de eones cuando finalmente el peligro hubiera pasado.

Tu madre aceptó sin miramientos; pero antes de abandonar la gruta con sus nuevas piernas la bruja le dijo: Tu hija poseerá la belleza de una sirena y de una diosa; ten cuidado con ello.

Una de las ninfas de Afrodita espiaba a tu madre ya que la odiaba por acaparar la atención de dioses.

Tu madre se casó con un príncipe cautivado por su belleza y, ambos vivían con gran lujo en su palacio en un acantilado a orillas del Mar Egeo.

Pero, un mes antes del nacimiento de la primogénita del futuro rey, la futura reina cayó en un profundo sueño llevándose también a la princesa.

Desesperado fue a consultar al oráculo de Delfos, una bella mujer en aquella época, quién le explicó que por su bien debía arrojar a la reina y la princesa en un sarcófago hecho de oro puro.

El nuevo rey hizo lo propio pero como castigo por robarle a su amante, Poseidón, convocó una enorme ola, la más grande de la historia.

La ola hizo desaparecer el acantilado matando al rey y haciendo que el sarcófago se perdiera para siempre.

No estaba tan perdido cuando Afrodita lo localizó a orillas del Nilo; y...

Ahí acaba la historia...

Mi respiración se entrecortaba; ¿me estaría tomando el pelo? Pensé.

- Estas insinuando...-

- ¿Que eres esa princesa? Sí.- Dijo interrumpiéndome.

Me apoye en el respaldo; solté mi coleta, aquello tenía que ser una broma pesada o una mentira.

- Espera... ¿Cuantos años tengo? - Le pregunté curiosa.

El contó mentalmente.

- Unos... 3000 o quizás unos cuantos menos, no sabría decirte.- Dijo sonriente.

Bebí un sorbo de agua de mi copa; estaba nerviosa, necesitaba hablar con mi padre.

- Y ahora... Saluda de mi parte a Percy.- Dijo levantándose de la mesa.

Se estaba yendo.

- ¡Espera! .- Me levanté torpemente y pronto me derrumbe en el suelo arrastrando en mi caída el mantel.

Luke miró el rostro inconsciente de Hallie y sintió un ápice de amor que pronto ignoró sustituyéndolo por su maldad de siempre.

Él no podía amar... Y jamás lo haría...

{| Hey! Hola a tod@s he tardado en escribir pero ya ha pasado mi primera semana de exámenes esta es la última y escribiré más; espero que os guste el relato sibre Hallie y su madre :D |}

La Hija de Poseidón (Percy Jackson Fan Fic)Where stories live. Discover now