four

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— ¿hoy irás a mi casa? —preguntó el pelinaranja mirando al mayor.

estaban en la cafetería de la escuela sentados uno frente a otro. a ambos jóvenes les gustaba juntarse de vez en cuando en el receso, separándose un poco de sus amigos para saber de lo que se habían perdido en el tiempo en que no estaban juntos.

minho comenzó a pensar que el australiano iba seguido a su casa. tal vez ya no le gustaba ir y probablemente se había cansado de ir todo el tiempo.

 — no lo sé, honnie. —hizo una mueca. — tengo tarea.

— ¿de qué? tal vez te pueda ayudar. —sugirió el menor, mirando al contrario expectante. 

— biología.

— ¡amo ésa materia! seguro terminamos antes, créeme.

chan asintió sonriéndole a minho.


— creí que íbamos a terminar antes. —se burló el mayor, con una ceja alzada.

se encontraban en la casa de los bang, en la habitación de chan. estaban acostados en el piso, llevaba tiempo que minho no visitaba su casa por lo que decidió invitarlo. además, su madre, sunhee, hace días no dejaba de preguntar por su amigo de cabellos naranjas, por lo que creyó que sería buena idea invitarlo.

— ¿a mí me echas la culpa? —contraatacó lee. colocando la mano propia en su pecho, indignado. — ¿quién comenzó a besarme de la nada?

— ¡no es mi culpa que tu boca sea adictiva! —se defendió, rodeando los ojos divertido.

minho se mantuvo en silencio por un momento sin saber qué decir. sus mejillas comenzaban a arder.

se había sonrojado y quería morirse ahí mismo.

odiaba a bang chan.

 — al diablo con la tarea. —habló minho después de una larga pausa, haciendo un movimiento despreocupado con su mano. y se acercó al mayor, besándolo, quien le correspondió enseguida.

la habitación comenzaba a llenarse de chasquidos provenientes de ambas bocas. chan se separó, se sentó recargándose en la cama y jaló al menor, sentándolo en su regazo, éste rodeó sus piernas alrededor de la cintura del castaño y lentamente fueron cortando la distancia entre ambos hasta que estuvieron lo suficientemente cerca para que bang pudiese juntar las dos bocas y besarse una vez más.

— nunca más dejaré que me acompañes cuando haga tarea. —bromeó el castaño al haberse separado un poco y ambos jóvenes rieron levemente.

luego volvieron a besarse, porque jamás les era suficiente. disfrutaban sentir la boca del otro sobre la suya.

minho profundizó el beso colocando colocando sus manos en la nuca de chan mientras jugaba un poco con sus cabellos. el mayor, por su parte, rodeaba la cintura del pelinaranja.

la temperatura comenzaba a subir, sus besos ya no eran suficientes, por lo que chan se volvió más brusco y minho intentó seguirlo. parecía que el australiano quería tener el control.

las manos de bang subían al abdomen del coreano, acariciando bajo la camiseta que usaba. luego subió a sus pezones donde jugó con ellos a su antojo.

— c-chan. —dijo minho entre jadeos.

el aludido comenzó a besar el cuello de lee dejando pequeños chupetones en éste. no iban a tardar en desaparecer, de eso estaba seguro.

cuando el australiano iba a acercarse de nuevo a la boca del pelinaranja, una voz los interrumpió.

— chris, mamá... —no terminó la oración pues había visto la posición en la que el castaño se encontraba con su amigo, quienes lo miraban atónitos.

no había vuelta atrás, el hermano de chan los había visto. sin embargo, al salir de su trance, minho en seguida se quitó del regazo del mayor.

— mierda, lucas. —gruñó. — ¿qué no sabes tocar la puta puerta?

— ¿ustedes están...? —los señaló,  dejando la pregunta en el aire. ni siquiera hubo necesidad, ambos amigos habían entendido aquella pregunta a la perfección.

— eso no es de tu incumbencia. —ladró el más grande de los tres. — y ni una palabra de esto a mamá, ¿de acuerdo? —advirtió.

lucas alzó las manos rendido.

una vez más, el corazón de minho se había roto un poco.

kiss me % chanho ; banginhoWhere stories live. Discover now