Convivir

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La semana posterior había sido muy movida para la joven casi no estaba en la casa solo volvía para cenar y dormir, incluso algunos días solo había vuelto a dormir. Un yeti bebe se había aparecido en barrio residencial muggle, y como se había perdido por el barullo sus padres aparecieron a buscarlos. Las bestias blancas, peludas de gran tamaño no pasaron por desapercibidos.

Con la ayuda de magos especializados en criaturas mágicas y algunos aurores pudieron atrapar a las bestias y devolverlas a su habitad, pero las cosas no terminaron allí: reuniones y más reuniones, desmemoriar muchas personas, averiguar cómo habían llegado esos seres a ese pueblo, considerando que su habitad natural estaba muy lejos. A todo eso se le sumaba el trabajo usual: los pedidos de magos para entrar o sacar animales, la lucha por liberar a los elfos, las charlas con los centauros, entre muchas más.

El jueves, había ido a comer a lo de sus amigos para ponerlos al tanto de la situación, pero como estaba muy cansada se fue temprano, Ginny le había recordado que era habitual, sobre todo en los primeros meses del embarazo, estar muy cansada. Hermione sospechaba que eso y el hecho de que trabajaba más horas que lo habitual era la razón por la cual se dormía profundamente cada vez que apoyaba la cabeza en algo relativamente cómodo.

El sábado trabajó para terminar con algunas cosas que habían quedado pendientes, pero para después de la hora del almuerzo ya estaba libere, por lo que le envió una lechuza a Ginny y Luna para comer juntas. Hermione se puso muy contenta porque vería a su querida amiga que viajaba mucho por su trabajo.

-Hola chicas -saludó Hermione cuando llegó a una cafetería cercana al ministerio, los dueños era muggles que habían tenido hijos magos por lo cual ese lugar solía ser más concurridos por magos.

-Herm -dijo Luna mientras se paraba para darle un abrazo a su amiga- no se si felicitarte o darte el pésame -comentó con su usual cruda sinceridad.

-A esta altura ya me puede felicitar, ya lo asumí -bromeó mientras se sentaba.

-Theo me contó lo que paso -le dijo recordándole que ella estaba saliendo con Nott, quien había sido un Slytherin y amigo de Malfoy.

-Sigo sin saber en qué momento empezaste a salir con Nott -Ginny había puesto en palabras lo que su amiga estaba pensando.

-Theo estaba en las islas Mauricios investigando algo para su trabajo cuando yo fui a buscar información sobre los diricawl, esa noche hubo una fuerte tormenta y nos quedamos encerrados en el hotel y desde allí surgió la magia -las chicas escucharon atentamente a su amiga, estaban felices de que ella fuera feliz- es un chico muy amable, a veces pienso que no tuvo sentido de que lo mandaran a Slytherin.

-Es verdad, lo recuerdo de la escuela, parecía un joven demasiado honesto para ser un Slytherin -agregó Ginny mientras miraba con ansias la torta que la moza acaba de traer.

-Bueno recuerdo el último año, él era uno de los pocos de su casa, algunos lo rechazaban porque era hijo de un mortífago -recordó Hermione quizás en algún momento había creído en las palabras de la pureza de sangre.

Las charlas de las amigas continuaron entre risas, bebidas y comida hasta cuando empezaba a caer la noche, Luna fue la primera en irse ya que irían a lo del padre de Theo aprovechando que los dos estaban en la ciudad. Ginny y Hermione salieron juntas caminando hacia la casa de Malfoy para que la pelirroja pudiera aparecerse con tranquilidad.

- ¿Cómo llevas la vida con el hurón saltarín? -dijo después de un rato después de caminar en silencio.

-Para ser sincera mucho mejor de lo que esperaba, aunque no nos vemos muchos, siempre que me ve me pregunta si estoy bien o si necesito algo -ambas se quedaron en silencio pensando, la castaña sentía que habían juzgado mal al padre de sus hijos.

Ligeramente embarazadaWhere stories live. Discover now