Repítelo mil veces

Mar

Regreso a la guarida con la vista incrustada en el suelo mientras intentaba mantenerse calmado y sereno; aunque eso fuera imposible pues la imagen de Tomura vagaba libremente por su mente impregnando su presencia en cada pequeño rincón de ese lugar oscuro iluminado solo por la múltiples recuerdos e imágenes de Shigaraki

Pateó la pequeña roca en su camino con un gruñido provocando un leve polvo que se levantó y se desvaneció de inmediato como si no hubiera existido. Entro al edificio que desde fuera parecía abandonado, vio a la rubia junto a los demás consumiendo un pequeño postre de chocolate - ¿Quieres un poco? - ofreció la rubia

No - nego levemente con la cabeza y siguió su camino hasta su habitación para tomar la pequeña caja de madera con los patrones negros decorando los bordes, trazó levemente el relieve del objeto en sus manos y suspiro antes de empacarlo en una de sus maletas

Los pasos lentos y livianos llegaron a la puerta de madera la cual tenía una parte quemada y unos cuantos agujeros provocados por Dabi y Shigaraki. Parpadeó un par de veces y entro a la habitación golpeando levemente la madera, vio la maleta sobre el hombro de su compañero y sus ojos se humedecieron levemente - ¿Ya nos vamos? - preguntó

No, voy a un lugar, regreso a las tres por más tardar a las cuatro - informó mirando la hora, tenía suficiente tiempo para ir y volver

La chica simplemente asintió y caminó fuera de la habitación

[...]

Camino por las pequeñas escaleras de piedra mientras miraba la luna enrojecida cosa que le hizo recordar los ojos de Tomura, los cuales siempre le parecieron hermosos e intrigantes

Camino hasta la orilla del mar teniendo cuidado de que las olas no alcanzarán su pies, se sentó en la arena y hundió sus dedos levemente mientras cerraba su ojos para recordar el rostro de Shigaraki y sus distintas expresiones.

Levantó la mirada para apreciar la hermosa luna llena que se alzaba con elegancia en el gran cielo reflejándose en el agua de la misma forma imponente que lo hacía en el firmamento; apretó los puños y su mirada, antes tranquila y adolorida, se convirtió en una de ira y odio aunque aún se podía notar la tristeza en estos

Deberías estar aquí - susurró bajó con la voz quebrada - ¡Deberías estar aquí! - su palabras fueron devueltas en forma de eco. Tomo la caja y la presionó en sus manos mientras agradecía internamente no haber tenido que convertir en cenizas a la persona que más amo, pues el era quien quemaba los cuerpos de todas las personas a las que asesinaban los integrantes de la liga por diversión o información

Destapó la pequeña caja y metió levemente los dedos en las cenizas, se acercó a las olas de rodillas dejando que el agua mojara su pantalón, tomo un pequeño puñado el cual metido en el agua y fue arrastrado por esta - te amo - hablo - ¡Te amo¡ - grito seguro de sus palabras mientras las lágrimas caían por su rostro

Jamás amare a nadie más - golpeó su nudillos en la arena - eres el único que amare en esta vida, no - tomo aire - una sola vida no me basta para amarte - tocó sus labios y recordó los besos blandos y subes que Shigaraki le daba aún con los labios lastimados - ten por seguro que si existe otra vida te buscaré y te amare con la misma fuerza, con la misma intensidad y cariño con el que lo hago ahora, nadie podrá cambiar lo que siento por ti - sollozó levemente - eres el amor de todas mis vidas, estoy seguro de eso

Tomo la pequeña caja de madera y la giró dejando que las cenizas cayeran en el agua salada - ni el tiempo, el universo, los héroes o la muerte van a poder acabar con el amor que te tengo - suspiro - nos reencontraremos, lo juro - limpió las lágrimas de su rostro - tu y yo volveremos a estar juntos

Se levantó con la caja de madera en sus manos y la quemo con sus llamas - te amo... Te amo - comenzó a recitar sin cansancio mientras la madera se consumía - jamás me cansaré de decirlo - musitó dejando que la madera cayera al piso en cenizas

Te buscaré - suspiro - en nuestra siguiente vida, amor - tomo aire y se alejó de las olas y el sonido del mar mientras el manto oscuro de la noche decorado por el bello eclipse de la luna roja lo acunaba en la oscuridad y silencio del anochecer.