Capítulo 3

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Pov Alice:

En un instante estaba con mis piernas alrededor de su cuerpo, con una de sus manos sobre mis muñecas y la otra sobre uno de mis muslos y de repente, cuando sus labios carnosos se separaron de los míos y esos ojos sin fondo me miraron, sus facciones cambiaron, su agarre aflojó y sin más separó nuestros cuerpos y se alejó levantando un muro entre ambos.

El vacío en mi pecho poco a poco fue creciendo, se había alejado, me había respondido y luego sin más se marchó, como si yo no fuera nada, como si no importara.

Las lágrimas comenzaron a acumularse y mis piernas se movían solas, yo no veía, no me importaba. Las personas se quejaban cuando pasaba pero tampoco me importaba, solo quería estar en la calidez de mi cama, segura.

El pasto en unos minutos se esfumó e impacté de rodillas sobre el pavimento, la arcada llegó y vomité sin poder retenerlo. Las lágrimas salían sin control mientras los fluidos quemaban mi garganta, mientras intentaba parar, pero no podía, mi cuerpo no podía.

Narrado en tercera persona:

Alice vomitaba en el suelo frente a la Casa de Lía, ella se sentía como una completa mierda mientras intentaba retener las arcadas y sus lágrimas corrían libres por las mejillas e impactaban en el pavimento.

Unas manos sostuvieron los hombros de ella, hicieron de apoyo y despacio comenzó a masajear su espalda, de abajo hacia arriba.

A ella no le importó quien fuera, tan solo agradeció con un jadeo de alivio e intentó relajar sus músculos dejando caer todo su cuerpo en el agarre de aquellas manos.

Los minutos pasaron y de a poco fue cesando hasta que ya no quedaba nada, hasta que su estómago estuvo completamente vacío.

Esas manos nuevamente estaban allí y la levantaron del suelo sosteniéndola .

Alice tenía la mirada perdida, el corazón inocente hecho añicos y solo quería irse de allí.

Quien la sostenía la comenzó a guiar hasta el suave cojín del asiento de una moto.

La frente de Alice descansó sobre la textura fina de una camiseta y la voz del que le había brindado sostén vibró en sus oídos.

- Me abrace - y juntó las manos de ella alrededor de su torso.

Me abrace: abrázame

El motor aceleró y el mundo a Alice se transformó en pura oscuridad.

10:00 am

El vibrador del celular hacía un ruido molesto sobre la pequeña mesita de cristal que quedaba justo al lado de la cama revuelta de Alice.

La chica no dejaba de girar intentando ignorar aquel ruido persistente hasta que decidió tomar el celular y constestar de una vez aquella llamada.

-Habla - Respondió sin siquiera fijarse en el contacto .

- ¿Esa es la forma adecuada se saludar a tu madre?

Los sentidos de Alice se pusieron en alerta e hicieron que se levantara demasiado rápido de la cama y ese movimiento le provoco un fuerte dolor de cabeza.

-Mierda.

-Ujum- Su madre carraspeó.

-Lo siento.

- No sientas mucho, sigues siendo una chiquilla inmadura e irresponsable, hace tres horas Alice, tres malditas horas que deberías estar aquí.

- Lo sé... es que...

- No me interesan tus excusas, te han dado una oportunidad única de aprender y trabajar aquí y no haces más que quedar mal conmigo y con todo el equipo. Me decepcionas...

El Hombre que Nunca SoñéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora