Nuestra noche

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Desde muy temprano, los Jonianos ya tenían todo listo para el festival. Las luces y las flores decoraban todo el lugar, dando un aura de pureza y magia únicos, dignos de la fabulosa Jonia. Thresh no era de admirar detalles tan minimalistas como esos, pero había algo distinto en sus pensamientos, algo que lo hacía valorar todo a su alrededor.

"Aquel espadachín..."

Yone vivía en su mente, a cada hora, en cada suspiro. La voz de su contrario resonaba como un timbre en su cabeza, provocando un anhelo en volver a oírlo, en volver a tenerlo.

Necesitaba de Yone.

Y aquel susurro obsesivo lo estaba enloqueciendo, colmando lentamente su paciencia; prontamente su respiración se aceleró, poniéndolo nervioso.

Thresh mordió su labio inferior, apretandolo con sus colmillos. Llegó incluso a romper su piel, dejando una leve marca rojiza allí donde mordió. Al notar lo que hizo, abrió la boca, tocando su herida con la lengua.

No, iba a volverse loco. Y con tanta gente a su alrededor, observandolo, quizá juzgandolo, quiza-

⠀⠀── Perdón por la demora.── Escuchó a sus espaldas, y con prisas se volteó, solo para encontrarse con Yone. ── Aún se me hace muy difícil aprender el lugar de todas las entradas y salidas del reino espiritual. ──

Ahí estaba.

Se olvidó completamente de todo lo que había pasado antes. Y con la mejor sonrisa, se acercó a tomar las manos de Yone entre las suyas, dejando caricias amorosas sobre su piel.

⠀⠀── No te disculpes, al menos estás aquí.── Respondió Thresh, sin soltar sus manos.

La sonrisa que le dió Yone fue la cura para su pánico. Estaba en paz, cautivado en la curvatura que formaban sus labios, y nuevamente nació aquella necesidad de probarlos. Necesitaba morderlos, tomarlos como suyos. Parecían tan suaves, tratándose de un espadachín.

Pero volvió a reprimirlo.

"Quizá más tarde."

( · · · )

Por algún motivo, luego de su encuentro, Thresh no había querido soltar la mano de Yone.

Y, por algún motivo, Yone no había hecho nada para apartar su mano.

En Thresh, había cierta incomodidad al estar expuesto frente tanta gente. Sobre todo si se trataban de seres vivos; mortales. Pero la calidez de Yone sobre su mano mitigaba todo malestar, convirtiendo su paseo en algo más agradable.

⠀⠀── ¿Tu no sales, Thresh? Sé bien que eres un espíritu antigüo, alguna vez habrás venido al festival.

⠀⠀── Vine solo una vez... O bueno, me acerqué. Jamás llegué a salir del reino como tal. Solo vine a despedirme de alguien importante, aunque estoy seguro de que no debe recordarme a estas alturas.

Yone lo miró con intriga, más Thresh no mencionó nada más al respecto. Había sido una ilusión, un mero sentimiento pasajero, así como dicha persona ya casi olvidada. Ahora tenía algo mucho mejor tomando su mano.

Al ser un espíritu casi nuevo, Yone conocía el mundo mortal mucho más de lo que Thresh hacía, y por ello, llevó a su amigo por varios sitios, incluso llevándolo a comer un par de cosas. Thresh jamás había estado más contento de consumir algo que no sea... Bueno... Solo té.

Y así, la tarde pasó, rápida y fugaz, hasta dar unas tonalidades rosas y anaranjadas al cielo, cubriendo la tierra de una tenue oscuridad, obligando a la gente a comenzar a encender luces.

En Mi Pensamiento ┇Thresh & Yone ┇Where stories live. Discover now