Capítulo 40

61 6 4
                                    

Regina no ocultaba su llanto, y lloraba con más fuerza cada que Jin confesaba lo doloroso que ha sido para él todo este tiempo.

─Pensé en buscarte al día siguiente pero mis padres no me lo permitieron, sobre todo porque no estaba en las condiciones, había llorado todos esos días por ti... Unas semanas después fui a tu casa, esta vez me veía más decente... Dijeron que no estabas, que te fuiste de viaje con tu padre y con tu tía Lord. También me enteré lo de tu padre... Cuanto lo siento...

Regina asintió y se apegó más a él, haciendo que Jin sonriera inconscientemente.

─En verdad me imaginaba contigo como mi esposa... Tantos años de relación... Y terminamos así... En una cita de despedida... Porque te amo... Pero no volveremos a estar juntos.

Jin acarició su cintura, segundos después Regina se alejó un poco de él para poder verlo. 

─Yo-

─No tienes que justificarte... En verdad prefiero no saber la verdad... Solo quiero pasar esta noche contigo y saber que estaremos bien...

Regina lo vio con dulzura, él era el hombre del que siempre estuvo enamorada... Su primer amor. Y se arrepentía tanto de haberle fallado, de no haber valorado la confianza que le otorgó tanto tiempo.

─Te he fallado muchas veces...

Regina solo decide decir eso, porque sabe que es verdad. Le falló tantas veces, con muchas personas, no solo en el sentido del engaño de infidelidad en el amor... Sobre todo en la confianza. Ella no sabía cómo valorarlo... Él hizo muchas cosas por verla feliz.

─En estos momentos seríamos padres ─sonrió con lágrimas en los ojos, haciendo que Jin también empezara a soltar sus lágrimas.

La manera en la que Regina le confesó a Jin sobre su embarazo... Ese día fue mágico. Preparó una cena ella sola para darle la noticias a su en ese entonces prometido. Era una cena en la playa, en un restaurante que alquiló solo para ellos dos... Nunca había hecho tanto por alguien.

En aquella cena salieron diversos temas, no celebraban alguna fecha especial, por lo que a Jin le sorprendió aquella acción; se le estremeció el corazón.

En una pequeña caja blanca, decorada con un moño amarillo, fue entregada a Jin, dentro de este habían un gorrito diminuto de color amarillo, que encajaría perfectamente en la cabeza de un bebé. Jin de inmediato la miró y ella ya estaba llorando, iban a ser padres.

Todo estuvo bien hasta las peleas que inició con su hermana... Cuando Rouse le dio una patada en el estómago.

Regina y Jin prefirieron mantener eso en secreto, ya que no faltaba mucho para su boda, no anunciar el embarazo y no anunciar la pérdida, fue lo más sano que ellos decidieron hacer. Era el sufrimiento de los dos, y no querían que nadie más lo tuviera.

Ni uno de los dos tampoco decidió echarle la culpa a Rouse, Jin nunca supo por qué pelearon. Pero supo que no fue su intención hacerla, porque no lo sabía... Nadie lo sabía.

Jin acarició el rostro de Regina y ella le dejó hacerlo. Entre leves caricias fueron acercándose el uno al otro, así hasta acariciar sus labios el uno con el otro. El beso fue lento, lleno de amor y paciencia... Era lo que necesitaban.

─Sé que no volveremos a estar juntos nunca más ─dijo Regina entre besos─. Pero espero al menos tenerte en mis sueños y en cada uno de mis deseos a cada estrella.

Después de un AdiósWhere stories live. Discover now