A Week ~ |Seroroki|

Martes

Sero despertó por la mañana y lo primero que vio al abrir los ojos fue a Todoroki durmiendo en la otra cama, con el cabello bicolor todo revuelto y acurrucado en una almohada de forma tan tierna que a Hanta le causó dolor físico.

Haciendo gala de su autocontrol resistió el impulso de tomarle una foto y en lugar de eso se dio una ducha rápida y se vistió en silencio para salir al balcón. Quería ir a desayunar pero deseaba esperar a Todoroki para bajar juntos y que no estuviera solo.

No tuvo que esperar mucho, porque diez minutos después escuchó las sábanas de la cama moverse y volteó a ver a Shoto, que parecía más dormido que despierto.

Una vez más se preguntó cuantas personas tendrían la suerte de ver al bicolor despertar, la forma en la que bostezaba, como se sentaba y estiraba sus brazos hacia arriba solo para volver a caer en la cama. Sero sonrió y se acercó a su amigo.

-Buenos días- se agachó en el suelo junto a su cama- Oye.

-¿Mhm?- seguía con los ojos cerrados y una expresión adormilada.

-Debes levantarte- el bicolor se quejó cuando lo pinchó con un dedo- Vamos, no querrás desaprovechar el viaje durmiendo.

-Mmm- lentamente Todoroki abrió los ojos para encontrarse con Sero muy cerca y sonriéndole. Desearía poder despertar así todos los días- Está bien...

El azabache asintió y se paró para permitirle a Todoroki hacer lo mismo, que se levantó perezosamente y empezó a revolver su maleta con los ojos medio abiertos en busca de ropa.

Sero se quedó completamente quieto cuando el bicolor se enderezó, dejando ver en su totalidad su figura en pijama, y estiró los brazos hacia arriba, provocando que su camiseta se levantara y dejara ver piel de su cintura. A Sero se le coloreó el rostro y volteó para dejar de mirar, se sentía un sucio pero la imagen era demasiado hermosa.

¿Tanto le costaba a Shoto usar una camiseta tres veces su talla para dormir como todos lo hacían?

-¿Te vas a duchar?- preguntó aún mirando hacía otro lado.

-Si- Shoto bostezó- Puedes bajar si quieres.

-Tómate tu tiempo, esperaré.

Todoroki asintió y se dirigió al baño para cerrar la puerta mientras intentaba despertar del todo. Las mañanas no eran su cosa preferida, tampoco lo eran levantarse temprano o la alarma, pero una vez que se mojaba el rostro lograba hacer sus neuronas funcionar otra vez.

Se duchó y cuando salió del baño descubrió para su alegría que Sero seguía ahí.

-¿Ya despertaste?- bromeó el azabache cuando lo vio.

-Eso creo- dejó la toalla sobre su cama y se acercó a Hanta.

-Genial, vamos a desayunar- el chico le abrió la puerta como el caballero que era y salieron de la habitación para ir al comedor.

Algunos de sus compañeros los saludaron pero la mayoría parecía seguir durmiendo cómodamente en sus camas, y tenía sentido. Eran todos adolescentes de dieciséis y diecisiete años, eran las nueve de la mañana y estaban de vacaciones; nadie excepto Iida se programó una alarma.

Una vez ahí Sero notó con algo de incomodidad que Shoto apenas se ponía comida en el plato. No era algo nuevo, desde el primer día en que se mudaron a las residencias pudo darse cuenta de que los horarios alimenticios de Todoroki no eran los mejores. Comía muy poco en los horarios normales y a pesar de que picoteaba entre comidas, y el azabache sabía que esa no era la manera más saludable de alimentarse.