El no dejaba de verme con esos hermosos ojos turquesa y solo podía aguantar la respiración cuando termina de quitar los botones, pero la gabardina aún me cubre.
—¿Yo también puedo hacer preguntas?
—Cuando regresemos—me dijo y al mismo tiempo quitó la gabardina de mi cuerpo dejándome con el corset y la mini tanga con ligas.
La respiración se le agitó y se humectó sus labios mientras observaba, desde mis pechos hasta mis muslos desnudos.
Quería taparme, quería empujarlo y salir del auto. Pero era como si alguien o algo estuviera provocando que no me quisiera mover y solo lograra que me excitara, al ver cómo me veía.
Dios ayúdame por favor.
—¿Te gustan? —en un intento de valor me atreví a preguntarle. Sentí como si no hubiera sido yo.
El me miró a los ojos y con una mano me tomó de la nuca jugando con mi cabello.
—¿A ti te gusta verte así? —la otra mano la puso en mis muslos y me acarició—¿Como una... sumisa?
Ya había escuchado ese término con mi tía Kate, ella decía que las mujeres que se dejaban denigrar y tachar por un hombre era sumisas. Que aquellas que tenían un hombre que las humillaran y no dijeran nada, eran sumisas. Pero jamás escuché ese término en otra ocasión. Supuse que se refería a cuando te dejan... doblar por una persona.
Me quedé en silencio sin saber que responderle honestamente. El empezó a mover su mano y sentí como iba llegando a mi trasero hasta que...
¡Me azotó!
El golpe en mi nalga hizo que diera un pequeño brinco y lo mirara más que indignada.
—¿Qué te pasa?
—Te hice una pregunta—su agarre en mi cabello era más firme y brusco—. Si te pregunto algo, respondes. Hoy no soy lugur o un conocido tuyo, seré tú amo.
—¿Mi amo? —que rara se había cambiado la conversación.
Pasamos de hablar de música a qué ahora el sería mi amo.
—Ajá, tu amo. Dentro de ese club tú me vas a obedecer, me vas a servir y solo tendrás ojos para mí. O al menos eso debe pensar la gente.
—Ya no entendí nada—me bajé de su regazo y le fruncí el ceño.
Regresé a sentarme y el blanqueó lo ojos por mi acción.
—Iremos a ese lugar a buscar gente que me sirva a mis hermanos y a mí, para nuestras cosas. Además de que se rumora que el primo del alcalde asiste a esos sitios. Para eso debes aparentar ser alguien como ellos, porque yo ya lo soy
—¿Pretendes matar a todos los familiares de Jonathan Bunsen?
—Sí, es el plan.
Bufé y la separación que había, se volvió a bajar dejando la vista del conductor el cual enarcó sus cejas a mí por el retrovisor.
—¿Se te perdió algo, pedazo de basura? —le preguntó Lugur y lo hizo negar rápido.
—Deberías ser más educado, es bueno ser amable con las personas—le dije mientras me volvía a poner la gabardina.
—¿Por qué te la pones? Te dije que haríamos preguntas.
—Ya cambiamos el tema hace un rato, solo sigamos con el paseo—le sonreí y me frunció el ceño y blanqueando los ojos para ignorarme todo el viaje.
Las canciones de la estación de radio eran lo mejor que podía oír. Me hacían sentir segura y como si fuera la mujer más fuerte del mundo.
Toda mi vida me hizo sentir así, la música.
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LOS 7 PECADOS
ActionLos 80s era una época en donde gobernaba la música, la libertad y la mejor adolescencia para ella. Su vida no era perfecta, pero se conformaba con eso... Hasta que conoció a los demonios. Los 7 pecados capitales. Ellos invadieron cada célula de ella...
CAPITULO 8
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