-¿Era alguien importante para ti?

-Puede ser. Todos los años vengo a dejarle un ramo de rosas porque se que le gustan.

Chuya miró la lápida, en ella estaba escrito "S. Oda" y volvió a mirar a Dazai.

-S. Oda, ¿era cercano a ti?

-Demasiado. Si me permites decirlo, fue la persona que más amé.

Chuya miró en silencio a Dazai y luego la lápida, sabía que el contrario no estaba mintiendo porque el ataúd estaba en perfectas condiciones. Se preguntaba si sería demasiado indiscreto de su parte preguntar como había acabado todo, pensaba que si entraba en el rol de amante tenía derecho a saberlo, pero Dazai se veía tan tranquilo en ese momento que llegó a la conclusión de que no valdría la pena preguntar algo que después del mes dejaría en el olvido.

-No eres el único que ha estado curioso respecto a mi relación con Odasaku, pero como eres mi pareja, puedo decirte brevemente que el falleció por enfermedad. Le gustaba escribir, su sueño era ser un gran escritor; también cuidaba de niños huérfanos y se aseguraba de que nunca les faltara nada.

-Entiendo. No tienes que decir nada si no estás listo.

-Vivimos juntos hasta que falleció. El jardín, el sembró todas esas flores porque decía que su aroma le daban la inspiración necesaria para continuar con su trabajo. Aún si no he encontrado una razón para vivir del todo, estoy seguro que a su lado sentía que no me faltaba nada. Chuya, ¿no te sientes celoso al respecto?

-¿Por qué lo haría? Supongo que de no ser por su enfermedad, ustedes seguirían juntos y...

Detuvo sus palabras, entrecerró sus ojos y continuó mirando la lápida. Las palabras que habían estado a punto de salir de su boca eran "yo no estaría aquí", pero en momentos como ese, donde Dazai se abría a él sin que siquiera se lo pidiera, sería una lucha en vano comparar su dolor con el ajeno.

Soltó una ligero suspiro, ¿cómo debía comportarse? Era la primera vez que estaba en un cementerio teniendo a su lado a una persona que añoraba un amor perdido, ver a Dazai tan frágil, le hacía pensar que no era tan malo como pensaba. Y solo por única ocasión, llevó su mano izquierda a la espalda de Dazai y la acarició suavemente.

-¿Chuya? Lo estás haciendo de nuevo -murmuró Dazai divertido.

-¿Que tiene de malo? Estás frente a la tumba de tu pareja, ¿por qué debería simplemente quedarme callado y viendo como sufres? No lo hago porque te entienda, lo hago porque me das lástima.

-¿Qué quieres con "mi pareja"? ¿Cómo una persona muerta puede continuar siendo mi pareja? Es cierto que lo amé y aún lo hago, pero no creas que estoy tan lastimado que soy incapaz de mantener nuevas relaciones...

-Eso no es lo que dice Mori-san -interrumpió sus palabras, definitivamente le había dado un golpe bajo.

Dazai rio levemente y quito su mirada del ataúd para mirar a Chuya, entonces con una sonrisa dijo: -No me arrepiento de pedirte que vinieras conmigo.

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La luz apenas alumbraba la habitación, nunca se permitía que ningún tipo de luz entrara a la habitación para no molestar al hombre enfermo que se encontraba postrado en cama desde hace más de tres meses.

Lo único que había en el lugar era un escritorio, libros, vitrinas con plumas fuente que habían cumplido con su misión en la vida, una cama y una silla a lado de esta.

Sakunosuke Oda, el hombre que pronto también cumpliría con su misión, ya no tenía mucho tiempo de vida. Los doctores decían que sus pulmones se encogían y que sería demasiado difícil salvarlo; por decisión personal, pidió estar en casa dependiendo de un tanque de oxigeno con el pasar del tiempo. El lapso que le habían dado para concluir su estancia en ese mundo finalmente había terminado y en cualquier momento, dejaría de existir.

La puerta de la habitación se abrió y se cerró silenciosamente, quién había hecho presencia era un hombre alto con traje negro, parte de su cuerpo visible estaba vendado y tomó asiento en la silla que, como de costumbre, se encontraba a lado de la cama.

-Odasaku, buenas noches. ¿Necesitas que haga algo por ti?

Los ojos azules del hombre castaño en cama fueron hacia Dazai y le extendió su mano, Dazai sonrió levemente y la tomó, apretándola suavemente.

-Tengo miedo de dejarte solo -con dificultad, Odasaku expresó.

-Te prometí que daría lo mejor de mi para seguir adelante aún si tu no estás. ¿No confías en mi, Odasaku?

-Has estado vagando por la oscuridad durante mucho tiempo -sus palabras sonaron arrastradas, estaba haciendo lo posible por hablar fluidamente aún si el oxigeno ya no era suficiente-... has vagado tan profundo que no encuentras una forma de sentirte vivo. Quiero que hagas una última promesa...

Dazai notó que los ojos del contrario se entrecerraron, entonces su corazón comenzó a palpitar con rapidez. El nerviosismo no era un sentimiento suficiente para expresar la manera en la que sentía en ese momento e instintivamente, apretó con más fuerza la mano que sostenía.

-¿Qué quieres que haga? -respondió con su voz casi temblorosa.

-Debes seguir vivo para hacer el bien... el débil y el huérfano siempre necesitan una mano que lo sostengan de la misma forma en que tu me sostienes a mi. No encontrarás nada vagando eternamente por la oscuridad, terminarás consumido y sin retorno alguno... Si te quedas del lado de los buenos, tal vez no haya diferencia para ti, pero eso sería al menos un poco más hermoso... ¿no lo crees?

Dazai miraba consternado a Odasaku, entendía perfectamente lo que quería decir y sus sentimientos por él era tan profundos que no hizo intento por renegar ante su última voluntad. Aguantando el dolor en su pecho, trató de sonreír y asintiendo levemente respondió: "Lo haré".

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Los cubiertos resonaban en el amplió comedor, el aroma del café envolvía el lugar y después de un pequeño rato de silencio, Dazai habló.

-Pensándolo bien, creo que no hemos tenido apropiadamente una cita como pareja. ¿Qué piensas, Chuya?

-¿Una cita? ¿Se supone que debemos tenerla? -frunció el ceño, respondiendo con indiferencia.

-¡¿En serio lo preguntas?! -no fingía su sorpresa- ¡Todas las parejas tienen citas, Chuya-kun! Te amo y me amas, es por eso que debemos tener una cita.

-¡¿Hah?! No, ni loco tendría una cita con un tipo como tu.

-Tal vez deberíamos ir a cenar a un restaurante con espacio únicamente para nosotros o tal vez quieras escoger tu lo que podríamos hacer. No me burlaré de ti, así que sé tan cursi como quieras.

-¿No me escuchaste?

-Aunque siendo sincero, me gustaría tener un espacio exclusivo para los dos. Sin niños, sin bullicio alrededor... solo nosotros dos teniendo una velada romántica, ¿qué dices?

-¿De verdad estás tan desocupado del trabajo que tienes tiempo libre para ir y tener una cita? -suspiró- No quiero vestirme de traje una vez más, sí me permites ser yo al menos por una noche entonces puede que acepte la cita, bastardo.

-No trajes, solo nosotros siendo como realmente somos. Entonces está decidido, asegúrate de estar listo en la noche. Regresando de un pequeño trabajo pasaré por ti en auto.

-Que molesto. No te perdonaré ni un solo minuto de retraso, ¿entendiste?

Fake Lover | Soukoku - BSDKde žijí příběhy. Začni objevovat