-Son Paul Verlaine y Arthur Rimbaud. Rimbaud es uno de los guardaespaldas más cotizados en todo el sindicato, no es más que por su seriedad y experiencia en el negocio. Paul es un escritor que recién ha empezado en la industria -explicó Dazai al verlo curioso-. Casi es nuestro turno, ¿como te sientes?

-Nunca he estado en un lugar así, ¿se supone que así debe ser? Digo, me preocupa no poder entender la mierda que vas a soltar. ¿Tu no deberías estar preocupado por hablar de tus negocios en mi cara?

-¿Que clase de pareja sería sí tuviera que esconder mis negocios de ti, Chuya? -suspiró- Voltea, te acomodaré la corbata.

Chuya volteó hacia él, mirando por todo el paisaje que estaba a su alcance. Dazai delicadamente ajustaba la corbata y el cuello del saco, admirando la figura del chico frente a él.

-Listo, ¿quién diría que ese traje te quedaría perfecto?

-Basta de halagos, bastardo. He convivido tres días contigo y ya sé que no eres más que puro verbo.

La fila avanzó, finalmente llegó el turno de Dazai y Chuya para ser recibidos. Ambos anfitriones eran de origen francés; Arthur Rimbaud vestía un conjunto de traje azul, su cabello negro y largo le llegaba hasta la espalda y se frotó las manos un poco antes de dar el saludo esperado. Por otro lado, estaba Paul Verlaine, un hombre alto rubio que vestía elegantemente un traje negro.

-Bienvenidos, les agradecemos por venir. ¿Nueva pareja, Dazai-kun? -cuestionó el rubio.

-No sé de que habla, Verlaine-san. Pero sí, es mi pareja. De no ser por él no estarías en este momento recibiéndome.

-Soy Chuya, Chuya Nakahara. Gracias por invitarnos a esta reunión tan importante para ustedes.

-Paul Verlaine y él es mi pareja, Arthur Rimbaud. Espero Dazai-kun no te esté ocasionando problemas, estoy encantando de que estén aquí.

-Hace frío aquí, ¿por qué no se apresuran y pasan? Si sigo atendiendo a los invitados a este paso, seguramente terminaré congelado.

-¿Tienes frío en verano?

-Vamos, vamos, Chuya. Tienen invitados que recibir -Dazai llevó su mano derecha por encima de los hombros de Chuya y guio el camino.

-Ese tipo es raro, ¿por qué tendría frío en esta época del año?

-Es una condición que Mori-san está estudiando -respondió sin interés.

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-Pero miren quien está aquí, Dazai y Chuya. Pensamos que no vendrían, ayer Chuya no parecía muy contento y Dazai se negó a que fuéramos a recogerlos, ¿acaso...?

Mientras disfrutaban de una copa de champán, escucharon la voz de una mujer detrás de ellos. Era Koyo. La mujer vestía un hermoso vestido rojo largo sin mangas, y con un abanico ocultaba ligeramente sus labios.

-Bienvenida, Ane-san. No imagines cosas que no son... -no sabía si sentirse avergonzado o molesto.

-¿Ane-san? No deberías llamarme así. ¿Estás disfrutando de la velada? Es extraño que Dazai no se encuentre rodeado de mujeres.

-¿Hah? No lo creo, estar a lado de este adefesio no me permite disfrutar como debería.

-Será mejor que no las atraiga, Koyo-san. Chuya y yo estamos muy tranquilos en este momento.

Fake Lover | Soukoku - BSDWhere stories live. Discover now