r a z ó n # 7

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jongseong no era muy partidario de estar asistiendo a fiestas, prefería quedarse en su habitación mirando alguna película o serie en su laptop, dormir o hasta quedarse en el patio de los dormitorios haciendo cualquier otra cosa.

pero aquél día había tenido que aceptar sí o sí. se trataba de la fiesta de cumpleaños de jake. la fiesta fue organizada por sunghoon –novio de jake– y heeseung –otro amigo de ambos–, pero según había escuchado, habían otros implicados ya que decidieron hacerlo días después de su cumpleaños gracias a que todos habían estado algo ocupados. el día que habían elegido chocaba con el cumpleaños de un chico con el que compartía una que otras clases, también muy amigo de jungwon. por lo que serían celebrados ambos cumpleañeros el mismo día en el único salón que les dejaban libre para realizar eventos que no tuviesen relación con alguna materia.

así que, ahí estaba jay, sentado en una de las sillas bien decoradas que rodeaban la mesa en la que el cumpleañero y sus amigos habían reclamado como suya, y que se encontraba sola, porque todos sus amigos bailaban animadamente en el centro del salón en la pista de baile improvisada que habían hecho. jake y sunghoon se habían adueñado de la pista, y vaya que sabían cómo moverse.

tomó un sorbo de lo que le dió heeseung alegando que necesitaba aunque sea un poco de alcohol en su sistema. vodka de coco. no sabía tan mal, hasta podía decir que le gustaba bastante. sus amigos habían insistido anteriormente para que se acercara a la pista, tal vez les mintió con que iría más tarde.

abrió los ojos como platos al ver algo que lo dejó totalmente en shock. ¿esos eran sunoo y riki besándose? no, no se estaban besando. besarse es sutil y calmado, no eso que ellos estaban haciendo. se estaban comiendo los labios, literalmente.

suspiró.

en el fondo le gustaría no ser tan aburrido y no enfrascarse tanto en pasar desapercibido por los demás. otro trago aún más largo. sintió una presencia en la silla de al lado.

—¿qué tomas, hyung? —preguntó cruzando sus brazos por encima de la mesa y apoyando su cabeza en estos pero igual mirando al mayor.

—buenas noches para ti también, jungwon. y según jake es vodka. —se encogió de hombros.

—nos vimos en el dormitorio.

—en realidad no nos vemos desde la mañana, te recuerdo. —una pequeña risita llegó hasta los oídos de yang.

jungwon lo notó. tal vez jay empezaba a estar un poco ebrio.

—¿por qué no sales a bailar como los demás? —aún lo miraba fijamente, mas jay no apartó la mirada como las veces anteriores.

—nah, no es lo mío.

jungwon quiso reír en su cara.

—perdón, pero el video que tengo de ti bailando la semana pasada no dice lo mismo —dijo yang con una sonrisa socarrona. aunque sabía que jay lo iba a matar por eso.

—¿video? pff, ni tan bien lo estaba haciendo. —tomó todo lo que le quedaba en el vaso a pecho, y eso era un poco menos de la mitad—. además, ¿estabas cuando hice eso? no recuerdo haberte visto.

—no me viste porque justo estaba saliendo del baño. me quedé ahí para grabarte sin que me vieras porque sabía que me ibas a sacar a patadas o te ibas a enfadar conmigo.

jungwon pensaba que jongseong ya se encontraba ebrio –a pesar de no haber tomado tanto–, por lo que soltar verdades le era fácil, de todas formas al día siguiente no recordaría nada.

lo que no sabía era que el alcohol solo había relajado a jongseong, ya que nada más había tomado ese vaso. no le molestaba en lo absoluto lo que el menor había hecho, es más, hasta le daba ternura lo que hizo.

dejó el vaso en la mesa, se levantó y extendió su mano derecha a jungwon. este se quedó mirándola confundido.

—¿qué...?

—¿no querías que fuera a bailar? bueno, si voy, tú tienes que venir conmigo?

el menor sintió un dolor en el estómago que le preocupó. ¿o tal vez no era dolor de estómago?

—u-uhm, está bien. —puso su mano encima de la de jay, quien le ayudó a levantarse.

la canción cambió y everyday de winner empezó a sonar en los grandes parlantes.

jay se encontraba sin tensión alguna, por lo que seguirle el ritmo a la canción le fue fácil, la vergüenza no atacó su ser por primera vez.

jungwon, por su parte, miraba al mayor sin poder creerlo aún. ¿en serio estaba bailando con el chico que le g– su compañero de habitación? ¿era ese el jay reservado y de pocas palabras que le avergonzaba que lo vieran cantar un poco? definitivamente increíble.

—¿vas a bailar o te vas a quedar mirando como un tonto? —preguntó park deteniendo sus movimientos.

el menor sacudió su cabeza para sacar todo pensamiento de su cabeza y enfocarse justo en ese momento. no creía poder volver a vivir eso una segunda vez.

y se soltó. soltó todo aquél pensar de más, soltó todo aquello que lo detenía, se soltó todo él. debía disfrutar esa noche al máximo.

razón #7 para odiar a yang jungwon:
tienes que hablarle dos veces para
que reaccione. en serio es demasiado
lento cuando le digo o hago algo. es
un poco extraño, pero entretenido (eso
contaría como una razón para odiarlo,
¿verdad?) ME ESPÍA, debería poner más
atención cuando vaya a hacer algo
vergonzoso en MI habitación (bueno,
nuestra.)

razones para odiar a yang jungwon  ⌗﹒ jaywonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora