❛ 𝐒𝐀𝐍𝐆𝐑𝐄 𝐌𝐀𝐋𝐃𝐈𝐓𝐀 ❜
En la sangre yacen los Ancestros
que aclaman ferozmente no ser olvidados.
⚜️──bloodties saga IV
𝒌𝒍𝒂𝒖𝒔 𝒎𝒊𝒌𝒂𝒆𝒍𝒔𝒐𝒏 𝒇𝒂𝒏𝒇𝒊𝒄
historia | the original...
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Cinco años habían pasado desde que la profecía que se cernía sobre los Mikaelson como una espada a punto de colapsar se había cumplido. Freya había sido envenenada, y Rebekah había sido embrujada. Mientras que Kol y Elijah perecían lentamente de una mordedura, que por los momentos, permanecía incurable. Sin embargo, aquella profecía no los condenaría por siempre, debido a que gracias al plan de Freya de sumir a los cuatro hermanos en un sueño profundo del cual Niklaus sería ancla, era lo que los mantendría con vida.
Todo en pro de darle tiempo a que las Labonair encontrarán las curas necesarias para salvarles.
Y así transcurrieron los años, difícil de asimilar, pero sin poder negar el hecho de que el tiempo pasaría por ellos.
Pasó su mano sobre la lápida que tenía el nombre gravado « Davina Claire » en sus labios había una suave sonrisa en la que intentaba aparentar su nostalgia. El día siguiente se cumplirían cinco años desde la caída de los Mikaelson, pero además de ello, se cumplirían cinco años desde la partida de aquella joven que quiso como una hermana más.
Como cada año, venía de visita a hablarle de la ciudad, de las personas que se habían quedado atrás. Charlas que ella catalogaría sin sentido, y hasta banales, pero que con imaginarse la sonrisa y risa de la joven, le bastaban. Aunque de cierta forma sentía que Davina la escuchaba, era sabido que ahora el plano de los vivos y de los Ancestros se encontraban completamente desconectados. Gracias a la proeza de la joven Claire; la cual Alexandra Labonair desconocía el por qué de la misma.
Solo las palabras que Kol le había ofrecido hacía unos años atrás eran las que la respondían parte de aquella cuestionante: «L'appel du vide»
El llamado del vacio.
Por supuesto, Alexandra no supo a que se refería, pero de alguna manera no pudo dejar de comparar con aquel sentimiento que había sentido un tiempo después de la muerte de Jackson Kenner, aquel espacio en su pecho junto a la falta de emociones, sobre el descontrol que tuvo su magia por los meses que le siguieron. Sin embargo, Alexandra Labonair no pudo resolver aquel acertijo que Davina Claire pareció dejarle.
Eso la atormento por un par de meses.
Miró al costado de la tumba en donde en una vasija se hallaban unas flores, se veían frescas.
Los muertos suelen recibir más flores que los vivos debido a que el arrepentimiento es más grande que la gratitud, dicen.
—Ya decía que olía a vampiro. —habló llevando al viento, por unos segundos, a ser su único acompañante en aquel pasillo. Pero pronto, desde detrás de un mausoleo se asomó un cuerpo. Alexandra ni se inmutó a voltear a ver de quien se trataba, tampoco era que le interesaba.
