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YoonGi presionó el botón del retrete viendo con desgano su desayuno desaparecer en el agua

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YoonGi presionó el botón del retrete viendo con desgano su desayuno desaparecer en el agua.

Estaba agotado, si bien sabía que empezaría a ser de esa manera, no esperaba que fuera así de desastroso. Sus pechos empezaban a picar y su crecimiento fue un poco más notorio, sabía que no sería tanto como el de las omegas femeninas, no quería ni imaginar lo molesto que resultaba para ellas.

Su cuerpo se estaba adaptando al cachorro que estaba en camino, podía notar que sus caderas empezaban a crecer, su cintura estaba a nada de desaparecer, estaba ganando un poco más de peso y podía ver pequeñas líneas alrededor de su vientre.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, sorbiendo por la nariz mientras las dejaba caer, no pasó ni un minuto cuando la puerta se abrió y JiMin entró por esta, su aroma estaba repleto de angustia.

—¿YoonGi? ¿Estás bien?

—Jiminnie —gimió mientras se levantaba y envolvía ambos brazos a su alrededor, dejando que las lágrimas corrieran sin vergüenza; el alfa suspiró mientras lo recibía, acariciando su espalda y cabeza dejando un beso sobre su cabello.

—Está bien, cariño, está bien.

YoonGi se mantuvo en sus brazos unos minutos más hasta que se alejó, sorbiendo nuevamente por la nariz mientras lo observaba. JiMin sintió su corazón derretirse ante la imagen.

—Mierda, eres tan lindo.

—No soy lindo cuando lloro —murmuró antes de apoyar su cabeza contra el cuello, olfateando lo suficiente hasta encontrar el olor que tanto amaba.

—¿Me dirás lo que pasa? Me asusté mucho cuando te sentí.

—Lo siento, es solo que...

—¿Qué?

—Me siento tan... lleno —soltó un quejido al sentir el pecho de su pareja moviéndose, su risa tintineante llegando a él poco después, sus mejillas enrojecieron —. Park JiMin sigue riendo y te cortaré las bolas.

Pero solo empeoró la risa, el menor lo mantuvo junto a él cuando quiso alejarse, murmurando mil maldiciones al ver que no se detenía.

—Bueno, estás literalmente con un cachorro dentro, cielo, nuestro cachorro.

Su pecho se infló de orgullo ante esas palabras, su instinto no paraba de decir que fue él quien puso ese cachorro, fue él quien embarazó a su lindo omega y formarían una preciosa familia.

Se quedó quieto al sentir un pequeño ronroneo, observó a su pareja, YoonGi empezaba a restregarse contra él, tomando todo el olor de sus feromonas. Inhaló un poco jadeando al sentir el fuerte olor del omega.

Sonrió, abrazándolo más contra él, que YoonGi ronroneara contra él solo significaba lo cómodo que estaba, por el momento influyó bastante que sin querer liberara y esparciera su aroma en el lugar que sin duda olería a ellos un buen rato.

Con cuidado lo guio fuera del baño, acomodándose primero sobre la cama; YoonGi se presionó contra él, suspirando aliviado al verse recostado contra su alfa, volviendo a ronronear cuando las pequeñas manos se posaron sobre su vientre de cinco meses.

—Creo que las nauseas ya pararán —murmuró —, eso espero.

—Sí, lo siento.

YoonGi soltó una pequeña risa, girando hacia él con una ceja elevada; JiMin no dudó en arreglar algunos mechones rebeldes.

—¿Qué sientes? ¿Haber puesto tu polla dentro de tu omega?

—¡YoonGi!

—¿O haberme hecho un nudo?

—Oh dios.

—¿Te pusiste duro por eso? ¿Acaso eres un cachorro recién presentado?

A YoonGi le encantaba burlarse de él, pudo ver la diversión en sus ojos y su comisura estaba tirando a una sonrisa burlona, gesto que pronto se convirtió en una expresión de sorpresa.

—¿Qué?

—Creo que... oh dios.

—¿Qué? No me asustes.

—No, no, es solo que acaba de moverse.

JiMin parpadeó un par de veces, asimilando las palabras de su pareja, una oleada de amor lo recorrió de pies a cabeza, sintiendo su corazón palpitar con fiereza y de pronto no escuchaba nada más que la respiración y los latidos combinados. Solo una prueba más que iba a ser padre.

—¿Puedo sentirlo?

YoonGi hizo una pequeña mueca, negando con la cabeza antes de acariciar su mejilla para aliviar la decepción que se extendía.

—No lo creo Jiminnie, leí que sus primeros movimientos serían como el aleteo de las mariposas.

No pudo evitar desinflarse de decepción, su labio inferior sobresaliendo en un puchero que YoonGi adoró con cada fibra, se inclinó y dejó un pequeño beso; JiMin pareció reponer su humor con rapidez mientras le devolvía el gesto con fervor.

—Ya quiero que nazca, será el cachorro más amado de todos.

Asintió, no dudando de eso y volvió a sonreír cuando sintió el revoloteo de su vientre al momento en el que JiMin volvió a poner ambas manos sobre él, pero fueron retiradas con rapidez y el omega se extrañó al sentir que se movía en busca de algo.

—Lo anotaré, recordaré cada cosa que hizo nuestro bebé antes de nacer.

No se negó, no cuando su pareja parecía tan feliz y cuando terminó volvió a rodearlo, dando pequeños masajes mientras tarareaba una suave melodía; desde que Tae había mencionado que el bebé ya podía percibir sus voces se habían encargado de hablar constantemente con él, JiMin sin duda fue el más entusiasmado por la idea.

Decidió relajarse hasta que llegara la hora del almuerzo, suspirando contento al sentir a JiMin contra él de una forma tan íntima.

"Será el cachorro más amado del mundo", se regocijó ante el pensamiento.

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⏰ Última actualización: Nov 09, 2021 ⏰

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