Los golpes violentos que ese hombre daba en la puerta eran bestiales, digno de un enfermo.

- Carne!!...quiero carne!!!!

Gritaba como un lunático con todas sus fuerzas a la vez que aporreaba la puerta intentando ingresar.

Defiéndete

Lucía se alejó de la puerta con más que miedo en su sistema, las lágrimas se deslizaban por sus mejillas a la vez que gemidos de miedo y pánico escapaban de su boca.

Todo estaba hecho un desastre, utensilios en el suelo, las sillas tiradas, platos exparsidos por todo el suelo quedando en este los vidrios de la vajilla rotos.

Todo era un desastre.

- El lindo gatito no quiere jugar...

Su tétrica voz hizo eco a través de la puerta, sintiendo las pisadas alejarse cada vez más.

La mirada de Lucía inspeccionó todo el lugar buscando algo con lo que pudiera defenderse, sin hallar nada, no quería herir a nadie, no era una persona violenta.

Sus piernas flaquearon haciéndola caer al suelo, no aguantaba más, estaba aterrada, tenía miedo...porque estas cosas solo le pasan a ella.

Él está aquí...

La misteriosa voz avisándole que el intruso había ingresado le puso los pelos de punta.

- Puedo olerte....

Justo cuando se iba a levantar del suelo dispuesta a correr otra tanda, unas esqueléticas manos se posaron en sus piernas haciéndola caer.

El crudo golpe que recibió en su cabeza debido al repentino y fuerte impacto la dejó desorientada, aquel asqueroso hombre se posó sobre ella agarrando sus manos dejándolas inmóviles sobre su cabeza.

Lucía se removió asqueada y aterrada, dispuesta a liberarse de ese hombre, sus ojos se cerraron con fuerza cuando sintió la humedad de una lengua sobre su mejilla.

- Suéltame maldito loco!!! - gritó histérica - suéltame!!!

Un grito desgarró sus cuerdas vocales cuando ese hombre alzó su mano libre sosteniendo las tijeras...encajándo la punta en su abdomen.

La sangre comenzó a manchar su camizón tiñéndolo de un rojo espeso.

- Que bien huele - la miró - no me mires así...te amo

Soltó la tijera dejándola hacia un lado, uno de sus dedos los introdujo en su herido ganando un quejido de dolor por parte de ella.

Llevó su dedo a su boca saboreando la fresca sangre, cerrando los ojos para un mejor disfrute...quedando vulnerable ante ella...

Lucía se retorció propinándole una fuerte patada en sus partes íntimas logrando que este saliera de encima de ella.

El quejido de dolor por parte del hombre no se hizo de esperar.

- Maldita puta desquiciada!!!

Lucía caminó en cuatro patas lo más rápido que pudo dispuesta a agarrar las tijeras pero una mano en su tobillo se lo impidió, el tipo se abalanzó sobre ella propinándole un puñetazo en el rostro.

Lucía cómo pudo se defendió pero el hombre le ganaba en fuerza, las huesudas y venosas manos del tipo se posaron sobre su cuello haciendo presión.

- Muere perra!! - río - quiero tu carné!!!

Lucía comenzó a toser a la vez que se intentaba defender de aquel salvaje.

Su vista comenzaba a ser nublosa, sus pulmones dolían...iba a morir... así moriría?

Defiéndete!!!

Y todo fue como un click en su cerebro, sus manos se movieron por si solas hacia los ojos de su atacante introduciendo sus dos pulgares en cada ojo..cegándolo completamente.

Los gritos del hombre se escucharon por toda la cocina llevando sus manos a sus ojos dañados, se apartó de ella intentando recuperarse del dolor.

Pero no pudo....

Un fuerte golpe en su cabeza lo hizo caer de costado en el suelo, la sangre comenzaba a brotar del lugar dañado, desde la altura la mirada de Lucía lo analizaba con asco y rabia, en su mano se hallaban las tijeras de podar.

- Perraaa!!!

Sin esperar ni un minuto más, aquellas puntas filosas hicieron contacto con la piel de su atacante creando un gran daño en su abdomen.

Lucía estaba cargada de la rabia, cólera, se aproximó al hombre que se retorcía de dolor en el suelo poniéndose a horcajadas sobre él dispuesta a terminar con todo.

Ambas manos sostuvieron las tijeras en lo alto, cogiendo impulso.

La risa burlona del sujeto reinó en el lugar llamando la atención de ella más no se detuvo de realizar su cometido.

- Has pasado la prueba....

- Aaaaah!!!

Su grito de rabia interrumpió al hombre, las tijeras entraban y salían de su cuerpo salpicando con sangre su ropa y rostro, no se detuvo incluso cuando lo vió ahogándose con su propia sangre...no se detuvo

20...25...30 puñaladas habían acabado con la vida de aquel inocente hombre....

Que igual como ella...

" Solo era un peón en un juego de reyes "
















Continuará...

" Los secretos de una Bestia " ||1er Libro ✔️Where stories live. Discover now