"El vacío..."

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—Sabes que la nave no va a aguantar más—insistió mi compañero, mi amigo del alma, y quizá algo más.

Pero debido a una lluvia de meteoritos, parecía llegar nuestro final.

—Acelera en esa dirección—indiqué.

—Nos vamos a desviar, ¿Qué te ocurre?, eso no ordenó el capitán—refutó.

—A la mierda sus indicaciones, quiero salvar nuestras vidas

Él omitió lo que dije anteriormente, y fijó el rumbo para cumplir nuestra misión.

—¿No prefieres que cumplamos lo que queremos?—insistí.

Teníamos el sueño de iniciar una vida en otro planeta, lo planeamos años atrás y esta era nuestra única oportunidad. Era una lástima que cambiara de parecer, antes de despegar observé que conversó con el capitán. —Incrédulos, los he visto—pensé, y mi plan de venganza estaba por venir.

Lo jalé de la cintura y lo distraje tratando de seducirlo. Se enfadó cuando le di una patada deshaciéndome de él por un rato. Forcejeamos la palanca que dirigía nuestra nave, y un movimiento en falso hizo que nuestro navío girará, chocamos con basura espacial, y sufrimos el impacto. 

La alarma de luz roja nos avisó que nos acercábamos a un agujero negro a una velocidad impresionante.

Me desesperé y me dejó de importar mi compañero, debía salvarme y ahí fue cuando recordé que traía una pistola láser. La saqué de golpe asustándolo, lo apunté y le dije:

—Ni se te ocurra dar un paso más—él se quedo inmóvil y tragó saliva—Ahora, date vuelta y tírate al piso—obedeció y coloqué mi pie en su espalda.

Con mi mano libre me coloqué el casco y abrí la compuerta.

—Vete—ordené.

—Sabes que igual morirás, no te dará tiempo de salvarte

—Ya veremos, apúrate

—Antes de que me vaya, creo que presionaré este botón—dijo activando una bomba que él mismo había instalando. Posteriormente se lanzó al vacío.

—Que caraj...debo salir de aquí—miré al reloj donde estaba la bomba—Dios, solo cinco minutos

"Hay una pequeña nave de escape"—me recordó mi mente.

Guarde mi láser, tomé mi traje poniéndomelo tan rápido como pude, active la cuenta regresiva de lanzamiento y entre en la cabina. La nave me expulsó y me quedé en el vacío. 

Pero había olvidado activar el oxígeno... necesitaba un poco de suerte para no morir, pero eso nunca vino. Me quedaba mi lenta muerte. Miré al vacío, mis ojos se mojaron, había perdido a la persona por la que empezaba a sentir algo, no podía creer lo egoísta que había sido. 

Observé la nave hacerse pedazos, y cerré mis ojos. Me dormí sabiendo que no iba a despertar de nuevo.

En otra vida, probablemente siga el mapa que me lleve hasta él.

Mini Historias: La magia de imaginar | ©Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon