Capítulo 3

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Todas las mañanas. Como era de costumbre al levantarse, el joven omega de cabello celeste y ojos rubi amanecia solo en una gran habitación. Sentía tristeza al ver su departamento, era grande excesivo para una sola persona, tan solitario, era una jaula más.

En el pasado cuando no tenía nada y cada día se aferraba a su vida, jamás pensó en tener la vida que ahora llevaba.


Nunca esperó vivir bajo un techo y tener todas las comodidades que poseía, todo era gracias a ese maldito hombre, para su desgracia también era su padre All for One.

El hombre que lo marcó desde que supo de su existencia, lo peor de todo era que se encargó de humillarlo y golpearlo innumerables veces, desde que conoció a su "padre" debía seguir sus órdenes, aunque se revelaba siempre terminaría  siendo atacado por su poder o por sus feromonas, vivía bajo su sombra.

                                [♤]

Tomura se levantó de la cama, y fue directo al baño a darse una ducha, pasados los 15 minutos, se vistió con el traje que Kurogiri previamente escogió para él, era una mañana normal.
Sin embargo, la puerta de entrada se abrió y eso lo alertó.
Solo dos personas podían entrar y salir de su departamento.

O era Kurogiri o su "padre".

Al salir vio la silueta del hombre que menos quería ver.

- Pensé, que seguirías durmiendo, Tomura tengo nuevos planes en Japón voy a abrir un bar en Shinjuku y te exijo que adquieras la zona más tardar a las 3 de la tarde.- Ni si quiera lo miró, tan solo se sentó en uno de los sillones del peliceleste.

- También, es un placer verte padre y con respecto a tu pedido no puedo hacerlo, has utilizado mucho el nombre de la empresa, la policía podría sospechar.- terminó el menor, quien seguía parado.

- Tomura, Tomura creo que no me escuchaste bien.- a pasos lentos se acercaba, al estar frente al menor con su mano tomó el cuello pálido de Tomura y lo estrujo un poco.

- Escúchame, bien engendro nunca te he pedido nada y no veo el porqué hacerlo eres un inútil omega, la empresa de la que dices llamarte dueño  y  que manejas no es nada más que un préstamo que te di, te lo repito Exijo que hagas lo que digo.- Sin más lo arrojó a la pared y se marchó del departamento.

El peliceleste empezó a temblar, se había acostumbrado al maltrato del alfa, gracias a su condición omega debía mostrarse sumiso, daba gracias que no haya soltado sus feromonas, sería mucho peor, solo uso su voz con él cada vez que se encontraban era lo mismo, si su padre hablaba era para ordenarle algo que no quería.

*Flashback*

Recordó cuando se enteró de su segundo género.

Omega fue la palabra que arrojó el examen de género, aquel día lo golpeó hasta dejarlo inconsciente, casi lo mata, recordaba que desde ese día su padre le gritaba que era una puta que solo esperaba el momento para embarazarse de un alfa. Que era un inútil, que nunca debió recogerlo de las calles, que su mera existencia era un error.

Fue la pesadilla que vivió, hasta que por la influencia de Kurogiri su empleado más fiel, decidió utilizarlo como un instrumento para sus negocios.

Sweet Escent Where stories live. Discover now