Nathaniel: Hay que mirar la pantallaaaaa. *le da a un botón y los brazos mecánicos de la silla lo recogen y atan para que mire la panalla*

Nino: OH VAMOS TÍO GATI NI SIQUIERA ESTÁ AQUÍ, DÉJAME NO MIRAR.

Nathaniel: Son las reglas Nino. >:(

Mientras, para ella, el tomar el poder y las decisiones, tenerlo a su merced era el mayor placer de ser su única dominatrix. ¿Quién no disfrutaría de tener bajo sí misma al maravilloso e inalcanzable Adrien Agreste, el modelo más codiciado de Paris? Una exquisitez que sólo el femdom le otorgaba a la heroína.

Los gruñidos se volvían gemidos graves y se iban acompañando de risas oscuras de parte de la azabache que aunque no tenía un contacto directo entre sexos, también se satisfacía. Su prometido lo notaba con sólo ver como la lubricación natural de ella se deslizaba por entre sus piernas perfectamente torneadas, producto del trabajo que tenían ambos como salvadores de su ciudad natal. Una gloria de sensaciones hasta que eyaculó.

– ¡Adrien! – Le reprendió ella pisando con fuerza su miembro. – No debiste hacer eso, ahora limpia.

Acercó su calzado a la boca de su compañero quien no tardó en lamerlo para limpiar cada rincón que había manchado con sus semillas. Con mucho trabajo realizaba lo que su ama le pedía ya que se encontraba prácticamente inmovilizado para girar su cuerpo. Su rostro se veía feliz a pesar del castigo, enmarcado por el carmín.

Marinette le pateó delicadamente y poniendo ambos pies junto a la cabeza de él, se sentó sobre su rostro para recibir placer directo en todo su sexo. El rubio no tardó en complacer a su mujer, apretando la lengua para hacerla más rígida e ir degustando con su paladar tan fina comida, exclusiva para él. Como respuesta a su trabajo, era sujetado con fuerza de grandes mechones de su cabello y también con más presión contra su rostro.

– ¡Sigue! – Le exigía ella a gritos, jalando su rostro hacia su entrepierna. – ¡Más!

Arqueó su espalda gracias al primer clímax que alcanzaba, casi enseguida sus piernas temblaban por un segundo orgasmo. ¡Agradecía ser multiorgásmica! Esa sensación mezclada de que apenas terminaba uno y venía una segunda ola de placer le era tan milagroso en su cuerpo. Se movió un poco más atrás para dejar sólo accesible su clítoris que imploraba por ser atendido también como lo había hecho su vagina. Estaba tan inflamado que apenas pasaron unos minutos ya gemía tan agudo que su voz se desvanecía pronto.

Se movió de aquel lugar, bajando sus caderas que rozaban las de Adrien. Le ordenó abrir la boca; la fémina lamía sus labios, sus dientes, introducía su lengua para sentir el paladar de su sumiso que esperaba que la saliva de ella cayera directo a su garganta, era un manjar tibio y húmedo, pero no superaba los fluidos que provenían del interior del monte de Venus de su próxima esposa.

Adrien: Esto ha sido un sube y baja de emociones, casi lo pude sentir madre mía--


Chloe: Ya me gustaría a mí ser multiorgásmica.


Marinette: La verdad es que es genial. Te puedo dar unos consejitos...

Chloe: Eso suena caliente. *Marinette le guiña un ojo*

Juleka: Quiero probar algo de esto con Rose.

Rose: P-pero... da miedo.

Juleka: No será nada que tú no puedas aguantar, tranquila. *besito*

Todos esos rituales de placer carnal les estimulaban en su día a día, les llevaba a esperar con ansia y deseo el día de su sesión, motivándoles a pasar toda una semana para al fin alcanzar el tan esperado día por ambos. Claro que era algo que los cansaba bastante al terminar, pero valía la pena cada segundo que pasaban así.

Watching Miraculous LemonWhere stories live. Discover now