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—¿Estás loco? —preguntó Taehyun, alterado.

Sinceramente yo estaba pensando justo lo mismo, pero por el respeto que sentía hacia mi Hyung, guardé silencio. Yeonjun sonrió, riéndose y comenzando a acomodar la tabla de Ouija bajo la mirada estupefacta de todos.

—¿Acaso creen que esto es real? —se burló— Es sólo ambientación de Halloween, verán que no pasará nada.

Todos dudamos, mirando hacia la tabla con recelo, pero Taehyun suspiró, pareciendo llenarse de coraje y asintió con determinación. Beomgyu seguía pálido como el papel.

—Está bien, hagámoslo. —dijo Taehyun.

Nuestro Hyung sonrió ampliamente, murmurando un "por eso son los mejores", y con el encendedor en su bolsillo encendió dos velones rojos y los colocó a cada lado de la tabla. La verdad es que ninguno de nosotros sabía exactamente cómo funcionaba, así que decidimos empezar apostándole a la suerte. Mientras colocábamos nuestra mano derecha sobre el pequeño triángulo de madera, pude ver como Beomgyu aferraba el crucifijo en su mano izquierda.

—Bien... —susurró Yeonjun— ¿Estás ahí? —preguntó a la tabla.

El puntero tembló levemente bajo nuestras manos, haciéndonos tiritar y colocarnos empalidecidos. Sin embargo, no fue hasta después de unos segundos que lentamente se arrastró hasta el "sí" pintado en una esquina. Beomgyu sollozó, intentando alejar su mano inmediatamente, pero Yeonjun se lo impidió. El movimiento brusco apagó una de las velas, y mi mano al lado de Taehyun pudo sentir su sudor frío.

—¿Quién eres?

De nuevo, el puntero tardó un poco en comenzar su trayectoria, pero nuestras manos se movieron pasando sobre las letras s, u, b, i, n. Yeonjun murmuró el nombre en voz baja varias veces.

—¿Soobin? —preguntó a la tabla.

Obtuvimos un de nuevo. Yeonjun parecía extremadamente complacido al ver que habían logrado contactar exitosamente con algún ente del más allá. Aún así, yo no estaba nada confiado, pues faltaba la pregunta más importante de todas.

—¿Tienes alguna mala intención? —pregunté con voz temblorosa.

El puntero no se movió, ni tembló o hizo algún ademán de que obtendríamos respuesta. Beomgyu estaba completamente inmóvil, y finalmente quitó su mano. Nosotros tres permanecimos tocando la madera con dos dedos, pero los minutos pasaban y Soobin no respondía. Decidí preguntar algo más.

—¿Cómo moriste?

Esa pregunta nos daría una respuesta cercana a la que había preguntado anteriormente, pues podríamos saber si el alma guardaba algún rencor si había muerto de una forma antinatural, o si sólo era una desafortunada persona que no tenía intenciones malignas. El puntero comenzó a moverse, igual de lento que las veces anteriores. Beomgyu se tapó ambos ojos con sus manos, pero nosotros permanecimos muy atentos al ver las letras señaladas. A, s, e, s, i, n, a, t, o.

Taehyun tosió incómodamente, alejando su mano como Beomgyu y observando la tabla con miedo. Yeonjun parecía haber perdido los colores del rostro.

—Uhm...

—¿Dejamos la sesión hasta aquí?

—Sí, sí, por favor.

Le pregunté a la tabla si nos dejaría ir. El puntero no se movió por al menos dos minutos enteros, a lo que Yeonjun suspiró y quitó su mano, dejándome a mí con el control de la tabla. Beomgyu seguía con su cabeza enterrada entre sus manos, así que nuestro Hyung lo zarandeó con suavidad y le murmuró que ya podrían ir a dormir. Yo no pude quitar mi mano del triángulo de madera, por alguna razón, sentí que Soobin estaba intentando decir algo, pero los chicos ya habían comenzado a levantarse y yo me negaba completamente a quedarme ahí yo solo.

ob.sessed [ s.k ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora