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La sensación constante de estar flotando era realmente desesperante.

Ella sólo deseaba salir de aquel lugar, odiaba sólo poder escuchar muy de vez en cuando murmullos a su alrededor, cada semana, sentía como introducían nuevas agujas en ambos brazos, sabía el por qué, el don heredado por su clan había sido codiciado por muchas personas.

La regeneración se producía cuando parte de su sangre era transferida a otra persona, o bien, cuando era bebida.

Podía regenerar desde extremidades hasta órganos.

Recordaba con nitidez el aspecto de las plantas y el rostro de su amigo, pero sólo eso, no había logrado salir de aquel lugar desde el comienzo de sus días, a los seis años fue que comenzaron a extraerle sangre, a los siete conoció a Sai, a los ocho, fue la última vez que lo vio, desde ese último día, recordaba haber cerrado los ojos y no haber vuelto a abrirlos.

No había tocado nada más que aquella sustancia que con el pasar del tiempo a penas lograba percibir, era como si se tratara de aire debido a la costumbre.

Un día de tantos, dejó de escuchar ruidos.

Ya no había nada, no podía escuchar la voz de Danzo, menos la de Jaeden, el médico que la había inducido en ese sueño interminable.

No supo cuánto tiempo pasó, nunca había tenido una cuenta exacta por lo que no supo si se trató de una semana, dos, un mes, o un año, pero le pareció eterno.

Se dio cuenta de que se sentía cada vez más débil, aún más de lo que había estado todos esos años.

Se sorprendió de escuchar voces nuevas.

¡Es ella!

Si, posiblemente sería sacada de ahí, o bien la dejarían abrir los ojos y la llevarían de nuevo a sacar sangre... O simplemente la llevarían con todo y tanque.

Pero se equivocó.

Había perdido el sentido de orientación desde tiempo atrás, pero pudo sentir como el tanque era inclinado, el líquido comenzó a vaciarse.

El cristal se sentía frío bajo su espalda.

Ya no podía respirar, posiblemente había sido desconectada.

Abrió los ojos a duras penas cuando sintió movimiento, pudo ver una sombra borrosa fuera del tanque buscando la manera de abrirlo, parecía realmente desesperado.

Cuando lo hizo, la tomó en brazos y la estrecho contra él, la albina, sintió como si el tacto ajeno quemara su piel, al fin pudo inhalar un poco de aire.

—Es ella... Es Harumi...

Abrió los ojos a duras penas, era un chico de cabello negro, le recordaba a Sai, tras él, estaba un chico de cabello rubio, una pelirrosa y una rubia.

—Q...

La chica trago saliva, no podía hablar bien, a penas podía respirar, había dependido de aquella máquina por años.

—Sai, deja que Sakura-chan la revise—pidió Naruto.

En cuanto la albina escucho el nombre del muchacho, el nudo en su garganta se hizo más grande, las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas, intentó aferrarse al muchacho, logró hacerlo, pero no requería esfuerzo para liberarse.

—Haru... —murmuró el azabache separándose un poco, sonreía feliz, incluso Naruto se dio cuenta de que su sonrisa era de lo más auténtica.

—S... Sai...

Asintió varias veces y el muchacho limpio con su mano las lágrimas de la albina.

—Estoy aquí... Ya no estarás sola...






L O V E - 愛 || Sai x Fem Reader!Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz