Místico 『ʲʲᵏ & ᵐʸᵍ』

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1: Extraviado.

El día era caluroso, el cielo voluble, mediando entre suaves pinceladas de celeste, azul y amarillo, asemejándose a una bella pintura. Las nubes niveas deformandose para crear una imagen nueva, y el extenso mar, cristalino y puro abarcaba la mayor parte del paisaje que formaban aquellos archipiélagos.

La inmensidad del territorio hace que te sientas perdido y mareado con solo darle una mirada. Exuberante maleza, enormes y rectos árboles con troncos tan gruesos que parecen imposibles de derribar. Haciendo minúsculos todos los demás componentes presentes. Si por casualidad o destino llegaras a aterrizar allí, podrías considerarte extraviado de por vida, como si desaparecieras de la faz de la tierra.

Las posibilidades de que ocurra un hecho así son mínimas, pero no del todo imposibles.

Jeon JungKook respiraba con dificultad, su pecho subiendo y bajando con cada respiración que daba, con un brazo se apoyó contra un árbol, la madera dura y rasposa hizo contacto con la piel suave de sus manos.

No podía caminar más, sus piernas estaban exhaustas, en la derecha tenía una herida profunda de la cual goteaba la sangre continuamente, empapando el pedazo de tela que se apretaba fuertemente sobre ella. Se sentía cada vez más débil y mareado.

Él realmente estaba perdido. Hace unos días atrás se convenció de visitar aquella isla tan enigmática pero tan deslumbrante al mismo tiempo.

Estaba decidido a explorar a detalle y hallar algún tesoro o criatura jamás antes vista. Debía ser algo sumamente impactante que causara sensación al menos durante algunos años. Quizá su mayor error fue ser tan orgulloso, desde el inicio se negó a comunicar sus intenciones de viajar a aquella isla, quería hacerlo solo y quedarse con todo el crédito de su descubrimiento. Enlistó sus materiales y abordó un helicóptero, su corazón latía ansioso, la intensa sed de aventura y misterio le hacía agua en la boca.

El viaje resultó en un rotundo fracaso. Cuando se encontró a poca distancia del archipiélago, el cielo se oscureció y la luna se alzó, el viento que antes era como una ligera y dulce brisa, se deterioró hasta que sus azotes eran tan fuertes como un látigo, asemejándose a una poderosa tormenta, hizo a su nave balancearse de un lado al otro mientras lo obligaba a descender. Era como si una fuerza indestructible defendiera ese territorio y le negara el paso.

El helicóptero fue incapaz de resistir semejante tormento, descendió y descendió, atropelló decenas de árboles hasta que finalmente se estrelló contra el suelo y se convirtió en un pedazo de chatarra. Expulsando gran cantidad de humo.

Por supuesto, la persona en su interior no resultó ilesa. Una de las piezas del helicóptero se incrustó profundamente en la pierna de Jeon Jungkook, y su cabeza se estrelló contra un objeto duro. Dejó escapar un tétrico grito de dolor mientras sujetaba su pierna horrorizado, y su cabeza dio vueltas. Lastimosamente era el único allí, por más alto que gritara y pidiera ayuda, nadie vendría.

El dolor era más del que podía soportar, ejerció toda la fuerza posible y retiró el pedazo de chatarra incrustado en su pierna, la sangre empezó a desbordarse, haciendo obvio el destino que le esperaba. Arrancó un pedazo de tela de su camiseta, envolviendo torpemente la herida en un intento inútil de detener el sangrado. Pronto la tela que era del color de la nieve misma se tiñó de rubí.

Iba a morir allí, lo tenía por seguro.

Las reservas de alimento que trajo consigo se habían hecho papilla, y el equipamiento que acarreaba no podía verse de los escombros. Buscó entre sus pertenencias, y como esperaba, su teléfono se había roto.

No tenía manera de comunicarse.

Respiró profundamente y con lentitud salió de entre el montón de chatarra, se tambaleó apenas puso un pie afuera, anteriormente había estado muy concentrado en la gravedad de la herida en su pierna, ignorando las demás heridas en su cuerpo.