-¿Vemos una película?

Asentí con la cabeza sonriente. La película era Cómo perder a un hombre en 10 días. No sé si la película era tremendamente lenta y aburrida, o es que yo no la entendí muy bien, pero lo único que pude hacer en la hora y media que duró, fue pensar en Niall, y en como se reía por cada broma que soltaban los protagonistas. Por como su vista estaba clavada en el televisor atento de cada acción que tomaban.

Mi mejilla estaba apoyada en el cabecero del sofá, mirando fijamente a Niall como si todo dependiera de ello.

-¿Cuánto tiempo más tengo que finjir que no sé que me estás comiendo con la mirada? -preguntó sonriendo aún más. Reí tontamente con rubor en mis mejillas.

-El que tardes en besarme ahora.

Se giró y me observó. Estaba sonriendo ampliamente y acortó la distancia entre nosotros y me mordió el labio inferior para después comenzar a besarme. Sus manos se movieron a mis caderas y yo subí las mías a su nuca. Me gustaba su pelo y tener el poder de poder tocarlo cuánto quiera.

Me tumbó en lo largo del sofá y tiré el mando del televisor, dándole sin querer al botón de pausa. No le importó en absoluto y siguió con lo suyo. Mis manos subieron y agarraron el cuello de su camiseta, en su pecho. Los besos de Niall me encendían de la forma que nadie había conseguido y me hacían desear más.

Dejamos de besarnos cuando el sonido de la puerta principal abrirse y seguido de ellos pasos llegando al salón.

La nariz de Niall tocaba la mía, sonreí y le di un corto beso. Ladeó la cabeza y pasó a repartir besos a lo largo de mi cuello, iba a apartarle ya que Maura entraría en cero coma, pero Niall tomó la inesperada iniciativa de hacerme cosquillas en este instante. Mi risa y la de Niall mezcladas se escuchaban por toda la casa y la mitad de mi cuerpo se caía por el sofá.

Le gritaba que parara pero no lo hacía. -¡Maura socorro!

Los pasos que se escuchaban pararon y Niall volteó a ver detrás suyo y paró rápidamente. Tomé impulso para levantarme, ya que mi cabeza estaba colgando junto con parte de mi torso y mis piernas aún seguían en el sofá, e hice que Niall cayera encima mío. Fijé mi vista hacia arriba y quien había entrado era su padre, no Maura.

-Mierda, perdón. Oh, joder, Stevens. Papá ayúdame.

Se levantó corriendo y tomó mis manos con fuerza sin darme tiempo a analizar la situación. Niall estaba actuando muy exageradamente.

-Ven, Stevens -dijo el padre de Niall. Se me hacía raro el verlo rondar por la casa ya que siempre estaba trabajando de día, y cuando no, tenía jornada de noche. Asentí y le seguí sin entender.

Me llevó al baño y me hizo sentarme en el inodoro. Abrió el armario que había debajo del lavamanos y sacó de él un botiquín. Cuando se levantó, se volvió hacia mí y puso alcohol en una gasa.

-Sólo es una pequeña hemorragia, no hay nada por lo que preocuparse. Pero como ya te han contado tus padres, a partir de ahora tienes que tener cuidado con los golpes. Podrían hacerte mal.

No entendía a qué se refería.

Pasó la gasa por encima de mi boca, hasta el principio de mi orificio, y cuando finalmente estaba limpio, cogió otra y la metió en este.

-¿Qué? Osea, qué deberían de haberme dicho mis padres -pregunté inocente, juntando mis manos sobre mi regazo.

Mi pregunta le pilló por sorpresa, por lo visto, ya que sus ojos se abrieron como platos. Pero eso no duró mucho, sin más, su ceño se frunció y ahora mismo se le notaba tenso y muy, pero que muy, enfadado. Mierda.

Whatsapp (Niall Horan)Where stories live. Discover now