Día libre y fotografías

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-¿Por qué tenemos que hacer esto? -Preguntó Annie mientras estábamos sentados en la sala de reuniones en la empresa donde trabajaba Eren como fotógrafo.

-Ya te conté ayer...

-Vuelve a decírmelo porque ya estoy que tomo mis cosas, eso te incluye a ti, y nos vamos a casa. -Dijo Annie rápidamente cruzándose de brazos, nerviosa. Sí, esos solo eran nervios.

Eren nos había pedido ayuda con unas fotos para las promociones de la nueva línea de ropa de la empresa internacional para la cual trabajaba. Necesitaban muchas personas, pero dos de los modelos que habían contactados, había cancelado el día anterior. Mi mejor amigo me contó lo que pasaba si no encontraba a nadie para modelar; si las fotos nos se hacían al día siguiente, todo se retrasaba, y tal vez, podía perder el trabajo. Las empresas internacionales no podían recibir un no por respuesta, era responsabilidad de Eren contactar los modelos, escogerlos y hacer las fotografías, junto con editarlas y enviarlas al área de publicidad y marketing.

Pero... ¿Por qué nosotros si éramos simples mortales?

Eren estaba tan desesperado que me ofrecí enseguida, y en ese instante también ofrecí la compañía de Annie, ya que al otro día teníamos el día libre, una vez al mes nos poníamos de acuerdo para pasar todo el día juntos, ya que por nuestros trabajos era casi imposible. Yo trabajaba en unas investigaciones en el puerto por ser biólogo marino, estaba tres días en casa y los otros debía de irme a los centros nacionales de conservación de especies para realizar mi trabajo. Annie, por su parte, trabajaba en el departamento de policía de investigaciones. Ella se quedaba en casa toda la semana, pero ya me había advertido que lo nuestro debía de establecerse en algún lado, por lo que habíamos estado conversando sobre irnos a vivir a la ciudad del puerto. Ella podría pedir traslado y yo tendría mi trabajo asegurado también.

Sin embargo, acá estábamos, creyéndonos modelos de alta gama, ayudando a Eren.

Apenas me paso la dirección esa mañana, tuve que rogarle a Annie que se uniera a dar apoyo y a colaborar con la buena acción, pero me había puesto mala cara porque la desperté de sus horas de sueño reponedor y me dijo:

"¿Me viste cara de modelo? ¿Acaso tengo el cuerpo para modelar?"

Annie siempre había sido así. Desde la preparatoria, cuando la conocí, siempre se mostraba como una persona fría, con desinterés hasta para decidir que iba hacer el resto de su vida. Pero esa actitud estaba ocultando algo, era la desconfianza que se tenía como "mujer". Siempre me decía que había más mujeres mucho más sensuales y atractivas que ella, aquello me lo había dicho cuando le pedí que fuera mi novia, y ahora que vivíamos juntos, ya egresados y en nuestra plena juventud, solo a veces seguía pasando. Pero yo siempre le decía que ella era la única mujer para mí. La mujer más hermosa de todas.

-Annie...

-Era nuestro día libre, Armin... -Dijo entrecerrando los ojos mirándome con ganas de ahorcarme con sus pequeñas manos.

-Solo serán un par de horas, luego nos vamos al cine si quieres o a comer. Además, de seguro será divertido. -Comenté llevando mi mano hasta la mejilla de mi novia, acariciándola con delicadeza, provocando que se sonrojara y se relajara un poco.

-Mh... Bueno. -Dijo después de unos segundos antes de tomar mi mano al descruzar sus brazos, enlazando nuestros dedos.- ¿Te acuerdas cuando no nos dejaban en paz y nos sacaron fotos por todo el parque de Trost hace unos diez años atrás? -Annie me miró con una pequeña sonrisa al recordar ese día que creíamos que habíamos escapado de nuestros amigos para pasar el día solos. Disfrazados con la temática de Volver al Futuro, aún teníamos las fotos, incluso las habíamos bajado y mandado a revelar para enmarcarlas, eran una de las postales principales que estaban en la sala de nuestro departamento.

ARUANIWEEK JUNIO 2021Where stories live. Discover now