6568 ᴍ [ᴊ ᴇ ᴏ ɴ ɢ ʟ ɪ x]

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Viernes, 16 de septiembre:

Primer día de Jeongin con su marca en una distancia disminuida, primer día en el que Jeongin se levantó instantáneamente con una sonrisa que rodeaba de punta a punta su cara.

Comió su rico desayuno, y emprendió camino hacia la escuela, feliz de que sea viernes.

En el camino se cruzó a sus mejores amigos, quienes lo miraron sorprendidos de que no esté con la cara larga y triste como los días anteriores. Jeongin felizmente les mostró su marca, ellos le sonrieron y felicitaron, pues se sentían felices de ver como su amigo ya no estaba triste.

Yang pasó todo el día con una sonrisa, participó en sus clases de literatura y no salió corriendo al trabajo como solía hacer cuando tocaba la campana de salida.

-Woaah, qué raro que el señor "llegó tarde sino me voy ahora" este caminando tan lento-Comentó Hyunjin, quién iba caminando de la mano de Seungmin, su novio de universidad.

-Es que hoy es un día alegre y tengo ganas de llegar un poco tarde-Simplemente dijo Jeongin mientras reía un poco.

-Como se nota qué la marca te ha cambiado-Dijo con una sonrisa Jisung, le sonrió de vuelta.

Sus mejores amigos, y las parejas de ellos, eran personas increíbles, y Jeongin se daba cuenta de lo lindo y agradable que era caminar con ellos a la tarde, cosa que le entristecía, porque se había estado perdiendo esta acción durante mucho tiempo.

Jeongin recuerda haber conocido a sus amigos en secundaria, eran el primer año de los tres, y Minho y Hyunjin no lograban encontrar la sala de su primera clase, por eso Jeongin les ayuda a llegar.

Ese mismo día, en el recreo, les explica las instalaciones y las salas de las clases que tienen, sin embargo les dice que cualquier cosa le consulten a él.

Yang siempre había agradecido ser de descendencia coreana, y que aparte su padre le haya enseñado un poco de Chino, porque gracias a eso había podido guiar a dos chicos extranjeros que hablaban poco el inglés fluido.

Luego de un tiempo, los tres se habían vuelto inseparables, Jeongin recuerda lo difícil que había sido comunicarse en un principio, pero que al final de cuentas había terminado en una linda amistad, en la cual se comunicaban en una rara mezcla de coreano, chino e inglés.

El lindo pensamiento pasó y lo devolvió a la realidad, con sus amigos, caminando, y seguramente llegando tarde al trabajo, algo que nunca en la vida de Jeongin había pasado.

-Ehh... Chicos, creo que mejor me apuro así no llegó tan tarde al trabajo, pero si no están ocupados pasen a la tarde y toman café hecho por el mejor barista de la zona, o sea yo-Terminó Jeongin, haciendo reír a sus amigos.

-Bien, bien, nosotros iremos-Respondió Minho-Pero tú apresúrate intenta no llegar taaaan tarde, ve ve.

Jeongin corre hacia su trabajo y llega solo unos 15 minutos tarde, entra y se pone rápidamente el uniforme, luego de empezar su turno se encuentra con sus jefes y les pide perdón por la tardanza, que se le complicó con su colegio y una tarea en grupo que tenía.

Los amables señores le dicen que no pasa nada, que como era su primera vez llegando tarde se lo dejarían pasar, pero que por favor no lo repita, pues a esa hora los clientes eran más frecuentes.

Las horas pasan y sus amigos llegan a la cafetería, se sientan en una mesa de a cuatro, y todos se piden algo rico y diferente de la carta.

Jeongin les entrega la comida con una sonrisa y aprovecha a charlar un poco en lo que no entran clientes nuevos.

-¿Que les tardó tanto venir? Creí que vendrían detrás de mi-Dijo Jeongin.

-Oh, es que Jisung quería ver una hojas en la papelería y ya después Hyunjin acompañó a Seungmin a la librería a devolver unos libros, y bueno...

-Sisisi, ya te entendí que tenías cosas que hacer, deja de refregarme la que sales con tu alma gemela, no es gracioso-Dijo rodando sus ojos, para luego sacarle la lengua e ir a atender a los clientes nuevos que llegaban recién, escuchando las risas de sus amigos de fondo

[...]

Jeongin partió del trabajo y caminó las mismas cuadras de siempre, monótono al cien por cien.

Llegó a casa y se preparó una cena tranquila, pues no tenía tanta hambre.

Mientras se sentó a comer, sonó su celular, una llamada de su mamá.

-Hola ma, ¿Cómo está el viaje?-Fue lo primero que dijo al contestar, estaba emocionado, ya que podría contarle a sus padres sobre el cambio de la marca.

La cuál, si lo pensaba bien, no había revisado desde la mañana, entonces lo hizo en esos momentos, pero no había nada, ni un cambio, las cifras de guía en 2.824,51 kilómetros.

-Hola bebé, ¿Cómo has estado? Con papá te extrañamos bastante ya, pero prometemos apurarnos así podemos verte pronto-Respondió la señora Yang melosamente, Jeongin amaba eso, porque a pesar de que solía avergonzarlo frente a sus amigos, su mamá nunca dejaba de demostrarle todo el amor que tenía por él, y lo consideraba tierno-El viaje está bien, ya logramos firmar contrato con la compañía Lee, es más, nos encontramos con el pequeño Lixie, ¿Te acuerdas de él?

-¿Quien?, No ma, no lo recuerdo-Respondió confundido Yang-Pero tengo que contarte algo, antes de que me termines cambiando de tema-Siguió diciendo.

-Claro bebé, ¿Que ha pasado?-Sentencio asustada.

-La marca, mami la marca disminuyó, ahora se encuentra en 2.824,51 kilómetros-Respondió feliz.

-¡Wow! Eso es un montón mi amor, felicidades, seguro que pronto encuentras a tu alma gemela, tenlo por seguro-Mamá Yang estaba feliz por su hijo, y su instinto de madre le decía que sería aún más feliz dentro de poco.

-Claro ma, yo también espero eso.

Y realmente esperaba que sea así, porque la espera se estaba haciendo eterna, y Jeongin estaba cansado de seguir esperando.