Asesinos Sin Rostro

Capítulo 26

Ambos se quedan asombrados al ver a Alex.

-¿Qué pasa?, ¿Todo bien? - les pregunta Miriam
-Mamá puedes venir conmigo unos minutos. - dice Yankel viendo a Alex fijamente
-Si,pero ¿está todo bien?, ¿qué tienes?
-Esta todo bien, pero quiero hablarte de algo en privado.
-Esta bien. Ahora vuelvo.
-Si
-Ester

Ester le hace una seña de que estará bien.
Miriam lo lleva a un cuarto para hablar tranquilos.

-Dime hijo
-Mamá... ¿Dónde consiste a ese tipo?
-Yankel, esas no son formas de referirse a alguien.
-Mamá, hablo en serio.
-Es parte de lo que después te contaré, pero no ahorita.
-No mamá, es importante. - le dice en un tono serio.
-Bueno ya Yankel, dime qué sucede. - le dice en un tono brusco
-Mamá... -*Suspira* -Mamá, ese tipo es peligroso.
-¿De qué hablas Yankel?
-Ese tipo no es quien dice ser, ese ni siquiera es su nombre.
-Yankel no hay tiempo de estas cosas hijo, se que te cuesta mucho asimilar todo esto, pero te entiendo, no debe ser fácil digerir todo esto en un segundo. Pero no dejaré que trates de difamar a la persona que me brindó su apoyo cuando estaba completamente sola.- dice Miriam dirigiéndose a la puerta
-¡Mamá! - lo dice aún sin moverse de dónde estaba y sin ver a Miriam
-Si
-Solo no quiero que él nos acompañe si.
-Esta bien. Pero ya vámonos.

En la cocina, Alex y Ester no dejaban de verse fijamente. Alex iba a decirle algo cuando en eso entran Miriam y Yankel.

-Listo, ¿nos vamos?
-Si, solo deja voy por mi...
-No. Es decir, está bien Alex. Debes de venir cansado, mejor yo los acompaño.
-Segura.
-Si. Descuida, se cuidarme sola.
-Esta bien. - dice Alex acercándose a ella, la abraza y le da un beso en la frente. - Aquí te espero.

Yankel, Ester y Miriam llegan a la casa y ya estaba la mudanza ahí.

-Si que se mueven rápido eh. - dice Miriam desabrochando el cinturón de seguridad
-Son un gran equipo. - dice Ester
-Eso veo. - dice acercándose a la vebtana del auto
-Mamá aguarda un segundo aquí.
-Si

Yankel y Ester entran a la casa y ven a los demás ahí y todos corren a abrazarlos. En eso se acerca Alfred.

-Muchacho, me alegro que esté bien. También me alegro que usted esté bien señorita.
-Gracias Alfred. - le dice sonriéndole
-Alfred, recuerdas que te dije que te tenía una sorpresa.
-Si
-Bueno, espérame aquí que te está esperando en el auto. -dice Yankel yendose
-¿Cómo?
-Descuide. Creo que le encantará esta sorpresa. - dice Ester sonriéndole y tomándolo del hombro

Todos salen de la casa y ven a Yankel regresa del auto junto a Miriam. Alfred se queda asombrado al verla, como si hubiera visto un fantasma.

-Mi... Mi... ¡¿Miriam?! - dice Alfred paralizado
-Si Alfred, soy yo. Pero que haces ahí parado, ¿qué no te da gusto verme?, ven y dame un abrazo. - dice Miriam extendiendo sus brazos

Alfred se acerca y la abraza.
-Pero... ¿Cómo es posible?, Usted...
-¿Estaba muerta?, ay Alfred, ven, acompáñame por allá, tengo mucho que contarte.

Alfred y Miriam se van y los demás se quedan ahí con Ester y Yankel.

-Yankel, Ester. Tenemos que saber que paso. - les dice Luis
-¿Qué paso allá Yankel?, te ves preocupado. - dice Ana
-Lo estoy, lo estoy.
-Pues diganos, ¿qué pasó chicos?, ¿les hicieron algo?  - pregunta Yasseb preocupado
-Uff - expresa Yankel tomando aire
-Mejor esperemos a mañana para contarles ya un poco más tranquilos.
-Si, creo que tienes razón Ester. A parte, todavía hay que ir por tus cosas.
-¿Qué está pasando chicos? - pregunta Luis
-Mire, no sé enoje, pero es que si es preferible contarles lo sucedido en otro momento, en un lugar más... Privado, ¿me explicó?  - dice Yankel volteandolos a ver y señalando disimuladamente al servicio de mudanza
-Entiendo, entiendo.