𝕄𝕚 𝕄𝕒𝕗𝕚𝕠𝕤𝕠 - ℝ𝕦𝕘𝕘𝕒𝕣𝕠𝕝

★𝐂𝐀𝐏𝐈́𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟓★

DE MAÑANA

Narra Ruggero

Me desperté temprano anoche pensé mucho y como la trataba a Karol, jamás lograré que ella este de mi lado, necesito que se enamore de mi, que me ame y me tema, si un día logra escaparse claramente hablara de mi y que la secuestre. Tengo problemas mucho mayores así que consentirla no debe ser difícil.  Solo espero que ella ponga de su parte.
Tenía muchísimas cosas para hacer, tenía pensado darle una sorpresa a Karol, ya hablé con unos arquitectos e ingenieros que trabajan para mi y me dijeron que en cuatro días estaría todo lo que tenia pensado darle, seria una buena inversión así ella no se metería en mis temas y siempre tendira lo que ella quiera. Ahora estoy mi oficina con Michael y Pasquale.

Pasquale: señor voy a salir a recibir el cargamento que llegó recién - me informa, yo le autorizo y el se retira

Mike: y...que tal tu chava, anoche escuchamos muchos ruidos hacia tu habitación - rie un poco

Ruggero: me vuelve loco, me endemonia pero más me gusta quiero que sea mía, hacerla mi mujer, solo que ella no colabora - suspiro y entra nuevamente pascuale

Pasquale: señor - entra rápidamente

Mike: sucede algo? - pregunta tomando buena postura en su asiento

Pascuale: solo la mitad de la mercadería llegó - dijo y maldigo odio que se metan en mi camino pero van a pagar por cada cosa mía que toquen

Ruggwro: hoy llegaba la primera parte del acuerdo que hice con los de Buenos Aires, no me lo van a hechar a perder - exclama poniéndome de pie

Mike: vamos, veremos qué pasó - dice y carga un arma

Pasquale: detuvimos a unos cuantos y los hicimos hablar, trabajan para Russo - dijo, Mike me pasó un arma y nos pusimos chalecos Anti balas

Ruggero: Karol tendrá que esperar - digo para mí

Mike: se metieron con la mafia equivocada - hace sonar su rifle

Ruggero: asi es, esto será una carnicería - afirmo guardando granadas

Narra Karol

Abrí los ojos por los rayos del sol, me senté en la cama y me di cuenta de que sigo estando está maldita casa, yo que pensé que fue todo una pesadilla. Tenía puesta aún la remera de Ruggero olía super rico pero tebia que cambiarme ya aparte tenía manchas de sangre por él. 
Entré al baño me lave la cara cuando salí tocaron la puerta, la abrí.
Una muchacha de mi edad más o menos. Es bastante bonita y me sonríe.

X: buenos días señora Pasquarelli, soy Diana la mucama del Señor Pasquarelli, le traigo un poquito de ropa que le compro el Patrón - dice

Karol: disculpeporque usa ese termino yo no soy su mujer - dije confundida

Diana: aun no señorita pero pronto lo será- afirma con tanta seguridad que me asusta

Karol: eso ya lo veremos, gracias por la ropa, hay algo para comer - pregunto mientras me recojo el pelo en un rodete

Diana: si señorita abajo esta su desayuno - me sonríe nuevamente

Karol: muchas gracias Diana, por todo, enserio - agradezco al fin alguien me trata bien.

Diana: con su permiso señorita, muchachos pasen - le dice a dos hombre que meten como seis cajas enormes.

Bajaron todas las cajas y más mucamas ordenaron todas mis nuevas ropas en el closet y no solo eso habían joyas, zapatos, maquillajes, cremas, perfumes todo tipo de accesorios.

Karol: gracias Diana, por si acaso no viste a Ruggero? - pregunté

Diana: salió temprano, por temas de su trabajo - dice evadiendo el tema

Karol: entiendo - me da curiosidad saber a que se dedica

Diana: si no necesita nada más me retiro con su permiso - asiento y se retira con el resto del personal

Escogí una ropa bastante comoda me di una buena ducha y me dedique a mi. Baje a desayunar y me encontré con dos mujeres me explicaron sus trabajos y papeles en esa casa. Son súper agradables y creo que es lo único bueno de todo esto.

Por otra parte estoy mal por qué mañana es el desfile y no podré asistir. Que será que estará pensando mi amiga, será que me buscando tal vez hasta me despidieron por no estar en estos días tan importantes.

NARRA RUGGERO

Estamos cerca de la frontera de Argentina, claramente los hombres de Carlo Russo tienen mi mercancía. Les caímos de sorpresa, es hora de picar carne.

Llegamos haciendo mucho ruido, aunque siempre voy seguro llevo 50 de mis tipos todos entrenados, militares, soldados que trabajan para mi y para su país, tuve que negociar con ellos presidentes de sus países así que ellos hacen que cada guerra valga la pena.

Todos defendían el camion donde guardaban mis cosas, sus coches blindados a mi no me asustan. Lo peor que pudieron haber hecho es quedarse, ahora ya los tengo en mis manos. Me gusta hacer las cosas a la antigua también y dejar mis huellas por lo que cuando llegamos hasta ellos mis hombres me cubrían mientras yo peleaba con plomo y arma blanca.
La masacre fue mundial me encanta conseguir todo lo que quiera y recuperar mis cosas, hasta cargamentos de otras empresas fantasmas robaron y ahora todo es mío.

De los míos murieron unos pocos pero ya conseguiré unos nuevos, los numeritos no me afectan.
Este tipo siempre a querido sacarme todo lo mío desde que éramos jóvenes, no para de fastidiarme la vida hasta mujeres le he dejado algunos terrenos le vendí, pero claro no quiere mis sobras, de tanto que tenia tuve que dárselas el pobre nunca crecía su empresa.