「️유독 한 」️ T O X I C ━━ Yeonjun

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Ahí estaba el muchacho al que tanto miedo y pavor le tenía, había vuelto cuando ella esperaba que él ya no era así. Se sintió amenazada, aterrorizada pero sobre todo insegura, no quería volver al lugar en el que fue abusada, no solo de manera física, sino que también mental, por esa misma razón se quedó ahí tanto tiempo. Por su manipulación de primera.

─No, Yeonjun. Volver contigo no está en mis planes, mucho menos con ese comportamiento tan posesivo que tienes. Ya no más, ¿me escuchas? ¡ya no soy idiota! Soy consciente del daño que me haces, ¡a todos los que me rodean, no solo a mí!

─¡Tenía que hacerlo! ¡solo te estaba alejando de mí!

─¡¿A qué te refieres?!

─¡Al idiota de tu hermano! Te la pasabas ahí metida, debía hacer algo al respecto. Sé que no murió, esta mañana fui a revisarlo y está con vida el imbécil.

No podía creer la atrocidad que acababa de decir, había estado metida con algo peor que un monstruo y jamás se dio cuenta.

─Fuiste... Fuiste tú el que lo atacó. ─sintió unas náuseas terribles subir por su estómago hasta su garganta, seguía sin poder procesar lo que estaba escuchando.

─Claro que fui yo, ¿quién más sino? Era algo necesario para salvar nuestra relación. Me perteneces, tus ojos solo deben estar centrados en mí, en nuestra relación, ¡debo ser tu prioridad! ─dirigió sus manos hacia el rostro de la femenina, posandolas en sus mejillas, tomando estas con fuerza, pero no la suficiente para lastimarla.

─¿Tan siquiera piensas o escuchas lo que hices? ¡estás siendo un egoísta! ¡eres un monstruo! ─antes de poder articular alguna palabra más, sintió las manos del chico alejarse, luego vio la mano de Yeonjun dirigirse hacia su rostro. Soltó un grito mientras se agachaba.

Había logrado esquivar el golpe del mayor.

─¡No te atrevas a llamarme egoísta ni mucho menos! ¡no lo soy! Simplemente no puedo compartirte, ¡a ti no! ─ella trataba de alejarse, caminando alrededor de la barra de la cocina, pero Jun iba detrás de ella, apretando los puños, listo para volver a golpearla.

─¡Déjame tranquila! Te voy a denunciar, v-vas a pudrirte en la cárcel por todo el daño que nos has hecho. ─le dio una mirada rápida a la puerta de entrada, no estaba cerrada con llave, Huening y Tae la esperaban en el parque frente a su casa, así que si salía corriendo estaría a salvo.

Las intenciones parecieron ser un poco obvias para Choi, pues se apresuró a la puerta de madera, cerrándola con seguro para ponerse frente a ella con una sonrisa.

La curvatura en sus labios era inquietante, el hecho de que los mechones rubios estuvieran despeinados y repartidos por su rostro, cubriendo su vista un poco, lo hacía más atemorizante.

─Por favor, Yeonjun... Solo quiero irme a casa, quiero terminar con esto. ─comenzó a sollozar, ya no se sentía capaz de enfrentarlo, eran demasiadas emociones las que la invadían.

─¿A casa? ─empujó su mejilla interior con su lengua, siguiendo con esa sonrisa─. Este es tu hogar, ¿dónde más puedes ir? Solo puedes estar conmigo, pequeña. ─comenzó a avanzar de nuevo hacia ella, esta vez más rápidamente, sus pasos eran seguros.

Eso no traería nada bueno.

Ella solo pudo atinar a correr por el pasillo que daba a las habitaciones, buscando con desesperación el baño, giró la perilla y cerró con llave detrás de sí, escuchando al chico golpear sin cesar la entrada al sanitario. Se alejó de ahí, mirando que al costado de la puerta estaba el mueble de madera en el que guardaban todos los artículos del baño, lo empujó para poder hacer más tiempo para poder escapar por la ventana. Sabía que eso no lo detendría mucho tiempo, pero debía intentar algo.

Subió al escusado tratando de abrir el cristal que gracias a Yeonjun tenía truco para poder abrirla.

Su respiración se agitaba con cada segundo y su corazón latía con más intensidad a cada grito del contrario fuera de la habitación.

─¡La voy a tirar sino la abres en este mismo instante! ¡no creo que quieras que te suceda lo de la última vez, cariño! ¡vas a terminar peor! ¡lo juro!

Abrió la ventana en su totalidad y con dificultad subió todo su cuerpo hasta quedar casi fuera.

En el momento en el que sintió el pasto en sus manos, jalando de él para salir de la pequeña habitación la puerta fue empujada, provocando el estruendo del mueble que tumbó frente a esta. Miró al chico entrar como pudo al lugar.

─¡Ven aquí! ─se apresuró a sacar lo que quedaba de su torso, siendo sus piernas lo único dentro.

Para su mala suerte, él logró tomar su pie, jalando de este para poder meterla.

Pero esta vez nuestra protagonista no se iba a dejar.

Oh claro que no lo haría. Tomó la suficiente fuerza de voluntad como para golpearlo con su pierna libre, dándole justo en el rostro.

El rubio retrocedió mientras se quejaba y agarraba su nariz, la cual sangraba sin parar. El golpe había sido bastante fuerte.

Terminó de subir por la apertura en la pared, corriendo lo más rápido que se lo permitieron sus piernas, buscando con desesperación a su amigo, quien estaba de espaldas de ella.

─¡Tae! ¡Taehyun! ─él se volteó a verla, asustado y temiendo por lo peor.

─¿Qué pasó? ¿te hizo algo?

─¡Vámonos, vámonos de aquí! ─tomó la mano del pelirrojo mientras continuaba corriendo con la intención de alejarse lo más posible de ese lugar.

No quería volver jamás, no quería acercarse ni un milímetro a Yeonjun.

No quería sentir su presencia ni su tacto en la vida, ya no más.

luego de casi un año sin actualizar, aquí vengo yo a tratar de continuar esto.

les debo una GRAN disculpa, aunque prácticamente ya nadie va a leer esto, estoy segure.

pero igual, si alguien lo hace, le quiero agradecer mil que sigan aquí, prometo actualizar más, ya tengo la idea en la cabeza <\3.

lesamo.

les dejo esto aquí, mientras preparo la otra actualización sisi <\3.