Estaban frente a la casa que la menor compartía con el rubio, ella estaba dispuesta a terminar con él cara a cara, algo que fue la única opción disponible, pues la primera de hacerlo por una llamada de manera segura no parecía poder realizarse puesto que el mayor no contestaba ni mensajes ni nada.

El de cabellos rojizos se sentó en la banca frente a la pequeña propiedad, mirando como su amiga jugaba con sus dedos, nerviosa.

─Muy segura, es algo que tengo que hacer ya. Saldré corriendo si necesito algo, solo quédate cerca, ¿sí? ─Tae solamente asintió para encarar a la chica, sin darle tiempo a reaccionar, la enrrollándola en un fuerte abrazo, brindándole el apoyo que ella necesitaba en esos momentos.

─Estaré esperando aquí a que salgas, no dudes en gritarme si pasa cualquier cosa. Me acercaré de vez en cuando, pero tómate tu tiempo.

La segunda mayor de los Huening asintió, acercándose a lo que antes llamaba hogar.

Posó sus manos en la perilla, dándole vuelta a esta y entrando lentamente.

─¿Yeon? ─su vista recorrió toda la sala de estar y cocina, notando el desastre de cosas rotas en el suelo. Evitó pisar los trozos de cristal regados por todas partes, pero era algo prácticamente imposible, estaba repleto de ello.

Se sentía el ambiente de tensión y desesperación que transmitía el lugar, estaba segura que Yeonjun había tenido uno de sus ataques de ira con los que destruía todo a su paso.

Escuchó unas pisadas pesadas por el pasillo, logró divisar la figura desalineada de Choi aproximarse hacia ella.

Sin darle tiempo a reaccionar, él ya la había atrapado en un abrazo. Uno lleno de ansiedad e inestabilidad.

A diferencia del que le había dado Taehyun, este era asfixiante, no podía sentir lo mismo que hace algunos días cuando esta interacción sucedía entre los dos. Ahora solo le daba asco y muchas ganas de salir corriendo para jamás volver a su lado.

Podía escuchar su respiración pesada cerca de su oído.

─Me diste un terrible susto, pensé que no volverías. ─se separó de ella, mirando con detalle su rostro el cual estaba envuelto en una mueca de terror absoluto. Así como sucedió con el abrazo, atacó sus labios con desespero. Eso era todo lo que él necesitaba, sentirla cerca suyo─. No vuelvas a hacer eso, por favor, no te vuelvas a alejar de mí jamás.

─Sobre eso... ─alejó las manos de Yeon de ella, tomando su distancia preventiva ante él.

─¿Qué?

─Necesitamos hablar, en serio lo necesitamos. Hablar sobre esto. ─señaló al muchacho frente suya y luego a ella.

─¿Sí? Que bueno que lo dices, estaba pensando justo en eso. ─metió sus manos en sus bolsillos, sonriendo de lado.

─Menos mal que piensas eso, empieza tú.

─Creo que esto no está funcionando. ─dijo su nombre en suspiro, cerrando los ojos mientras tocaba con sus dedos el puente de su nariz.

─¿De verdad? Me alegra mucho que igual lo pienses así, es decir, esto de verdad es muy tóxico, a un nivel que no puedo con ello. Los golpes y tus maltratos son algo que ya tenían que parar. De verdad me pone feliz que lo entiendas y... ─una risa sarcástica por parte del rubio la interrumpió, le miró extrañada, dándose cuenta de la expresión de burla en él.

─No me estás entendiendo. Mira, no creo que esté funcionando porque tú no estás todo el tiempo para mí como debe de ser. Quiero todo tu tiempo enfocado en mí, ¡eres mi novia! Se supone que debes de ver por mí por encima de todos. ─alzó la ceja, mirando a la chica de arriba a abajo, avanzó unos cuantos pasos hacia ella, provocando que la menor retrocediera asustada─. Eres mía, tienes que entenderlo bien.

「️유독 한 」️ T O X I C  ━━  YeonjunWhere stories live. Discover now