Ella se dió la vuelta, movía sus caderas con habilidad contra a mi, agarré su cintura y enterré mi cara en su cuello.

Yo no sabía bailar. Yo no sabía que Camila bailaba tan bien y sensual.

Sus movimientos me hicieron poner dura, ya había comenzado a sudar y Camila no dejaba de moverse, sus brazos colgaban de mi cuello, cada vez que rozaba su culo contra mi entrepierna yo gemía en su cuello.
Le di la vuelta para que quedara frente a mi, acerqué mi cara hasta estar a la altura de su oído.

-Tu baile me tiene caliente- Murmuré.

Ella se abrazó más a mi y bailó con más gusto.

La canción había terminado y con ella el sensual baile de Camila. Mi respiración estaba un poco agitada, tomé la mano de Camila y salimos del club sin despedirnos.
La llevé directo al auto y subimos.

-Mira como me puso tú baile- Señalé mi bulto, -No sabía que podías bailar de esa manera-

-Hoy hay otra versión de Camila- Camila habló con suavidad.

Asentí y conducí hasta la casa en silencio.

Al llegar pego a Camila de la pared.

-Cual es esa otra versión de Camila?-

-Una más mujer- Sonrió.

Llevé sus manos encima de su cabeza y pegué todo mi cuerpo a ella.

-Follaré duro a esa mujer- La besé, un beso intenso y desesperado, ella me mordió y gemí en el beso.

Ella se zafó de mi agarre y me empujó lo que hizo que nos separáramos del beso. Ella caminó hasta la habitación, en el camino se iba quitando la ropa, la miré unos segundo sin moverme y luego la seguí, en el camino me quité la ropa, las dos quedamos desnuda frente a frente.

Me arrodillé frente a ella, separé sus piernas y besé sus pliegues, un gemido llenó la habitación. Sus manos me tomaron del pelo y enterró mi cara ella, succioné su clítoris, la penetré con la lengua, lamí de arriba abajo sus pliegues, amasaba su culo con mis manos y de vez en cuando la azotaba, Camila gemía cosas sin sentidos y algunas malas palabras, continué con la acción hasta que ella se vino en mi boca, tragué todos sus jugos, gemí por el sabor. Su cuerpo temblaba mientras la sostenía con mis brazos. Unos cuantos besos en su pelvis y subí hasta estar de pie frente a ella, ella tenía los ojos cerrados. Admiré su belleza y su desnudez.

Esta noche sería diferente, me la voy a follar duro y dejaré de lado el amor. Le demostraré el sexo intenso.

Empujé a Camila en la cama, me arrodillé en esta y la miré unos segundos.

-Ponte en cuatro- Le ordené.

Ella me obedeció sin poner peros, acaricié frenéticamente mi miembro y lo acerqué a su entrada, un gemido de anticipación salió de mis labios.

-Mierda!- Gruñí y entré en ella.

Ella ahogó un grito en la almohada. Respiré hondo y comencé a embestirla, despacio al principio y luego rápido. Me deleité viendo cómo rebotaba con cada penetración mía, estaba extasiada por la vista. Cerré un momento los ojos sintiendo el placer y escuchando los gritos amortiguados de Camila, la azoté una vez, dos y tres veces, tenía medio cuerpo recostado en la cama, lo que significa que tenía más acceso a entrar en sus entrañas.
No sé qué me llenaba más de placer, si ver su culo rebotando en mi o escucharla gritar todo tipo de palabras sucias.

Detuve mis movimientos, respiré un poco, me acerqué a ella y le di unos cuantos besos. La cambié de posición, abrí sus piernas, ella me miraba con atención, estaba sudada y ella también. Entré en ella con un movimiento rápido y recosté el resto de mi cuerpo en ella, besé sus labios, su cuello, el centro de sus senos y me llevé uno a la boca, comencé a moverme, movimientos lentos pero con presión, sus gemidos eran suaves.
La penetré con movimientos rápidos, otra vez empezaron los gritos, no dejaba de mirarla a los ojos, ella llevó sus manos a mi espaldas y sus piernas rodearon mi cadera y me empujó más dentro de ella, un gemido animal salió de mis labios, me incorporé mejor, la agarré con una mano del cuello y la penetre salvajemente, sus senos rebotaban, ella mordía sus labios mientras la penetraba duro.

Pasé la noche entera cogiendo a Camila, en diferentes posiciones, le di innumerables orgasmos, la hice sentir bien, ella me hizo sentir bien, disfrute de su cuerpo y me vine mucho dentro de ella.

Pronto tendremos un bebé.

Para cuando terminamos ya eran las 5:00 AM. Estaba cansada y Camila igual, me acomodé con ella a mi lado y así como Dios nos trajo al mundo y una vez más, nos quedamos dormidas.








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Amor Inesperado Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon