- Te puedo maquillar - dije sin saber si aceptaría la propuesta. Claro, tampoco era opción aparecer con la cara hecha mierda.
- ¿Maquillarme? Hablamos en serio - se burló Ruben.
- Bien, también pueden verte con el labio abierto, un ojo negro y moretones en todo el cuerpo - dije como si fuera lo mas normal del mundo.
- ¿No se notaria? - preguntó sin muchas esperanzas
- Juro que no.
- Bien... Vienen a las 16:00 en... - busco con la mirada el reloj en la pared - 3 horas. - ¿Habia tardado tanto en comer medio plato de fideos?
- Bien, entra a bañarte y después empiezo a pintarte - el hizo lo que dije y me quede hablando con Mangel.
- ¿Y a que hora tienes que ir mañana? - se refería a la corte. Yo tenía 17 y deje el liceo y me fui lejos de mis padres sin su consentimiento.
- A las 14 - bajé la cabeza.
- No te preocupes, ganarás. Iras con rubius, no? - *que les den a las putas h, ustedes saben como habla Mangel *
- No lo se, no le pregunté - jugué con mi cabello.
- Claro que iré. - apareció Rubius detrás mío - Tu vivirás conmigo y nadie te alejará - me abrazó, yo Sonreí, ese chico causaba un raro efecto en mi. Uno hermoso.
- En serio, te agradezco demasiado - besé su mejilla.
- No hay porque. Deberíamos planear que decir... - lo interrumpi
- Bien, luego discutimos eso, ahora hay que maquillarte... Aunque no te ves tan mal - solté accidentalmente, no sonó tan mal como es. Yo no hablaba de las heridas...
- Lo se, soy hermoso - Idiota... Estuve una hora maquillandolo para que pareciera que no tenía nada, quedó bastante bien. No tape sus ojeras o imperfecciones, para que se viera natural.
- Bien, estas listo - lo di vuelta para que mirara el espejo.
- Wow ! Esto se te da bien - toco su rostro - Auch - se quejo al tocar su ojo.
- Idiota, que no se vea no significa que deje de doler. Bien, ahora fuera de mi cuarto, me tengo que bañar y cambiar. - lo eché.
Hice lo que dije y miré el reloj, faltaba una hora. Maquille el pequeño moretón que había en mi mejilla, tenia también una arañazo, no creo que preguntaran pero si lo hacían culparia a Raspy. Fui a la sala donde estaban Rubius y Mangel jugando al Xbox. Me senté a su lado y me puse a jugar con la gata, me arañó.
- Ah! Puta gata - dije bajo. Mangel y Rubius rieron.
- No llames puta a Raspy. Ella es una gata decente - dijo Ruben, todos reimos. El timbre sonó - ve tú
- Son sus amigos, no vaya a ser que piensen que soy una fangril que se metió - respondí, al fin fue Mangel. Oí voces y entraron Vegetta, Willy, Luzu, Lana, Chetto y Alex. Rubius me presentó ante todos, yo los saludé y me puse a hablar con Lana.
- ¿Y que eres de Rubius? - pregunta curiosa.
- Compañera de piso - digo indiferente.
- Parecen algo mas - dice ella.
- ¿Que? ¿Yo y Rubius? Nunca - contesté obvia.
- Solo hay química, una química que se nota a kilómetros. - yo buffe.
- Dejalo...
- Aww pero si es Raspy! - gritó al ver que la gata entró a mi cuarto - Eres una monada!
- Lo se - me toqué el pecho orgullosa, ella rió y alzó a la gata. Raspy la arañó y se posó en mis piernas - Ja! Ella me ama - grité, Lana rió.
- ¡CHICAS LA PIZZA! - ¿que nunca comían otra cosa? No importa, almorze hace tres horas, no tengo hambre.
- Vamos - dijo en mi puerta Lana.
- No tengo hambre, almorze tarde - no era del todo una mentira
- Rubius esta que se come una vaca - insistió.
- Rubius siempre esta que se come una vaca. Iré pero no quiero comer.-
Hicimos bromas, reímos, tomamos, jugamos y gritamos. Eran chicos verdaderamente majos. Cuando se fueron ya eran la una de la mañana.
- Voy a dormir - se levantó Rubius.
- Yo igual. Que sueñes con los Mangel-litos - reí.
- Eres tonta - me abrazó.
- Mucho - susurré en su oído, el tembló a lo que yo asome una sonrisa al saber el efecto que causé en el. Ambos nos retiramos y me dormí profundamente.
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Bien ese fue otro cap, lo amo aunque no existan, xq nadie esta leyendo esto. Chau y Bezitoh en lah kolah
