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Ese 8 de julio todo fue tan... diferente, ni hace un año la pasó tan mal y eso que tuvo que estar en casa casi todo el día cuidando a su abuela.

Esa semana de julio no fue por chocolate o fresas, no compro 3 ramos de rosas, ni se preparó desde antes para hacer una comida especial o cantó las mañanitas con un audio viejo, sinceramente ese día no quiere hacer nada más que llorar y deprimirse pero tiene que ir a entrenar con su equipo a las 11 hrs.

Con toda la energía que pudo reunir Obito fue al campo de entrenamiento no. 3, con los ojos fijos en el piso a paso lento con sus manos están en su pantalón, como pocas veces pese a traer sus gogles los deja descansar en su pecho. Apenas ayudó a una que otra persona y ni se diga del gato que por poco le pisa la cola...

Una vez en el punto de reunión Kakashi y Minato apenas lo podían creer, Obito llegó 5 minutos antes de la hora acordada mientras Rin llega un minuto antes...

El Uchiha apenas saludó a sus compañeros con un tono serio, apenas interactuó con ellos, incluso cuando Kakashi le dijo débil no recibió una respuesta tan acalorada como siempre o cuando Minato le felicitó por haber logrado golpearlo Obito agradeció con pena pero sus ojos siguieron sin brillar como siempre lo hacen. Ni Rin invitándolo a comer o despidiéndose besando la mejilla del Uchiha logró algún cambio en su actitud, quien cabe destacar la rechazo.

Este día cambiaron al Óbito que conocen, pero tampoco lo transformaron en un Uchiha u miembro de otro clan.

Es desgarrador verlo así, tan... destruido, es como si el sol desapareciera este día por unas inmensas nubes casi negras que amenazan con ser una tormenta pero no llueve, no hace calor o frío. Parece que el día es gris amenazando con empeorar en cualquier momento, ocultando en su manto de tempestad a un sol. En el caso del Uchiha, amenaza con desvanecerse en cualquier momento y ser otra persona.

.- Minato sensei, -Habla por primera vez con iniciativa propia

-¿Qué ocurre Obito? -Preocupado, esperando que no se note en su tono amable pero sus facciones lo delatan, por suerte a Obito no le interesa verlo

- ¿Me puedo retirar antes del entrenamiento?

Sobra decir que sus compañeros se sorprendieron, el pelinegro puede ser todo menos el tipo de persona que se retire antes de tiempo, en especial en sus entrenamientos donde siempre se esfuerza por mejorar ...

-Claro -Da el permiso el mayor, acariciando el cabello del Uchiha con delicadeza como si tuviera que romperlo con cualquier toque violento -¿Puedo saber el porqué?

- Es 8 de julio

Responde como si fuera obvio, claro ahora él lo es pero al resto no, ni su sensei recuerda porque su alumno está tan afectado el día que usualmente es un sol de verano, alegrando a quienes lo ven.

-Bien -Aquella afirmación emocionó al infante, a quien le brillaron los ojos por haber obtenido el permiso de aquella manera tan sencilla, sin pelear, reclamar o rogar -¿A qué hora te piensas ir? -Aquella pregunta apagó el brillo de sus ojos como si fueran una ilusión

- A las 2... -Notando al sol brillar en el cielo despejado, pero si no hay nubes en este ¿Por qué todo parece tan oscuro?.

Retomaron su entrenamiento otra hora, una hora más donde el pelinegro parecía responder de forma manual, una hora donde sus ojos apenas brillaron o vieron algo más que su nueva luz revoloteando feliz más no es para él, si no para Kakashi.

Incluso ese día lo ignoraron, vaya mierda...

Las 14 hrs llegaron más rápido de lo planeado para el equipo Minato, dando pie a la rápida despedida de Obito. Quien corrió al puesto de flores Yamanaka a comprar rosas, un gigantesco ramo de rosas rojas con tres rosas blancas, una hortensia y una camelia blanca con manchas rosas

Hoy noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora