Magnolia

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8:30 am

Alcance a divisar mi teléfono en el piso, dormida en el piso, en el colchón pero en el piso.

-¡Diablos!- mi alarma no había sonado así que me levante de prisa.

Corrí al baño para verme en el espejo, cabello desarreglado y ojos aún hinchados, definitivamente necesitaba una ducha.
Me desvestí y entré abriendo una de las llaves, el agua fresca iba acorde al verano que se asomaba en brooklyn, me vestí y peine mi cabello, me tendría que maquillar en el taxi. Salí de mi apartamento y corrí por las escaleras, un ascensor era necesario en este viejo edificio. Corrí con ganas llegando a la planta baja, salí por la puerta y llame al taxi que justo se acercaba, le indique la dirección y me maquillaba de prisa , pues parecía que el lugar no era muy lejos. En menos de 10 minutos había llegado a mi destino.

Magnolia Bakery
El lugar era divino, acogedor pero no dejaba la clase de lado, era una de las mejores pastelerías de NYC y era un honor que aceptaran como pasante. Fuera de la puerta había un larga fila de personas que esperaban su turno para comprar.

Me busque lugar para entrar por la puerta.
-Oye toma línea como todos- gritó una mujer.
-Soy trabajadora- la mujer sólo se volvió a meter a la línea con cara avergonzada.

Una de las mujeres que estaba atendiendo me miro con cara agradecimiento.
-Tú debes ser Andrea , me llamo jena y soy la encargada de este establecimiento- Era rubia de estatura promedio, se veía un poco aturdida de tanta gente- es viernes y puedes imaginarte la cantidad de trabajo qué hay- señalo afuera- me enviaron tu curriculum y me encantaría que empezaras hoy.
-Claro, solo dime en qué quieres que comience- conteste con actitud.
-podrías ayudarme a despachar, el cargamento llego y necesito firmar- asentí con la cabeza, no era un trabajo difícil, había estudiado los ingredientes de sus cupcakes, aún así las vitrinas tenían el nombre del pastel y en el monitor solo seleccionaba la imagen del cupcake.

Comencé y atendí a la gente con amabilidad, después de todo era lo que me gustaba aunque preferiría preparar los pasteles pero supongo que se comienza de a poco.

-Hola señorita Andrea- mire al joven que me llamo por mi nombre, era el chico del 643, debía admitir que a la luz era aún más guapo de lo que recordaba- voy a querer, uno de chocolate, uno de Red velvet y uno de limon.

-Serian once con ochenta y cinco - tome el dinero y mire abajo- recordó mi nombre.

-Claro que lo haría, no dejabas dormir- aguante la risa.
-Que tenga linda tarde- sonreí .

-Igual tu- me giño un ojo.

Lo mire irse, llevaba una mochila detrás de su espalda y ropa cómoda y moderna... definidamente trabaja en algo de tecnología.

643Where stories live. Discover now