𝘌𝘴𝘵𝘢𝘳 𝘢 𝘮𝘪 𝘭𝘢𝘥𝘰; 𝘙𝘓

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STAND BY ME

REMUS LUPIN;

- A ver, abre grande y di "Ah"

- Ah - Remus iba a darle la cuchara con comida a su hijo, pero antes de poder hacerlo el niño cerró la boca y se enojó - ¡NO, LA MAMÁ!

Remus gruñó con fastidio - ¡Mi amor! - llamó a su esposa, Rhea

-¡Dime!

-¿Puedes venir? Por favor

- Amor, estoy cuidando que no se me queme el arroz. ¿Me necesitas urgentemente?

- Si, te necesito - dijo con algo de pena de interrumpir a su esposa - es que Tommy quiere que tu le des de comer.

- Ahí voy - avisó - Ted, amor. ¿Recuerdas que la semana pasada te enseñé a hacer la comida? Vigila el arroz y la pasta por mi, mientras voy y ayudo a tu papá con tu hermano -le dijo a su hijo adolescente que estaba acompañando a su mamá en la cocina

- Mamá, deberías dejar de malcriar a Tommy - le dijo Ted

- Tu cállate, que tu no pudiste dormir solo hasta los 7 años.

- ¡Mamá, dijimos que ya no hablaríamos de eso!

- Pues entonces no molestes a tu hermanito, mi amor - dijo ella con gracia mientras iba al comedor junto a su esposo e hijo menor - ¿Que sucede?

- Qué Tommy no me hace caso. Mira - Remus tomó nuevamente la cuchara con comida y se la acercó a su hijo - Ahí viene el tren...

Cuando la cuchara estuvo cerca de la boca de Tommy, él bebé comenzó a gritar con fuerza y a negar con la cabeza.

- ¡Thomas! - le gritó su mamá haciendo que el bebé dejara de gritar y la mirara con un puchero - Comete de una vez tu comida, amor.

Tommy vio la cuchara que tenía su papá en manos y volvió a negar con la cabeza, al parecer a punto de llorar y comenzar a patalear.

Tommy señaló a Rhea con su manos regordetas - ¡No, tu mamá!

- Yo no te daré nada. Comete tu comida ahora - dijo ella negándose a que su hijo le haga berrinches.

Tommy finalmente dejó salir las primeras lágrimas - Papá no. Tu, mami. - volvió a pedir

Eso a Remus le rompió el corazón. Ver a su pequeño hijo llorando y suplicando era algo que siempre le derretia el corazón, así era con Ted cuando era un bebé, y ahora así es con Thomas.

Pero eso era algo que Rhea no permitia por nada del mundo, ella sabía lo débil que podía ser Remus con sus dos hijos, con un par de súplicas y ojitos de cachorro él accedia a cualquier cosa, pero afortunadamente ella estaba ahí para que eso no se saliera de las manos.

- Tommy, amor. Yo estoy aquí, pero no hace falta que yo te dé la comida - le dijo su mamá limpiando las pequeñas lágrimas de sus rosadas mejillas.

- Linda, no es necesario hacer esto. Vamos. - dijo Remus - no creo que sea el fin del mundo si tu le das la comida a Tommy.

- No, Remus -dijo ella - Tommy esta haciendo un berrinche y te esta manipulando ¿Que no lo ves?

marauders; one shotsWhere stories live. Discover now