Prefacio

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Un dolor punzante por todo el cuerpo hizo que se despertara.

Su vista era borrosa y el frío suelo hacia que su cuerpo temblara.

—Está despertando— la voz de una mujer la hizo observar su alrededor.

No sabía dónde estaba, no sabía por qué estaba atada.

—Jaden. ¿Por qué te resistes?— preguntó la mujer de cabello negro mientras tomaba su mentón.

La chica simplemente la observó sin un ápice de miedo.

—¿Sabes quién soy?— interrogó la chica a aquella mujer.

—¿Estás bromeando?

—¿Te parece que bromeo?

—Creo que Mark le dió mucha droga y ese golpe no la ayudo— la mujer hablaba con alguien más. Un tipo con una máscara las observaba a unos cuantos metros, sin decir nada.

Debido a eso la chica ni siquiera se había percatado de aquella presencia.

—¿Qué importa si no recuerda quién es?— una voz grave y masculina salía de aquel enmascarado. La mujer rió.

—Su cerebro se está marchitando. Deberíamos dejarla descansar, al menos hoy— sugirió. El enmascarado soltó un quejido y finalmente asintió.

Luego de unos minutos la dejaron sola en aquella oscura habitación.

La joven comenzó a sentir el dolor en todo su cuerpo, recordaba los golpes, las agujas, todo. Pero no recordaba por qué estaba ahí.

—Te sacaré de aquí— la voz de un hombre con la mitad del rostro quemado había sido el compañero de celda de la joven. Se llamaba Erick, juntos se habían hecho compañía en el encierro.

—¿Por qué a ti no te hacen nada?— preguntó ella.

—No me ven.

—¿Por qué?— se encogió de hombros.

—Después de que me hicieron esto—se señaló el rostro —Comenzaron a ignorarme.— Ella apretó sus ojos lamentando su situación. Tal vez si le quemaban el rostro la olvidarían también.

—Esta noche saldrás de aqui— le dijo él mientras ella seguía pensando en su condición. No podía moverse siquiera.

La tobillera que la mantenía atada a una cadena le pesaba.

—Quiero morir— susurró ella mientras lloraba.

—No digas eso, mucha gente te busca— le dijo el hombre. Ella negó con la cabeza.  Ni siquiera recordaba quién era. No sabía si tenía una familia, no sabía si alguien la buscaba. Sí no fuera porque él le aseguraba que su nombre era Jaden Lee, tampoco sabría cómo se llamaba.

—¿Cómo sabes eso?— preguntó lentamente. Hubo un silencio largo hasta que él suspiró.

—Solo lo sé.— Él se acercó a ella sacando una llave de su pantalón que abrió su tobillera.

—¿De dónde la sacaste?— preguntó.

—La robé de la chica cuando estaba hablando con el tipo.

—¿Cómo lo hiciste?

—Soy un genio— se encogió de hombros— finalmente la ayudó a ponerse de pie pero ella se sentía muy débil para caminar.

—Jaden, debes resistir. Hay alguien esperándote fuera. Mi hermana nos ayudará. Vamos.

—No puedo—susurró.

—Hazlo por mí— ella lo miró. Al ver sus cicatrices no quería que siguiera sufriendo en este lugar.
Después de unos momentos intentó con todo su ser levantarse.

Con la poca fuerza que le quedaba comenzaron a caminar fuera del cuarto.

Erick sacó las llaves y lograron salir con cuidado.
Se toparon con un largo pasillo demasiado tétrico para su gusto y corrieron a más no poder.

Escucharon voces haciendo eco por el lugar pero lograron esconderse en un armario.

Las personas pasaron y ellos finalmente salieron de ahí viendo la puerta de salida.

Al abrirla dos tipos de encontraban distraídos jugando algo en los celulares así que con mucho cuidado caminaron rodeando la bodega y se dirigieron al bosque perdiéndose en tres los árboles.

Jaden no sabía cuánto había corrido pero ya no podía más.
Llegaron a un pequeño arroyo donde bebieron agua y descansaron.

—¿Crees que está bien descansar aquí?— preguntó ansiosa mientras el joven asentía.

—Tu duerme yo vigilare mientras tanto.

—Pero...

—Hazlo— ella asintió y trato de acomodarse en la grama. El sonido del agua corriendo la relajó y finalmente se quedó dormida.

¡Jaden!

Un rostro joven la observaba vehemente mientras ella sentía la alegría florecer en su cuerpo.

Él se acercó a ella tomándola entre sus brazos mientras la apretaba dulcemente.

—No sabes cuánto te extrañé— ella comenzó a llorar mientras temblaba de la emoción.

—Estoy asustada— le susurró. Él tomó su rostro dejando ver sus preciosos ojos azules.

Con sus pulgares limpió las lágrimas de la joven y luego besó sus mejillas.

—Ahora estás a salvo— le dijo mientras la imagen se desvanecía.

Jaden despertó con lágrimas en sus ojos. El frío de la mañana la hizo espabilar.

Pronto se dió cuenta que estaba sola. Erick no se encontraba por ninguna parte. Comenzó a caminar sin sentido tratando de buscarlo y no intentó gritar por si sus captores estaban cerca.

Caminó aterrada por horas hasta que tropezó en la rama de un árbol cayendo en una pequeña bajada hasta llegar a suelo plano.

Su cabeza daba vueltas, intentaba levantarse pero veía todo borroso y se sentía débil.

Justo antes de desmayarse una chica sostuvo su cabeza.

—¿Quién eres?— susurró. La chica la veía preocupada y antes de responder Jaden quedó inconsciente.

AAAHHHH LAMENTO LA DEMORA PERO HE VUELTO.

¡JADEN LEE IS BACK!

Sé que ha pasado mucho tiempo pero lo prometido es deuda. Sé que se sentirán un poco decepcionadas ya que las actualizaciones serán lentas.

Perdonenme jsjs.

Mientras tanto espero hayan disfrutado la lectura y ojalá vea varios de sus comentarios dando apoyo para que yo sepa cuánto esperaban esta historia. XD

Sin más que decir, me despido y cuídense mucho.

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⏰ Last updated: Jul 07, 2021 ⏰

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