Inicio del designio. Parte II.

46 10 4
                                    

Paradigma de beldad.

Por: Vampisan86.

.
.
.

Capítulo IV.

Inicio del designio. Parte II.

.
.
.

Bulma intentó por todos los medios no sonrojarse y tomar la apariencia de un tomate pero fue imposible. Aún así, se percató que Vegeta siguió su camino, con ella aferrada a su brazo, mientras hablaba y fingía susurrarle cosas al oído para aparentar que eso era la causa de su sonrojo.

La heredera no tenía muy buena opinión de sí misma, por lo que no cruzó por su mente que las personas los estuvieran observando. Después de todo no eran alguna clase de celebridad o algo por el estilo, muy pocos los mirarían por dos segundos.

Ambos siguieron la trayectoria al siguiente destino que Vegeta tenía en mente, gracias a Kami, parecía ser que no sería necesario dirigirse a otro centro comercial. Por lo que respecta a ella, nadie los miró más que para morbosearlos, pero hasta ahí. Bulma podía decir que aquella falta de interés le agradaba.

Caminaron un buen tiempo hasta que Vegeta se detuvo. La muchacha le dirigió una mirada pero él simplemente miró adelante. Cuando ella siguió su línea de visión, abrió su boca en sorpresa.

—Por Kami, ¿Es una tienda de lencería? ¿Me trajiste a una tienda de lencería? —acusó poniéndose más roja aún y hundiéndose en el lugar sin atreverse a mirar alrededor.

—Esto en realidad es una tienda de juguetes sexuales —aclaró Vegeta con malicia. Ella lo miró con miedo pero se percató que él solamente estaba tomándole el pelo. Aún así no se relajó, en su lugar le golpeó el hombro.

Vegeta fingió sobarse el hombro mientras adquiría una expresión de dolor: —Cielos mujer, controlate, no conoces tu propia fuerza.

Bulma rodó los ojos, para ella Vegeta siempre había sido un sujeto con malas bromas. Antes de que la chica pudiera argumentar algo para retirarse del lugar, él la sujetó y la obligó a ingresar. Bulma se puso sumamente nerviosa.

Una mujer, que bien podía pasar por modelo, se les acercó muy coqueta sonriéndole a Vegeta como si solamente él hubiera ingresado, él no la miró ni por un momento, su vista estaba en las pequeñas prendas con aire de estar examinádolas. Bulma se sintió más fuera de lugar y como un cero a la izquierda a lado de la hermosa dependienta. Su autoestima bajó estrepitosamente, como cuando alguien tira una piedra en un precipicio.

—Muy bien, creo que ya sé por dónde comenzar —dijo Vegeta, totalmente ajeno a la mujer ofrecida.

—Oh, tenemos todo lo que un hombre como usted le podría gustar —susurró la chica soltando una risita melodiosa.

A Vegeta se le dibujó una sonrisa pícara, asintiendo a las palabras de la muchacha. Bulma, que ya estaba acostumbrada a que Yamcha correspondiera los coqueteos descarados que le dedicaban sus fans aún estando frente a él, no dijo nada, en su lugar fingió no escuchar. No obstante, Vegeta la miró y sin borrar su sonrisa comentó:

—Esto me va a gustar a mí, y mucho, pero si no te sientes cómoda una vez iniciemos, lo entenderé.

Aquellas palabras parecieron hacer que la hermosa mujer reparara en la presencia de la heredera. La miró de pies a cabezas y sonrió, Bulma no se perdió la expresión de soberbia de la otra chica y supo de inmediato que ella ya la había reconocido.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jun 06, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Paradigma de beldadWhere stories live. Discover now