N̷o̷t̷e̷s̷ ̷F̷r̷o̷m̷ ̷T̷h̷e̷ ̷B̷r̷o̷k̷e̷n̷ ̷B̷o̷y̷ [𝙅𝘼𝙆𝙀𝙒𝙊𝙉]

- OO2

— ¿Qué? Es la peor declaración que ha leído, ¡Incluso en los libros se hacen mejor!

— Hyung, es que es fantasía, pero... Esto no.

— Debió haber visto primero "Amor Bajo La Luz De La Luna" y luego haber escrito esto. O tal vez teníá que ver "Mi Amor De Las Estrellas"

— Aún sigo enojado con papá del rey— se cruzó de brazos dejando la carta encima de su mesa.— Tremendo arte "Mi Amor De Las Estrellas".— sonrió

— No veo fallas en tu lógica— pasó su brazo por los hombros del menor— Mira, hablando del Rey de Roma...— hizo una mueca mirando hacia Lee.

Por un momento se rio, pero luego giró en la dirección que miraba su amigo, encontrándose que el anteriormente mencionado.

— Iré a verlo

— ¿¡Ah!? Debes estar loco—podría haber jurado escuchar gritar a su amigo por las miradas de todos puestas en ellos, así que le tapó la boca rápidamente.

— No seas dramático, Lix.

— No, no y no. No lo vas a hacer, dime que no—juntó sus manos

— Solo iré a verlo, no hay nada de malo.

— Tienes razón

— Lo iré a ver al final de las clases, no ah-

El profesor llegó, se interrumpió y saludó junto a estudiantes.

Era la hora de salida, estaba a punto de irse, cuando recordó lo que iba a hacer antes de eso.

Caminaba por los pasadizos viendo los pocos estudiantes que quedaban, a excepción de los grupos GPS.

Sabía que Lee seguramente estaría con ellos, pero hace unas semanas se enteró que se iba a las canchas de futbol, así que pasó rápidamente de largo sintiendo todas las miradas de ambos grupos sobre él.

Cuando llegó miró alrededor suyo, pero no lo encontraba, giró detrás de él y dio un saltito del susto al verlo sentado utilizando su teléfono celular.

Subió unas gradas y se paró a su lado.

— H-heeseung...— tocó su hombro. 

El mayor lo miró de arriba a abajo, se paró y en un abrir y cerrar de ojos lo tenía acorralado en la fría pared color celeste.

— ¿Qué haces aquí?

— V-vine a hablar c-contigo— se maldecía internamente por tartamudear.

— ¿Por qué o para qué?

— P-por esto— le mostró el sobre rosado. Se asustó cuando Lee golpeó la pared cerca suyo.

— ¿Cómo conseguiste eso, eh?

—Y-yuna me lo dio— y no mentía, era verdad.

— Ash, maldita sea— otro golpe estrelló contra la pared volviéndolo a asustar.— No me mientas Yang