capitulo 26

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NARRA EMILY

En estos momentos estoy corriendo por mi vida, seguida de Dem, no tan literalmente pero algo así.

Un guardia de seguridad nos esta siguiendo y nosotros estamos escapando, esto de escapar de policías se esta volviendo costumbre.

Pero ¿cómo llegamos aqui? Pues...

FLASHBACK

Una vez les avisé a los chicos que iría con Dem a no se donde nos dirigimos a su moto, me entrego el casco que solía usar - aun lo tienes? - le dije sonriendo y nostálgica
- claro, estaba seguro que regresarías princesa - me dijo sonriendo
- y a donde vamos? - le dije curiosa
- es sorpresa - dijo tranquilo
- dime - hice un puchero
- me - dijo y soltó un carcajada, y yo le di un zape
- idiota - murmure
- vamos - dijo subiéndose a la moto, yo solo me subí y me agarre pues este niño esta loco y aun no quiero morir.

Alrededor de quince minutos después, llegamos a un parque de diversiones. Al bajarnos el me miraba expectante.
- increíble - murmure - años sin venir a uno - le dijo, pues estando en la base nos la pasábamos de misión en misión, y si no era así teníamos que estar entrenando
- te gusto la sorpresa - pregunto
- siii - dije como una niña chiquita a la que le acaban de dar un regalo - que esperamos vamooos - lo jale del brazo y nos dirigimos a la entrada.

Después de comprar pases VIP, pues no queremos perder tiempo en filas eternas.

Lo primero que hicimos fue ir a la montaña rusa, Dem no se quería subir, pero lo termine convenciendo, aunque no termino muy bien, pues al bajar Dem salió corriendo a vomitar al bote de basura más cercano, mientras yo me dedicaba a acariciarle la espalda para relajarlo, pobrecito.

Se enojo un poco conmigo por que le dije que se subiera a la montaña rusa, pero lo contente con un helado de limón, su favorito.

Después me obligo a subirme con el al carrusel, y ahí tenían a dos jóvenes en medio de niños en un carrusel, me sentía un tanto ridícula, pero al menos no estaba haciendo esto sola, sino si me hubiera muerto de vergüenza.

Después de esa super aventura, fuimos a las sillas voladoras, pensando que iba a ser una atracción tranquila, pero que equivocados estabamos, las cosas esas iban muy rápido y a la vez subían y bajaban, ninguno de los dos paraba de gritar, estábamos a unos treinta metros del suelo pero de alguna manera me gustaba esa sensación, la adrenalina corriendo por mi cuerpo.

Al bajarnos ambos estábamos un poco mareados, puede que la atracción no sea tan tranquila como pensábamos.

A lo lejos vi el mejor juego que jamas a existido, y me refiero a los carritos chocones, al parecer Dem se dio cuenta de la sonrisa que tengo en mi cara, el ve hacia donde yo y de igual manera sonríe. Solía encontarnos subirnos a ese juego y casi salir volando de lo fuerte que nos dábamos contra el otro.

Ambos salimos corriendo y en cuestión de minutos ya estábamos montados cada quien en su carrito, lo veo sonreír con maldad y yo hago lo mismo.

Dejan pasar la corriente que permite el movimiento de los cochecitos, QUE EMPIECE EL JUEGO, avanzo un poco y veo a Dem viniendo directo a mi, hago una maniobra y logro esquivarlo, haciendo que se pase derecho y que un niño de unos siete años le diera al carro de mi amigo, me empiezo a reír y el niño lo hce también, este niño me cae bien.

Me alejo tratando de ganar un poco de velocidad, doy vuelta y siento un impacto del lado derecho, después uno en el izquierdo, Dem y el niño me golpearon, salgo de ahí y doy vuelta, esta me la pagaran ambos. Acelero con todo y le pego de frente a mi querido amigo, tal cual llegue me voy, pues no quiero que el tome venganza, disfrutamos un poco más del juego hasta que los carros pararon de moverse y la voz del empleado indicaba que debíamos abandonar los carros.

De Nerd a MilitarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora